Este jueves el Teatro Arriaga será escenario del estreno mundial de Saturraran, una nueva ópera contemporánea compuesta por el ex-Itoitz Juan Carlos Pérez con libreto en euskera del escritor Kirmen Uribe. Su materialización ha sido posible gracias a la colaboración entre el escenario bilbaino y la Diputación Foral de Bizkaia, mecenas de esta producción. 

Cuenta el músico mutrikuarra que, hace siete años, comenzó a barruntar un proyecto que se sostenía sobre dos únicos pilares: el primero, el género, la ópera; el segundo, que ésta debía tener la playa de Saturraran como escenario. Con estas dos condiciones como requisito imprescindible, el escritor Kirmen Uribe se unió a la aventura. Confiesa que tuvo que trabajar como un bertsolari, a quien se le proporciona un tema y un título como únicos ingredientes para cocinar un bertso. En su caso, escribió un libreto entero, que tiene como origen una leyenda local.

Dos mujeres que se aman en la Euskadi 'ochentera'

Según los vecinos de Mutriku, los dos grandes peñascos que se yerguen en la playa de Saturraran es lo único que queda de dos amantes a quienes no se les permitió amarse y tuvieron un final luctuoso, ya que se ahogaron en el agua. La mar, compasiva, les escupió en forma de roca, permitiéndoles de esta manera un descanso eterno en compañía. "Las dos rocas se llaman Satur y Aran. Pero, ¿por qué tienen que ser esos dos amantes una mujer y un hombre? ¿Por qué no podían ser dos mujeres o dos hombres? Respondiendo a esta pregunta, surge el libreto entero", explica Uribe.

Así, la pieza narra la historia de dos mujeres (Ane y Luna) que, como los amantes de la leyenda, no pueden amarse. El drama se sitúa en los 80, una década que marcó mucho al escritor. Dice, además, que él no se ha inventado nada. Tanto Ane como Luna existieron. "Y las dos están muertas", lamenta Uribe. Fallecieron en una época atravesada por la heroína y la epidemia del VIH-SIDA, una enfermedad que segó la vida de muchas de las personas que vivieron su juventud en un contexto marcado por la ebullición cultural, social y artística que inauguró la democracia.

La generación que cambió a los vascos

"Fue una generación que cambió la sociedad vasca. Buscó la libertad y era muy diferente a las anteriores", afirma Uribe. La diferencia, según el escritor, radica en que estos baby boomers tardíos importaron elementos de la cultura popular como el rocanrol a una Euskadi que acaba de recuperar la libertad expoliada por el fascismo. "De repente, sabían quiénes eran Andy Warhol, Lou Reed o David Bowie. Y nos los trajeron", precisa. Apostilla, también, que su intención –y la del conjunto de la producción– es homenajear a esa generación que conquistó libertades.

La pieza, conducida por la batuta de Jon Malaxetxebarria, está protagonizada por un elenco encabezado por Elías Arranz y Andrea Jiménez e integrado por otros seis vocalistas: Marifé Nogales, José Manuel Díaz, Botond Ódor, Aitor Garitano, Itxaro Mentxaka e Iñigo Fernández. Les acompañan 40 voces de la Sociedad Coral de Bilbao, dirigidas por Enrique Azurza, y la Orquesta Sinfónica de Bilbao. Lucía Astigarraga firma la dirección de escena.