El compositor Franco Migliacci, autor de clásicos de la música italiana que traspasaron las fronteras como "Nel blu dipinto di blu" y "Una rotonda sul mare", murió hoy a los 92 años en una clínica de Roma, informaron los medios locales.

Migliacci dejó huella en la industria musical europea como productor discográfico, cazador de talentos y compositor para artistas de la talla de Mina, Rita Pavone, Gianni Morandi y Domenico Modugno, con quien compuso uno de los himnos de los primeros años del Festival de Eurovisión que ha perdurado hasta nuestros días.

"Nel blu, dipinto di blu", conocida popularmente como "Volare", venció en el Festival de San Remo en 1958 y representó a Italia en el certamen europeo, donde quedó en tercera posición, un puesto que no impidió su éxito internacional hasta convertirla en una de las canciones más representativas de la italianeidad en el mundo.

Su repercusión fue tal que cruzó el Atlántico hasta situarse en el número uno de la revista estadounidense Billboard y ganó tres galardones en la primera edición de los premios Grammy, situando a Modugno y Migliacci por delante de iconos como Frank Sinatra y Ella Fitzgerald.

Los versos de la canción ("creo que un sueño así nunca volverá, me pinté las manos y la cara de azul") surgieron de la desesperación de Migliacci, quien un día decidió pintarse las manos y la cara de azul para "desaparecer lentamente" y el gesto le llevó a escribir el tema mano a mano con Morandi.

La canción, un canto de liberación y espontaneidad ante los sinsabores de la vida, ha sido versionada por infinidad de músicos en casi todos los géneros posibles, desde David Bowie a Cliff Richard, Hilary Duff y los Gipsy Kings.

A partir de entonces dejó su trabajo de escenógrafo y comenzó a componer para Mina, Rita Pavone, Patty Pravo, Nicola Di Bari y más exponentes de la "canzone italiana".

Aunque sus mayores éxitos salieron de su prolífica colaboración con Gianni Morandi con canciones como "C'era un ragazzo che come me...", "Che sarà", "Come te non c'è nessuno".

También fue autor de la banda sonora de clásicos infantiles como "Heidi" y durante dos años presidió la Sociedad Italiana de Autores y Editores (SIAE).