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Promesas del alpinismo

Un rocódromo de hielo permite emular a Pasaban en el parque de Doña Casilda

Promesas del alpinismo

bilbao

SI les gustan los retos. Si quieren poner a prueba sus habilidades. Si quieren emular a la alpinista Edurne Pasaban y no pueden viajar al Himalaya, no se preocupen que si ustedes no van a la montaña, la montaña vendrá a ustedes. Eso debieron de pensar los organizadores del circuito de alpinismo instalado durante el fin de semana en el parque Doña Casilda de Bilbao. Se trata de dos paredes, una de roca y otra de hielo seco, que permite a cualquier persona, tenga la edad que tenga, escalar como si de la montañera tolosarra se tratara. Esta actividad permanecerá abierta hasta hoy desde las 11.00 hasta las 21 horas. Además, a las 12.00, la propia Pasaban acudirá el recinto para firmar autógrafos y sacarse fotos con todos sus admiradores y recibir en persona las muestras de cariño de sus incondicionales.

Muchos curiosos se arremolinaban ayer alrededor de las paredes para ver a los más valientes intentar alcanzar el top. Casco, arnés y para arriba. Mientras una cuerda la sujetaba, una joven inglesa trataba de ascender por la improvisada pared de hielo o ice climbing wall, mientras un monitor especializado le indicaba en inglés cómo tenía que moverse. Armada con dos piolets, una especie de martillos que se clavan en la pared para impulsarse, y crampones en las botas, pinchos que sirven de apoyo, la joven sufrió para llegar a la cima, ya que se soltó varias veces pero, finalmente, cumplió su objetivo. Quizá el nombre de Edurne Pasaban no le sonara pero, al menos, comprobó lo que la guipuzcoana siente estando en las alturas.

La pared de hielo, quizás por la novedad o por el desconocimiento tiró para atrás a mucha gente que se decantó más por la de roca, especialmente los niños. Acompañados por sus padres, muchos de ellos recelaban a la hora de acercarse, pero en cuanto les ponían el casco y el arnés su cara cambiaba y comenzaban su aventura particular. "Pon el pie izquierdo aquí y el derecho a este lado. Ahora agárrate aquí y sube", les decía el monitor. Les costaba pero poco a poco y paso a paso fueron ascendiendo. Alguno tenía mucho miedo, a pesar de ir enganchado a la cuerda y acabó bajándose, pero los hubo más valientes que consiguieron llegar arriba y saludar a sus padres mientras les hacían fotos. "Ha sido muy divertido escalar", señalaba uno de ellos emocionado. Una pareja de hermanos deambulaba por los alrededores pensado si subir o no. Al final, su aita les animó y ambos fueron a por todas.

En el mismo escenario también se ofrece la posibilidad de visitar una exposición sobre Edurne Pasaban y sus logros. Un compartimento hace las veces de improvisado campamento base donde, cubierto de bolas de poliespán imitando la nieve, se pueden observar útiles imprescindibles en la montaña. Mientras, a través de unos auriculares se puede escuchar en euskera o castellano a Edurne Pasaban. La tolosarra relata sus inicios en el alpinismo, desde que dio sus primeros pasos en los Alpes y los Andes hasta que fijo sus objetivos en el Himalaya. Además, la organización facilita un libro para que todos los que deseen puedan dejar sus mensajes de apoyo a la guipuzcoana de cara a su próximo reto.

Si a alguno le sabe a poco escalar en estas paredes improvisadas y busca más emoción está de enhorabuena. Si es cliente de Telefónica y visita la exposición podrá participar en el sorteo de una de las diez plazas dobles para pasar un día en la montaña con Edurne. Las nociones aprendidas aplicadas a la vida real. Quien sabe si alguno de los que se dan cita en Bilbao y se lían la manta a la cabeza para emular a los grandes alpinistas podría ser el próximo Oiarzabal o la próxima Pasaban.