Makysm Kryvtsov, poeta, fotógrafo militar. Lo mató a los 33 años el fuego de la artillería rusa. Viktoriia Amelina, escritora, activista, la mató a los 37 años un misil ruso. Illia Chernilevskyi, poeta, cantante y compositor, murió a los 30 años debido al fuego de mortero enemigo. Iryna Tsvila, maestra, activista y fotógrafa. La mató Rusia a los 32 años durante la defensa de Irpin... Nataliia Kharakov, escritora y periodista. Murió a los 86 años al derrumbarse el edificio donde se encontraba después del bombardeo...

En las camisetas de las editoras ucranianas Viktoriia Dorofieieva y Ruslana Bodnar están impresos algunos de los rostros de los más de 204 artistas y 108 periodistas que han muerto en Ucrania desde el inicio de la invasión rusa. “Los ha matado Rusia, casi todos eran muy jóvenes. Algunos han muerto en el frente, otros bajo los escombros de sus casas”, sentencian estas editoras sin vacilar ni un momento. Las dos jóvenes ucranianas participan en las Jornadas de Edición que se celebran estos días en Bilbao organizadas por la Asociación de Escritores de Euskadi/Euskadiko Idazleen Elkartea (AEE/EIE) para acercar a Euskadi a expertos de primera línea de Europa o Estados Unidos, con el objetivo de aportar conocimiento sobre el sector editorial.

Y estas jóvenes, que han abierto una editorial en tiempo de guerra, tienen, sin duda, una gran historia que contar. “Cuando se dice que hay que apoyar a Ucrania es como una frase general pero, cuando ves que hay personas que tenían su vida y que son como yo, como tú y como él, te das cuenta de la verdadera realidad. Somos como vosotros, también queríamos tener una vida tranquila, escribir poemas, traducir y editar. Pero por la guerra no podemos hacerlo tranquilamente”, señala Viktoriia, mientras le viene a la memoria las imágenes de la barbarie de los últimos ataques producidos en su país. Por ejemplo, el del 28 de agosto cuando murieron 20 personas al derrumbarse su casa, entre ellos, cuatro niños. “Fue horrible. Detrás de cada muerte se esconde una vida, una historia. En Ucrania existen fundaciones que se dedican a ello, que publican informaciones y fotos para que no se olviden”.

Cultura, campo de batalla

Viktoriia denuncia que Rusia ha intentado borrar mediante la cultura la identidad ucraniana. “El ámbito de la cultura es otro campo de batalla. Cuando estábamos viendo toda la tele en ruso, cuando leemos su literatura en su idioma perdemos nuestra identidad. Es como si te dicen que te llamas de otra manera, a ti no te gusta y te rebelas, pero te están continuamente insistiendo, al final, hasta te lo planteas. Por eso, es muy importante mantenernos firmes con nuestra cultura, con nuestra literatura... Mucha gente ha dejado de hablar ruso y ha vuelto a utilizar el ucraniano. Hay una poeta que dijo que las naciones no mueren de repente, primero se les quita el idioma. Por eso, intentamos hacer todo lo posible para hacer lo imposible, para que nuestra cultura no desaparezca”.

El proyecto editorial Espania Publishing lo pusieron en marcha la traductora Viktoriia Dorofieieva, paramédica del Batallón Médico de Hospitalarios, Kateryna “Bird” Polishchuk y Ruslana Bodnar, voluntaria y fundadora de la fundación benéfica Razom Unity. “Nuestro objetivo era continuar apoyando las obras ucranianas; con la guerra se ha hecho cada vez más difícil, pero también para facilitar la lectura en otros idiomas, sobre todo, el español”, explica Ruslana Bodnar.

Suelen decir que en época de guerra, sube el índice de lectura de un país. Y Ucrania no ha sido una excepción. “Hay mucho interés por la lectura, algunos no tienen dinero ni para comprar la comida más básica, pero descargan los libros, los piratean... No es barato, cada vez cuesta más la impresión, pero muchísimos los compran para apoyar nuestra cultura. También lanzamos libros electrónicos, que son más accesibles”, explican las editoras.

La lectura se ha vuelto en Ucrania, en opinión de estas jóvenes, una válvula de escape y una necesidad en época de guerra. “En el fondo, siempre eres consciente de que tu país está en guerra y el libro es una vía escapatoria, entras en otro mundo y te olvidas de todo. Hay días que no puedo leer noticias, no puedo ver las imágenes de las personas muertas en los escombros; entonces, me desconecto, cojo mi libro o mi kindle y no estoy en ese mundo. Cuando lees un libro, la gente no se da cuenta de que está viviendo entre bombardeos”, asegura Viktoriia.

La guerra en Ucrania ha cumplido ya más de 1.300 días. Viktoriia Dorofieiva y Ruslana Bodnar cuentan que hasta los lugares más cercanos del frente la gente sigue trabajando hasta que ya es imposible quedarse. “Antes trabajaba en una escuela con niños, enseñaba español. Recuerdo que cuando teníamos que bajar a los refugios porque sonaban las alarmas, los niños iban tranquilos al sótano con sus peluches para no morir. Para seguir viviendo en Ucrania tienes que acostumbrarte. Antes, ni me podía imaginar que se puede vivir así”.

Asociación de escritores

Jornadas sobre edición

Te puede interesar:

Ayer y hoy. Organizadas por la Asociación de Escritores de Euskadi, este año se ha puesto el foco en las traducciones de los libros que facilitan que los autores puedan ser conocidos más allá de nuestras fronteras. También en los cambios de formatos de los libros que acaban en ficciones sonoras, podcast o proyectos audiovisuales.

Asistentes. Entre los asistentes, además de estas editoras ucranianas, participa Richard Charkin editor de Mensch Publishing, que lo ha hecho absolutamente todo en el mundo editorial anglosajón. A él se debe el exito de Harry Potter. También el guionista y cineasta Borja Cobeaga, con su película ‘Los aitas’ y María Beloki, que tiene una editorial feminista, LGTBI +, que hablará sobre cómo sobrevivir en una editorial de nicho en un mundo donde prima la globalización. Además, la editora Carlota del Amo abordará el tema de la ecología en el sector editorial.