La creatividad es lo que tiene, que marca y deja huella cuando, por el motivo que sea, impacta de lleno en el imaginario colectivo. Y da igual cuál sea su apariencia y sus hechuras. El arte es todo y la actividad artística suma etapas y contribuye a legitimar una trayectoria, como es el caso de los tres nombres propios reconocidos este año con los premios Gure Artea. Tres categorías y tres artistas vinculados con Bizkaia. Se trata de Jon Mikel Euba (Zornotza), Garikoitz Fraga (Bilbao) y la zarauztarra afincada en la capital vizcaina, Zuhar Iruretagoiena.
Todos ellos representan “una muestra del talento y la vitalidad de nuestro país. Con su trabajo ayudan a imaginar, cuestionar y construir una Euskadi más abierta”, resumía Ibone Bengoetxea durante el acto en el que se daba a conocer el palmarés de este 2025. Y es que su profesión y su profesionalidad también deben ser entendidas y respetadas como “una de las formas más hermosas de hacer país”, ha subrayado la consejera de Cultura y Política Lingüística del Gobierno Vasco en el Artium.
Frente a los regímenes hiperestéticos actuales
Se trata de los galardones más importantes que otorga Euskadi en el ámbito de las artes plásticas y visuales. Los de este año han sido para Euba por su trayectoria artística, para Iruretagoiena en reconocimiento a su actividad creativa y para Fraga por su actividad con diferentes agentes en las artes plásticas y visuales. En el caso del primero, el jurado ha destacado “la heterogeneidad de su trabajo” y su papel como referente intergeneracional -nacido en 1967- y su labor pedagógica. “Durante su etapa productiva y creativa ha desarrollado un sistema propio de producción que busca una mirada crítica frente a los regímenes hiperestéticos actuales”, se incluye entre las conclusiones del jurado que también ha resaltado que “su práctica representa una forma de resistencia y experimentación y constituye una referencia única dentro del panorama artístico vasco e internacional”.
El galardón de Iruretagoiena es un reconocimiento expreso y público a su mirada crítica frente a los lenguajes del arte “y su compromiso con la renovación de lo escultórico, convirtiéndola en una referencia imprescindible del arte vasco contemporáneo”. Su labor investigadora también es digna de elogio en tanto en cuanto ha explorado las tensiones entre forma, materialidad y símbolo cuestionando los límites entre objeto, espacio y percepción.
Trabajo riguroso y artesanal junto a los artistas
Garikoitz Fraga, por su parte, se ha alzado con premio Gure Artea a la actividad realizada por diferentes agentes por su labor al frente del proyecto editorial Belleza Infinita, “una iniciativa pionera y sostenida que ha transformado la edición artística en Euskadi”, a juicio del jurado. De hecho, sus trabajos en el ámbito del libro de artista o la poesía gráfica son un referente fuera de las fronteras vascas.
Otro de los aspectos valorados tiene que ver con el compromiso de este bilbaino en la difusión cultural, su trabajo riguroso y artesanal junto a los artistas y “su contribución a la creación de una infraestructura editorial sólida para el ecosistema artístico vasco”.