"Un lienzo en blanco es una aventura única e irrepetible", estimaba el portugalujo Iñaki Moreno Araújo. Su vida también lo ha sido. Tristemente este jueves, su padre, Ricardo Moreno, comunicó el fallecimiento del catalogado como “pintor más solicitado por los interioristas españoles”, según valoración de la especialista Sara Barragán del Rey, de Architectural Digest.

Iñaki Moreno Araújo, a quien tuvimos la suerte de conocer, fue un reclamo constante entre los amantes del arte contemporáneo y la comunidad del interiorismo. “Su expresionismo abstracto se basa en la investigación del color y la vulnerabilidad del ser humano”, valorizaba Barragán del Rey.

El finado por un infarto mientras dormía en Barcelona tenía jóvenes 54 años y fue, asimismo, futbolista, como su padre, y nieto del recordado “gudari del 36” José Moreno, del batallón San Andrés, quien hasta sus últimos días remitió cartas a este periódico. “Ha sido un hijo sensacional, buen jugador fútbol y un gran artista. Su pérdida nos ha dejado el corazón roto a mí -su padre-, a su madre, hermana, sobrino y a toda tu familia. Así como a Emma, su pareja. Le tendremos siempre en el corazón y la mente”, lamenta su padre a DEIA.

El reconocido pintor declaraba que en cada uno de sus cuadros desvelaba “la creatividad como explosión de ideas que rompen los moldes establecidos y deshacen los límites de los condicionamientos. Con libertad para crear sin miedo y de una manera natural, sin ser preconcebida o atrapada en la forma, desde una mirada auténtica”.

Iñaki Moreno nació en 1968 en Inca (Mallorca), localidad en la que su padre jugaba en el club homónimo. También vivió en Badalona y Portugalete, y en los últimos tiempos había afincado su residencia junto a su pareja en Barcelona, donde trabaja cada día en un antiguo convento del siglo XIX convertido en taller. Desde sus paredes llenas de historia ha desarrollado su arte pictórico expresionista abstracto en el que investigaba con libertad.

Moreno admitía que poner el alma en su obra no era tarea fácil: “No siempre lo consigo”. Para él era más bien un compromiso porque “es la mejor manera de transmitir mi honestidad y el profundo respeto que el arte merece”, apostillaba.

Gracias a sus obras, distintos espacios de interiorismo contemporáneo consiguen ensalzar su carácter y personalidad. “De Nueva York a Lisboa, su obra ha conquistado el territorio estatal e internacional y está presente en salones imponentes, zonas de paso especiales, habitaciones elegantes, recibidores sorprendentes, restaurantes glamurosos, espacios de trabajo únicos, así como en galerías de arte de ámbito mundial”, valoran quienes le conocieron y quisieron.

Como futbolista militó en entre 1986 y 1998 en los siguientes clubes de Segunda División: Santurtzi, Sestao, Atlético Madrileño, Barakaldo, Recreativo de Huelva y Bermeo. El 25 de febrero iba a cumplir 56 años.