bilbao. Tres han sido los duelos que han acontecido en el Labrit con Yves Xala y Asier Olaizola como protagonistas. El trío cayó del lado del de Goizueta. Dos de los choques fueron en el Manomanista y el otro, en el Cuatro y Medio. De esta manera, el navarro combatirá el aurade favorito de su rival -ha ganado sus tres partidos en este curso- con la mística del pasado. "No soy favorito. Asier tiene en Iruñea más experiencia que yo. Aquí entrena diariamente. Sin embargo, yo he hecho aún solamente dos entrenamientos y es difícil adaptarse en tan poco tiempo", señaló ayer el delantero de Lekuine. No en vano, la adaptación a la cancha puede pasarle factura en el duelo del sábado, que será definitivo para el devenir de la txapela del Parejas. "El Labrit me gusta cuando gano", sentenció Xala. "Este frontón es un poco mejor para él que para mí, pero el sábado puede pasar de todo", admitió.
Como en la naturaleza, que la capacidad de adaptación selecciona a los miembros más aptos, en pelota, es la forma de solucionar entuertos la que revela los favoritos del torneo. Y en esas anda el de Lekuine, quien debe obtener un diploma en el mano a mano en el Labrit a toda velocidad. Hasta ahora, la hoja de servicios del lapurtarra está intachable, pero una derrota puede significar su K. O., cosa que no entra en sus planes: "Este año quiero ganar la txapela. Estoy contento y disfruto jugando".
presión y nervios "Se habla mucho de que Xala es favorito, pero yo no le doy importancia. Solamente el hecho de jugar una semifinal siempre te mete presión. Si Yves sale claro favorito, intentaré aprovechar eso", manifestó Asier Olaizola. Ambos contendientes intentan evitar la losa en sus espaldas de la tensión. Cada uno señala al otro como máximo opositor a la final. "Se le ha visto muy sobrado", remachó el de Goizueta.
"Hace dos años también jugué una semifinal y cuando las juegas siempre piensas que es la gran oportunidad de entrar a disputar la txapela, pero tampoco me quiero volver loco, tengo que pensar en el partido del sábado. Sé que si hago mi juego, tengo opciones de ganar", finalizó el delantero navarro. Las cartas ya están sobre la mesa y la tensión se masca y el duelo lo marcarán la adaptación y la mística.