La precariedad en el mundo de la música estatal viene de lejos, pero se ha acrecentado con la llegada de Internet y el cambio de paradigma industrial, que ha acabado casi prácticamente con la venta física de discos. Un estudio realizado por la Asociación de Intérpretes y Ejecutantes de España (AIE) revela que los ingresos de casi el 60% de los músicos en 2023 no alcanzó el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que el 75% cobran menos de 30.000 euros anuales y que están pluriempleados. Además, la brecha de género existe, ya que el salario de las mujeres es un 14% menor.
El salario de tres de cada cuatro de los artistas musicales que trabajan en el Estado está por debajo de los 30.000 euros anuales y los ingresos del 57% no alcanzan el SMI, que está situado actualmente en 15.120 euros anuales. Esas son las preocupantes conclusiones del AIEstudio 2023 sociolaboral sobre los músicos en España, que evidencia la precariedad laboral que afecta a un amplio sector de la profesión musical.
Estos datos proceden de una amplia encuesta realizada por la entidad de gestión AIE, sobre un universo de 22.214 de sus socios residentes en el Estado y mayores de 16 años, entre mayo y agosto de 2023. El estudio ha sido realizado con el soporte técnico de CIMEC y la colaboración de la Unión de Músicos. AIE es una entidad sin ánimo de lucro que se dedica a la gestión de los derechos de propiedad intelectual de los artistas intérpretes o ejecutantes. Aunque está radicada en Madrid, representa en todo el mundo los derechos de más de 35.000 artistas.
Conciertos y brecha de género
Pese a que los conciertos siguen siendo la principal fuente de ingresos para el 73% del total de la muestra, el resto de sus ingresos proceden de los derechos de propiedad intelectual generados por el uso de su música (14%) y de la música grabada (13%). “Por tanto, la gestión colectiva de derechos se revela como uno de los pilares para la economía de los artistas”, recoge el estudio.
Esta amplia encuesta, que destaca “el papel crucial” de AIE como entidad de gestión, al garantizar que los músicos reciban una compensación justa por su trabajo creativo, constata que, a pesar de los avances logrados en los últimos años, la brecha de género en el ámbito salarial no es un invento, ya que también resulta evidente en el sector de la música, en el que los ingresos anuales medios de las mujeres (19.575 euros) son un 13,4% inferiores a los de los hombres (22.601).
Asimismo, son muchos los músicos que se enfrentan a dificultades para acceder a empleos estables y remunerados, lo que impacta directamente en su calidad de vida y desarrollo profesional. “La temporalidad en el trabajo por cuenta ajena ha aumentado un 69,6% respecto a 2019 y a día de hoy, un 47% de los encuestados trabaja con un contrato temporal, frente al 28% en el estudio de 2019, y predominan las contrataciones puntuales por días de actuación (77 %)”, recoge el estudio.
Pluriactividad
Completar su actividad musical con otros empleos o trabajar con varias formaciones forman parte del día a día de muchos artistas. De hecho, pese a que la actividad principal del 71% de los encuestados es la artística, un 44% de ellos se ven obligados a compatibilizarla con otro trabajo, bien como docentes o con otros empleos de dentro o fuera del sector, ya que la media de conciertos anuales es de 40.
Además, no siempre trabajan con la misma banda: el 69% de los encuestados toca al menos en dos grupos a lo largo de un año; el 51% lo ha hecho con entre 2 y 5 grupos; el 11% con entre 6 y 10 formaciones, y el 7% en más de 10. Y aunque es un hecho que el músico profesional precisa cada vez de más formación de negocio musical, ya que entender y conocer el negocio es vital para subsistir en un entorno cada vez más competitivo, resulta “llamativo comprobar que un 73% del total de la muestra no ha recibido ningún tipo de formación en este ámbito”, concluye el estudio.