“He tocado como la mierda”, solía decir Paco de Lucía cuando bajaba de un escenario debido a su enorme autoexigencia. No opina así la bailaora Sara Baras, que este fin de semana festeja su vigésimo quinto aniversario de carrera con Vuela, espectáculo que permanecerá en el Teatro Arriaga hasta el domingo. Todo él es un homenaje al guitarrista de Algeciras, el mejor tocaor flamenco de la historia, cuya familia ve reeditada estos días su visión del Concierto de Aranjuez junto a la Orquesta de Cadaqués en su trigésimo aniversario.

Universal Music Spain lanza este fin de semana la edición 30º aniversario del Concierto de Aranjuez interpretado por Paco de Lucía junto a la Orquesta de Cadaqués, dirigida por Edmon Colomer. El legendario concierto se grabó los días 25 y 26 de abril de 1991 en el Teatro Bulevar de la Casa de Cultura de Torrelodones (Madrid), y contó con la presencia del mismísimo Maestro Rodrigo.

“He vivido muchos momentos históricos importantes, con tantas obras de mi padre que han tenido estrenos mundiales en ciudades de todo el mundo, la mayoría fuera de España con artistas grandísimos”, explica Cecilia, hija de Joaquín Rodrigo. “El momento del abrazo de mi padre con Paco al final fue un acontecimiento”, recuerda.

Además, entre la audiencia, fueron testigos célebres guitarristas clásicos como Ignacio Rodes, pero también estaba bien representada la escena flamenca con nombres como Serranito, Pepe Habichuela, o por aquél entonces un treintañero Tomatito que décadas después publicaría su propia versión de la obra del Maestro Rodrigo.

El disco está dividido en dos partes: la primera contiene los tres movimientos (Allegro Con Spirito, Adagio y Allegro Gentile) del concierto para guitarra y orquesta, escrito por Joaquín Rodrigo (Maestro Rodrigo) a principios de 1939 y estrenado a finales de 1940. La segunda incluye tres piezas de la suite para piano Iberia (Triana, Albaicín y Puerto), compuestas por Isaac Albéniz e interpretadas a tres guitarras por Paco de Lucía, José María Bandera y Juan Manuel Cañizares con arreglos de este último.

La edición original de la obra se lanzó en octubre de 1991 bajo el sello Polygram Ibérica, S. A. Dirigida y realizada por Paco de Lucía, introdujo una visión flamenca en la música clásica estatal y elevó, por fin, a la guitarra flamenca a otro nivel. El resultado fue absolutamente demoledor y es una de las versiones más conocidas y reconocidas de la magistral obra del Maestro Rodrigo.

Labor compleja

Este disco histórico, ahora disponible en formato compacto, vinilo y hasta casete, permitió al público disfrutar de la fusión de la obra musical española más escuchada del siglo XX, la de Rodrigo, interpretada por el mejor y más internacional guitarrista flamenco del momento, que puso de acuerdo a la crítica estatal e internacional y al gran público, que ya había llevado a las listas obras del andaluz como Entre dos aguas.

Esta revisión sinfónica flamenca fue de todo menos fácil para Paco de Lucía. La empezó a barajar a mediados de los años 80 a causa de la admiración que sentía por la obra cumbre del maestro Rodrigo, al igual que por el trabajo de Falla y Albéniz. Su concreción resultó muy compleja, ya que la industria discográfica consideraba que ya tenían en catálogos demasiadas adaptaciones del Concierto de Aranjuez y que, además, la grabación iba a resultar cara. Finalmente, se registró tras una larga gira por América del Sur donde el de Algeciras consiguió la financiación necesaria.

 Paco de Lucía no sabía leer música, pero su virtuosismo ante la complejidad de la aventura y la conjunción con la orquesta en los dos conciertos en Torrelodones convirtieron en sencilla su ejecución aunque el director Edmon Colomer indicara que el guitarrista “era hombre de pocas palabras, pero de mucha comunicación” al interpretar la música. Y se llevó a cabo con “la actitud entusiasta” del Maestro Rodrigo, favorable a “un tratamiento tan distinto del clásico, como es el del flamenco”.