NI la condescencia ni el paternalismo tuvieron cabida ayer en la platea y los palcos del Teatro Arriaga tras lo visto en el señorial auditorio. La Gala del Teatro Escolar de Bilbao allí celebrada podría antojarse a priori un espacio propicio para el aplauso fácil de un público entregado de antemano ante un ejercicio de voluntarismo de un puñado de estudiantes que juegan a ser actores y actrices. Nada más lejos de la realidad. La ovación brindada a los chicos y chicas que ayer domingo se subieron al magno escenario no respondía a su condición de menores, sino única y exclusivamente al talento y al esfuerzo de largas horas de ensayo plasmados en sus interpretaciones, merecedoras por sí mismas de tal reconocimiento. Una distinción que previamente ya habían conquistado los seis montajes ayer representados, ganadores en las seis categorías establecidas de la 27ª edición de este certamen promovido por el Ayuntamiento de Bilbao. En él han participado 316 alumnos de 16 grupos de teatro pertenecientes a diez centros educativos de la villa que invitan a confiar en el futuro.

El profesorado y el alumnado del Instituto Ibarrekolanda tenían un doble motivo de satistacción, puesto que se hizo con el galardón en dos apartados. Sarri min ematen du akordatzeak, el montaje elegido como el mejor trabajo escénico global, llevó la gala de ayer a su punto más elevado de emotividad. La veintena de estudiantes de 2º de bachillerato artístico que participaron en él, con las pulsaciones aún por todo lo alto solo dos días después de dar carpetazo a la siempre estresante EBAU, trasladaron una historia sobre el drama de la guerra que, partiendo de las vivencias de dolor y exilio sufridas por aitites y amamas aquí en Euskadi, enlazaba con otras realidades actuales que azotan a otros puntos del planeta.

Con el mito de Ulises y su eterno peregrinar como eje, el desgarrador recuerdo de los niños de la guerra conducía a la visión actual del fenómeno migratorio. Del mismo modo, las imágenes del bombardeo de Gernika se fundían con las que día a día nos llegan en estas fechas desde Gaza, al compás de Gernikan, Gazan, la adaptación de Eñaut Elorrieta del clásico tema de Ken Zazpi que homenajea a los fallecidos en el ataque de 1937 a la villa foral. Con una estética mimada al detalle, los jóvenes de Ibarrekolanda deslumbraron en un espectáculo multidisciplinar que combinaba también danza, fusionando el folklore vasco con el baile urbano, y música, con alardes vocales e instrumentales.

Anteriormente, sus compañeros de 1º de bachilllerato habían zarandeado las conciencias del respetable con Nork lotu gaitu etorkizunik gabeko gurdi honi, galardonada como el mejor trabajo de recuperación de modalidades de teatro, danza, circo o cualquier otra disciplina escénica. Se trata de una propuesta “macarra”, según su propia definición, en la que denunciaban el capitalismo, el machismo y los estereotipos ligados a la mujer. Para ello, echaron mano de clásico de la música popular vasca como el Ama hil zaigu, en el que Mikel Laboa relata la muerte de una madre “extenuada por el trabajo, sin llegar a saber para qué sirve la vida”. La sociedad del consumo también fue baqueteada por estos estudiantes, con sus constantes referencias al “trabajar, comprar, comprar más barato, trabajar más y más barato” y sus cuidadas coreografías parodiando la dependencia del teléfono móvil.

También resultó rompedora Shine&Sparkles. XXI. mendeko nerabeak, el mejor trabajo de Enseñanza Secundaria que llevaron a escena los chicos y chicas de 1º y 2º de bachillerato artístico del Instituto Txurdinaga Behekoa. Presentada como una “cruda reflexión colectiva en formato de comedia musical”, planteaba los problemas cotidianos que asedian a los adolescentes de hoy en día. La falta de encaje en los estereotipos establecidos por la sociedad, la incomprensión por parte de sus padres y madres, la salud mental juvenil y fenómenos como el bullying salieron a la palestra en los diálogos y, de forma más desenfadada, en sus bailes y canciones.

El premio a la propuesta escénica más original se la llevó Los cuentaliburus de Bibolin. Seis alumnos de 10 años del Colegio El Ave María pusieron la sonrisa en los labios de los espectadores con una obra que recuerda la importancia de la lectura y del buen uso de los libros. La trama nos mete en la piel de Ane, una niña desolada porque a su cuentaliburu le falta la última página y nunca podrá acabar de leerlo. Para solucionarlo se moviliza una ambulancialiburu y un equipo de medicoliburus que le operan de urgencia y le transplantan con éxito una nueva última página.

La mejor resolución de los aspectos técnicos de la obra fue, a juicio del jurado, la planteada por 21 alumnos de 5º de Primaria de Zazpilanda Eskola en Mareak eta sustraiak, en la que destacaba un despliegue de originales vestimentas.

La gala la abrieron los niños y niñas de 4º, 5º y 6º de Uribarri Eskola con Mirariak Aliziaren lurraldean. El designado como mejor trabajo de Enseñanza Primaria es una adaptación del mundo onírico del clásico Alicia en el País de las Maravillas que plantea “un viaje de autoconocimiento y autoaceptación personal”.

También los centros educativos Artxandape, Urretxindorra, Ángeles Custodios e Ikasbide Ikastetxea recibieron un diploma por las propuestas escénicas presentadas.