La directora de cine Rita Azevedo Gomes, una de las figuras clave del cine portugués contemporáneo, consideró ayer jueves en Bilbao que el cine “es una forma de estar en la vida, de vivir”, de sentirse “viva”. Azevedo Gomes (Lisboa, 1952) recibirá hoy viernes el tercer Mikeldi de Honor que concede la 65 edición del Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao-Zinebi, que le ha sido otorgado en reconocimiento a toda su carrera profesional.

La cineasta portuguesa admitió que su cine “ha estado un poco olvidado” y “en la sombra”, pero mostró su alegría y gratitud porque “de repente” recibe reconocimientos como el de Zinebi. “Hacer cine es muy complicado porque es algo que te lleva toda la vida, te consume toda la energía, pero momentos como este hacen que piense que, a pesar de todo, mereció la pena”, agregó. Tras destacar que actualmente intenta sacar adelante dos proyectos cinematográficos, mantuvo que “el cine es una cosa que no te deja tranquila porque para mí es una forma de estar en la vida, de vivir, de sentirte vida”. “Cuando no hago cine, es cierto que sigo viviendo, hago vida diaria, estoy con la familia, pero no me siento verdaderamente viva. El cine tiene esa capacidad de hacerme sentir viva y reconocimientos como este hacen que pienses que todo ha merecido la pena”, sentenció. “El cine crea relaciones de afecto. No concibo el cine sin los afectos, para mi el cine es una forma de querer a las personas, en primer lugar a las personas que me rodean, las que son importantes para mí y las que me rodean cuando hago una película”, añadió.

Rita Azevedo Gomes recordó que empezó en el mundo del cine “por curiosidad” y no se formó en una escuela de cine, por lo que no tiene formación cinematográfica y lo que sabe de este arte “es por experiencia”. “También soy muy curiosa con la pintura, con el arte y mi escuela ha sido ver muchas películas, y lo que más me ha impactado siempre del cine es que es una forma de sobrepasar la realidad”, apuntó. Confesó que cuando hace una película, lo que le gusta es “coger todo un poco de lo que ya existe, pintura, teatro, música, ópera, cultura, revolverlo todo y después devolvérselo a la sociedad de otra manera, hacer algo diferente, aunque es cierto que hay una línea” en sus películas.

La carrera de Rita Azevedo comenzó a inicios de los 70 con incursiones en el cine, el teatro, donde hizo La gaviota, de Chejov; Antígona, de Sófocles, y Bérénice, de Racine, entre otras, y ópera (La reina de las hadas, El rey Arthur, La Traviata, Idomeneo, Platea y El carnaval de los animales).