El kintsugi es una ancestral técnica japonesa para arreglar objetos de cerámica rotos. En lugar de desecharlos, con este método se restañan las fracturas con un barniz o una resina espolvoreada con oro. De este modo, se le da a la pieza una segunda vida más brillante si cabe, al convertirla en una joya. Esto encaja dentro de una filosofía que trasciende la mera restauración física para adquirir un sentido espiritual, en el que el objeto a reparar son las heridas del alma de cada persona. Una filosofía que está en la base de Virginia Berasategui. La carrera de su vida, el libro escrito por Itxaso Elorduy sobre la extriatleta bilbaina que ayer fue presentado en la Sala BBK.
“Una biografía es una especie de psicoanálisis”, apunta Elorduy, periodista bilbaina que en su trayectoria literaria ya ha tratado el género para retratar a personalidades como las del expresidente de BBK Xabier de Irala o la diseñadora Alicia Rueda. En el caso de Berasategui, durante la elaboración del proyecto se realizó una sesión de kintsugi que toma forma en uno de los capítulos. “Un día se me ocurrió, ¿por qué no hacemos lo mismo con Virginia, que está llena de cicatrices, en el cuerpo y en el alma. E hicimos una sesión de kintsugi con ella, con artistas como Sara Ortuzar –especialista en tatuaje reparador–, que le pintó las cicatrices que tiene en todo el cuerpo, o con Ruth Ochoa, que hizo las fotos del evento... Yo le entreviste y le saqué las cicatrices del alma en esa sesión”, señala la autora.
Antes de que la idea de plasmar en un libro la trayectoria vital se le pasara por la cabeza, Elorduy le había entrevistado a Berasategui para el periódico Bilbao. “Me pareció una chica muy interesante, que tenía muchas cosas que contar que la gente desconocía”, dice. Fue una amiga común, la exdiputada foral de Cultura Lorea Bilbao, la que lanzó la idea de hacer una biografía de Berasategui. Elorduy recogió el guante y Virginia aceptó. “Yo ya estaba dándole vueltas al asunto, tenía algo dentro que quería sacar. Itxaso y yo quedamos un día y me expuso la idea. En ese momento estuvimos sincronizadas y nos tiramos a la piscina”, rememora la protagonista de la obra.
En el fondo, en quien pensaba Berasategui al dar el placet a la biografía era en su hijo, Luka, un niño de cinco años que nació con una enfermedad rara. Se trata de una mutación del gen PTEN que le provocó una macrocefalia, una malformación en el cerebro, hipotonía, epilepsia y ceguera cortical. A consecuencia de ello, sufre un retraso motor y cognitivo. “Quería contarle a mi hijo cómo es su ama, más allá de la deportista, cosas sobre mi vida. Como estoy en un momento tan emocional, quería dejarle algo para que leyera y viera cuando fuese creciendo, quería dejarle un recuerdo para siempre”, remarca Berasategui. Además, parte de lo recaudado con la venta del libro irá destinado a apoyar la investigación de la mutación del gen PTEN que comanda Arkaitz Carrarcedo en el CIC BioGUNE de Zamudio.
Pero no solo es a Luka a quien la extriatleta quiere ayudar con este relato. También a desconocidos que puedan estar pasando un calvario físico como el que pasó Virginia en su etapa como deportista en activo: “He sufrido tres operaciones en el pie izquierdo y otra en el derecho. Hay gente que me ha dicho que le pasaba lo mismo, le he mandado al médico que me operó, Mariano de Prado, y ha visto la luz. O familias desesperadas que han leído la historia de Luka, ha acudido con sus niños con ataques epilépticos al Hospital Ruber Internacional de Madrid y han vuelto a ver la luz. Merece la pena exponerse y contar cosas duras si puedes ayudar a gente a superar momentos malos”.
A Berasategui, que confiesa ser “como un libro abierto”, no le ha costado demasiado sincerarse al hablar de situaciones duras como las citadas. Tampoco del positivo que en 2013 puso fin a su trayectoria en la élite del triatlón, deporte en el que fue campeona mundial (2003) y de Europa (2009 y 2010) en la modalidad de larga distancia y bronce en el Mundial de Ironman de 2009 en Hawái. “De ese tema ya está todo contado. Tampoco he querido centrarme en ello”, dice. Aquel error, que en su día reconoció, aún le persigue. Pero en absoluto es el hecho más difícil de afrontar de su vida: “Todas esas tonterías se te olvidan cuando te dicen la enfermedad de tu hijo. Eso sí que es lo más duro. Te das cuenta de que tu hijo ha venido a darte lecciones de vida desde que nació”.
Por su parte, Elorduy extrae una especie moraleja del libro: “Todos tenemos una carrera en nuestra vida que correr. Ella ha corrido muchas, ha ganado unas, ha perdido otras, pero sigue queriendo luchar y ahora su lucha es su futuro”. En él destacan su hijo, su familia y su agencia de viajes enfocada al cicloturismo. Y como subraya Virginia, a sus 49 años, “quedan muchos capítulos por escribir”.
La publicación cuenta con prólogo del exmédico del Athletic Paco Angulo, introducción del alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, y portada de la diseñadora Miriam Ocariz.