Para Gaizka Urresti, (Portugalete, 1967) el amor de pareja es “un lugar seguro donde crear un proyecto compartido”, un espacio para que ambas personas puedan crecer o la capacidad de empatizar y anteponer las necesidades del otro a las propias. “Eso es el amor”, señala. Reconoce, no obstante, que definir un sentimiento tan intenso es difícil. Incluso para él, que ha realizado un viaje de cuatro años para explorarlo a fondo. Un viaje que concluye con Terapia de parejas, su último documental. La película, que ahonda en una técnica psicológica que ayuda a las parejas a gestionar sus conflictos y a quererse mejor, se estrena hoy, Día de San Valentín, en todos los cines de Bizkaia. 

En febrero de 2020, Gaizka Urresti –ganador de dos Goyas por el documental Labordeta y por el cortometraje Abstenerse Agencias– se acercó al universo de la pareja desde un enfoque para él desconocido. “Gracias a mi relación con la guionista y psicóloga principal, socia en la empresa y socia en la vida –Elisa Múgica, productora del documental y su pareja–, conocí una terapia que pone el foco en las emociones”, relata el documentalista. 

Una terapia que mantiene a las parejas unidas

La terapia a la que se refiere Urresti es una técnica denominada TFE (Terapia Focalizada en las Emociones). Fue desarrollada hace 25 años por la doctora canadiense Sue Johnson y se basa en expresar los sentimientos más recónditos para atajar discusiones estériles, que desgastan la pareja. Este modelo de intervención, según su impulsora, tiene éxito entre el 70 y el 75% de los casos.

"Juntos, como pareja, hicimos un taller en Costa Rica y evidencié que la técnica era súper fuerte”, continúa Urresti, “además, ella –por Múgica– es la segunda psicóloga formada en esta técnica y fue seleccionada para participar la primera investigación científica en habla hispana sobre esta terapia. Fue entonces cuando decidí recoger, junto a ella, este tema a través de un documental”, concluye. 

Los resultados de este primer ensayo clínico en castellano, impulsado por la Universidad de Navarra en colaboración con la Brigham Young University (Utah, EE.UU.), arrojan que la terapia mejora de manera significativa las relaciones de pareja y beneficia la salud mental de las mujeres. 

Estas mejoras se cristalizan en los y las protagonistas del documental, las parejas que participan en el estudio. El objetivo de Urresti es acercar al espectador conceptos como el apego, la salud mental, la vulnerabilidad o la mala comunicación a través de cinco parejas de carne y hueso. 

Los narradores: Rozalén y Marwán

Iván Miñambres, reciente ganador de su sexto premio Goya, acompañó a Urresti en el preestreno de este lunes, que tuvo lugar en Portugalete José Ignacio Aláez

El viaje que realizan estos enamorados por el mundo de las emociones es narrado por dos cantautores que se han acercado al amor desde diferentes puntos de vista: Rozalén y Marwán. “Abren y cierran la película y son los conductores de todos estos temas”, explica el director. En la grabación del documental, a caballo entre las ciudades de Teruel y Zaragoza, Urresti les planteó un abanico de temas, los que estaban trabajando con las parejas. Ellos, por su parte, los recogían para abordarlos desde su propia experiencial. “Su visión no es la de un experto, sino la de un artista idolatrado por mucha gente que se abre emocionalmente”, expone Urresti con pasión. 

Según el cineasta, su presencia genera empatía en el espectador, porque éste observa que ambos atraviesan problemas similares a los suyos: “Por ejemplo, un fan de Rozalén puede ver que ella tiene problemas para abrazar y que eso es algo que también le pasa a él y que lo que le ocurre no es tan excepcional”, apunta director.

La cantautora asegura que esta película le ha sacado de su zona de confort: “Es algo que no había hecho nunca delante de una cámara. Me daba vergüenza pensar: '¿quién soy yo para hablar de esto?' Pero es verdad que no tenemos que tener razón en asuntos de amor, al final somos colegas hablando de sentimientos”, dice sobre su experiencia trabajando con Marwán en un documental que considera transformador.

Urresti, por su parte, adelanta que el público “ríe y llora a partes iguales”. Espera que esta nueva aventura en la que se ha embarcado junto a su pareja ayude a otras a construir lugares seguros en los que crear proyectos compartidos.