Se trata de una de las obras más importantes de la colección del Museo de Bellas Artes. El Retrato de Felipe II, firmado por el pintor neerlandés Antonio Moro, fue adquirido por la pinacoteca en 1992 de la colección privada de la familia Spencer, la dinastía condal en la que creció Diana de Gales. Residirá, hasta el próximo año, en la sala de los Austrias de la Galería de las Colecciones Reales de Madrid como obra invitada. 

Así lo han anunciado este miércoles Miguel Zugaza, el director del Museo de Bellas Artes de Bilbao; Ana de la Cueva, la presidenta del Patrimonio Nacional, y Leticia Ruiz, la directora de la Galería de las Colecciones Reales en una rueda de prensa que ha tenido lugar en la capital española. “Antonio Moro muestra en este cuadro las coordenadas fundamentales del retrato de la corte de los Austrias: el lujo indumentario, la austeridad en el ademán y esa distancia que impone”, ha destacado esta última. 

La obra fundacional del retrato cortesano

Al hilo de las palabras de Ruiz, Zugaza ha subrayado en una conversación con DEIA que el lienzo de Moro podría considerarse la obra fundacional del retrato cortesano del renacimiento: “Establece un prototipo de lo que va a ser el retrato de corte de toda una dinastía. Estamos delante de un cuadro que está fundando una tradición y eso es muy importante”, precisa el historiador y museógrafo vizcaino. Ha apuntado, además, que se trata “del primero que tenemos de Felipe II”. 

Te puede interesar:

Por otro lado, Zugaza sitúa la efigie en el contexto del Felicíssimo Viaje de Felipe II, una gira que el todavía príncipe realizó por los dominios italianos y belgas de su padre, el emperador Carlos V, entre abril de 1549 y mayo de 1550. En su transcurso, posó para el pintor neerlandés. 

“Fue importante [el viaje] en la formación artística del propio Felipe II, al que se conoce como uno de los primeros grandes príncipes coleccionistas de arte del renacimiento” , ha subrayado Zugaza. “De hecho, una cosa muy bonita del encuentro que propiciamos con el préstamo de la obra es que el joven príncipe se encuentra con una parte importante de las obras que él coleccionó”, ha apostillado el director del Museo de Bilbao.