Data. Floren Nazabal (Etxarri Aranaz, 1969), revalidó su primacía en la élite aizkolari con otra soberbia exhibición en la nevera del frontón municipal de Arbizu. Las temperaturas bajo cero que azotaron el territorio navarro durante la jornada de ayer, añadieron dificultad al horizonte de doce troncos que le separaba de su quinta txapela. Ni las condiciones meteorológicas más adversas le impidieron constatar su reinado en el Campeonato de Euskadi de Primera que secundaron ayer media docena de aizkolaris. Nazabal, fue siempre por delante y cerró la temporada con un tiempo de 37 minutos y 20 segundos. La pugna por el segundo puesto tuvo más miga y finalmente recayó en otro navarro: Juanjo López Azpilikueta.
La cátedra no ofrecía dudas y las apuestas se decantaron siempre por el etxarritarra. El actual estado emergente de López y Azurmendi pudieron alimentar las combinaciones pero a mitad de labor quedó claro que sólo opositarían al resto de peldaños del podio. Cerca de 400 aficionados se apretaron en las gradas del recinto navarro buscando el calor humano.
El material, extraído de los montes de Urbasa, no presentó dificultades y contribuyó al espectáculo. El principal rival Nazabal fue el frío. "No me había sentido tan a gusto cortando en bastante tiempo, pero al principio lo he pasado mal porque los dedos de las manos no me entraban en calor". Mientras tanto, sus colegas le dieron calor a la herramienta estableciendo un fuerte ritmo, al que también se unió el campeón. A medida que fue saltando de un tronco a otro la ventaja fue cada vez mayor.
Azurmendi fue el primero en postularse para la segunda plaza. Su fuerte pegada devoró el último oinbiko, pero se vació a falta de dos piezas. En ese instante apareció el de Lezaun para echar los restos. Así, López Azpilikueta cosechó su mejor actuación de la historia, mejorando la tercera plaza de 2007. Con una marca de 40 minutos y 25 segundos no cabía en sí de gozo: "En los últimos años he aprendido a sufrir y eso me ha valido para estar en la lucha por cosas grandes. Me voy satisfecho y con ganas de ponerle más difícil la sexta txapela a Nazabal".
El descuido a punto estuvo de costarle un disgusto más gordo a Iñaki Azurmendi que acabó las tareas apenas 19 segundos antes que su paisano Jesús Mari Mujika. En su primera final como aizkolari de Primera, el de Ibarra rayó a un gran nivel y no dio opciones a Otaegi en la lucha por la cuarta plaza. Por su parte el de Zizurkil pagó la novatada con dignidad. Esquivó la última plaza en detrimento de Antonio Senosian parando el reloj en 44 minutos y 35 segundos. Tiene 26 años y sólo los últimos cinco los ha dedicado al hacha. Es por ello que su debut en una final absoluta ya es un triunfo. Humildad no le falta. "Si me lo dicen hace cuatro años, no me lo hubiera creído. Siendo el más joven de los seis y con tan poca experiencia en citas importantes, es como para estar orgulloso con este resultado".
Otaegi, en cambio, se atreve con las apuestas. La próxima la cruzará con el vizcaino Txikon el 28 de febrero en Azpeitia con un formato inusual. Será una especie de Ironman a la vasca. Un desafío combinado en el que los contendientes realizarán 25 alzadas a una piedra de 100 kilos, cortarán 14 kanaerdikos y correrán siete kilómetros. Todo por una bolsa de 14.000 euros. El espectáculo está garantizado.