Que The Sadies regresen a Euskadi es siempre una magnífica noticia. Aunque canadienses, como los inolvidables The Band, llevan dos décadas y media regalando en sus discos y por los escenarios internacionales su profunda y emotiva pasión por el rock alternativo de raíces de Estados Unidos con un repertorio que bebe del rock, la psicodelia, el folk y el country. Hoy, martes, actuarán en el Kafe Antzokia de Bilbao, a las 20.00 horas y con entradas a 22 euros en taquilla, y mañana repetirán en Donostia, en la sala Dabadaba, en este caso con los gipuzcoanos Harria como teloneros.

Organizada por la promotora estatal Houston Party para festejar su vigésimo quinto aniversario, la gira de The Sadies tiene como motivo la presentación sobre los escenarios de las canciones más recientes de los canadienses, temas como It´s Easy (Like Walking), All the Good, Better Yet, More Alone o So Far for So Few, esta última con ecos de unos REM lisérgicos.

Todas ellas se incluyen en su último disco de estudio, Colder Streams, editado el año pasado y que se hizo acreedor a un Juno Award –el equivalente a los premios Grammy en Canadá– en la categoría Adult Alternative Album of the Year. Además, gracias a este punzante y eléctrico disco han sido nominados a los Polaris Music Prize de este año.

Junto a este último trabajo sonarán temas ya clásicos de la banda como Hold On, Hold On, Wasn´t Born to Follow o Anna Leigh, esta última compartida con Kurt Vile. El grupo cuenta con una sólida discografía propia aunque parte de su conocimiento en Europa proviene de haber compartido escenario con Neko Case, Jon Spencer o John Doe como banda de acompañamiento. El grupo se formó en Toronto, cuando se acercaba el cambio de milenio, impulsados por los hermanos Dallas (cantante y guitarrista) y Travis Good (vocalista, guitarrista y violinista).

Hace mucho que editaron su debut, Precious moments, y los buenos momentos ofrecidos a sus seguidores son ya muchos, antes y después de que Neko Case abandonara la formación para impulsar su solvente carrera en solitario. Lo atestiguan trabajos como Pure diamond gold, Tremendous efforts o Darker circles, en los que la banda, siempre elegante y maqueada con sus botas de punta, corbatas estrechas y pintureras chamarras y camisas, demuestra su profunda sapiencia sobre el legado musical estadounidense.

Su cancionero ecléctico, que puede gustar tanto a los fans de la Americana como a los del rock clásico, el garaje y los sonidos surf, alterna lo acústico con lo eléctrico y ofrece un nuevo regalo con su reciente último disco, el que les lleva de gira mundial de nuevo. ¡Y son ya casi una veintena!