La prosa de la santurtziarra Garazi Albizua se alza con el Premio Euskadi de Literatura en castellano
La bilbaina Itxaso del Castillo se impone en la categoría de Ensayo con un trabajo sobre mujeres y cine de terror
Su forma de contar historias es única, distinta a lo acostumbrado en las narrativas actuales. Implacable cuando aborda cuestiones tan cotidianas como la comida, la pobreza, la exclusión social, el sexo, la explotación laboral… Latigazos a la realidad que desbordan Termita, la obra que le ha valido a la santurtziarra Garazi Albizua el Premio Euskadi de Literatura.
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La novela narra en primera persona el día a día de una mujer que vive con su abuela y sus modos de ver la vida. Lo hace con originalidad y alejada de estereotipos y sesgos presentes y pasados. En palabras del jurado, Termita “es toda una impugnación a las convicciones sociales y familiares, a las obligaciones laborales y afectivas del capitalismo. Y también una impugnación a las expectativas y las estructuras de la novela y de la ficción”.
Y eso en su primera obra dirigida al público adulto porque su trayectoria está marcada por títulos de literatura infantil y juvenil. Ese cambio de registro y la forma de modular los discursos eran -y son- una apuesta innovadora que plantea relatos alternativos a la hegemonia social y cultural. “Se expresa sin ningún tipo de conmiseración en capítulos breves de escritura destilada y rotunda, manejando con gran inteligencia las elipsis y los silencios con un aura punk triste que lo impregna todo”, ha valorado el jurado.
‘Mujeres furiosas’
No es la única voz vizcaina que ha sido distinguida en la edición de este año de los Premios Euskadi de Literatura. Ahí está la bilbaina Itxaso del Castillo que se ha llevado el de Ensayo por su trabajo Mujeres furiosas. El monstruo femenino en el audiovisual del terror (EHU). En sus conclusiones, el jurado ha destacado el rigor académico del estudio y una escritura amena, fluida y precisa.
“El resultado es un trabajo valiente y atractivo. Las monstruas representadas en el audiovisual actual de terror –excesivas, indisciplinadas, incorrectas– negocian la tensión que existe entre el cuerpo, el poder y la feminidad; un poder que, frente a otras épocas, no se basa en la seducción ni en su atractivo sexual, sino en la violencia”, han resumido.