El vizcaino Patxa, conocido por haber empuñado el micrófono en grupos como Valhalla y actualmente en Ad Eternum, ha debutado en solitario con un disco que, desde su título, Just Heavy Metal (Maldito Digital), es un homenaje al género en su vertiente más clásica y cantado en inglés en su integridad. El disco, conceptual en su concepto, se presentará este sábado 16 de noviembre en la sala Bilborock desde las 20.00 horas y con entradas a 15 euros, 22 con la suma del álbum.

Son casi 40 los años que Patxa ha dedicado al rock en su vertiente más metálica desde que creó el embrión de Aftershock en “mi pueblo natal”, Ermua, allá por 1985 y con el apoyo de cinco amigos. El proyecto, inicialmente llamado Metralla, se consolidó y ejerció hasta 1992 como Aftershock. “El primer concierto de mi carrera, que me trae grandes recuerdos, fue en Cenicero (La Rioja), y el segundo en Ermua fue inolvidable”, rememora el cantante.

“Imaginaos un concierto en los 80, la década dorada del Heavy Metal, con una jauría de 300 metaleros coreando mi nombre y el del grupo. Joder, todavía se me ponen los pelos de punta”, explica el músico sobre “uno de los mejores días de mi vida”, la jornada “clave” en su vida musical, que determinó que “todavía esté subido encima de un escenario”, indica el vocalista, cuyo trayectoria se fue agrandando con el paso del tiempo tras pasar por grupos con más reconocimiento como Valhalla –cuatro discos editados entre 1999 y 2010– y los más recientes Ad Eternum, desde 2018 hasta la actualidad.

Patxa debuta ahora en solitario con un álbum con el que “pretendo aportar una visión más heavy metalera que con la de Ad Eternum”, explica, proyecto con el que tiene previsto embarcarse en una gira de presentación por todo el Estado. Just Heavy Metal se llama esta “declaración de intenciones” del ermuatarra y es un trabajo conceptual que plasma en las letras de su decena de canciones la pasión, actitud y alguna que otra reivindicación sobre el mundo de la música y, en concreto, del género metalero.

El album suena directo y sin complejos, y busca intenta impulsar el género en su vertiente más clásica. Por ello, Patxa despliega toda su artillería para demostrar que “este género esta más vivo que nunca” siguiendo la estela creada por clásicos del heavy como Rainbow o Black Sabbath, a quienes homenajea indirectamente en Sacred Elf. Tribute to Ronnie J. Dio, dedicado al exvocalista de ambas formaciones, pero sin renunciar a una visión más moderna con “ritmos y cortes de la nueva escena”.

Conceptual

La maleable y dotada garganta de Patxa lidera un álbum de carácter conceptual marcado por voces entre agudas y agresivas, pianos de la escuela clásica, alguna balada heavy, cierta épica habitual del estilo y guitarras arpegiadas. En cuanto a las letras, respiran amor al género, a la hermandad y energía compartida con su escucha en canciones como Where Dreams Take o Children of Metal, sin dejar de lado la visión más íntima y sinfónica en My Spirit Ablaze o la crítica en Ladies and Queens, que cierra el disco y en la que se refiere a las dificultades que encuentra la mujer –“cuero y encaje”– para despuntar en el heavy.