“Una familia disfuncional es cualquier familia con más de una persona en ella”, ha señalado la escritora y poeta Mary Karr, conocida por una habilidad cautivadora para dar voz a lo divertido en los momentos más desgarradores de la vida. 

En su primer libro de memorias y más famosa obra, El Club de los mentirosos (1995) y que transformó a Karr en una figura literaria internacionalmente reconocida se describe a sí misma como una niña salvaje e inadaptada en el este de Texas que encontró consuelo en la literatura y la poesía. Escribir sobre su infancia le permitió reconciliarse con su pasado y encontrar la fuerza para seguir adelante: “Si no hubiera tenido la escritura, no sé qué habría hecho. Habría estado muerta en una zanja en algún lugar”, describió en The Paris Rewiew. Su vida estaba destinada por el estereotipo a algo muy diferente a lo que hoy es, una escritora de renombre cuya obra ha sido aclamada por su franqueza, humor y capacidad para capturar la esencia de la vida de aquellos que bordean la exclusión social,

Karr nació en enero de 1955 en Groves (Texas) y creció en un ambiente de pobreza y abuso en una familia disfuncional marcada por el alcoholismo de su madre y sus brotes psicóticos. Era la mayor de dos hermanas en un hogar roto y peligroso donde los balazos, los ataques con cuchillos de carnicero o el abandono eran la pauta diaria. 

En el resto de su trilogía formada por La flor e Iluminada, Karr explora su adolescencia y su lucha contra el alcoholismo y la adicción como catarsis para superar la brutalidad de la vida que le tocó vivir. “Hay algo profundamente satisfactorio en escribir sobre tus peores momentos. Es robarles el poder de hacerte daño. Es como si pudiera reírme de mi propia vida”, señaló como ejemplo poderoso de cómo la literatura puede ser una herramienta para el autocuidado y la sanación personal.

Portada de su primer libro de memorias publicado en 1995.

Portada de su primer libro de memorias publicado en 1995. Cedida

Karr no permitió que su pasado la definiera. Con perseverancia se graduó en la Universidad de Montana y recibió su doctorado en literatura de la Universidad de Harvard en el año 1985 porque el caso de Karr no es solo el de una autobiografía superventas. Su talento está basado en una prosa potente y una habilidad única para capturar la esencia de la vida y hacerlo con franqueza sobre temas difíciles: “Creo que lo más importante es ser honesto contigo mismo. Si tratas de escribir lo que crees que la gente quiere leer, o lo que crees que va a ser popular, estás destinado al fracaso”.

Un humor ácido y una honestidad brutal comparados con el de otros escritores famosos como Dorothy Parker, apodada ‘la gran moderna’ por su obra feminista de principios del siglo XX o el propio Ernest Hemingway.

“Joyas con espinas”

Karr es una de las escritoras más influyentes en la literatura de memorias y ha sido reconocida con numerosos premios. Experiencias personales difíciles, traumáticas y tratadas en primera persona con una cruda franqueza como forma de cautivar a infinidad de lectores, muchos con experiencias similares. Fue violada y abusada sexualmente varias veces y su escritura nos muestra la importancia de hablar sobre el trauma y buscar ayuda para sanar.

Ha elevado el arte del género personal para ser una de las autoras de memorias más influyentes. Un impacto en el mundo de la escritura que va más allá de sus propias obras que ya han sido calificadas ya como ‘joyas con espinas’.

Perdón y comprensión a unos padres negligentes

Con un ingenio inagotable, Karr incluye episodios en sus memorias en los que su madre la golpeaba o abandonaba en lugares peligrosos, cuando intentó apuñalar al padre de Mary con un cuchillo de cocina o cuando ella misma se autolesionó en varias ocasiones.

En su obra literaria, Karr habla abiertamente sobre la vida de sus padres y su relación con ellos junto a la enorme complicidad con su hermana Lecia. Pete Karr, murió de cáncer en 1987, poco después del lanzamiento de “El club de los mentirosos”, el primer superventas de Mary. Su madre, Charlie Marie Moore, que luchó contra el alcoholismo y u su salud mental, murió en 2004 a la edad de 68 años. Karr describe la compleja relación con ella, producto de la negligencia instalada por su adicción al alcohol mientras la iniciaba en la lectura de los clásicos.

A pesar de todas las dificultades, Karr ha hablado sobre el amor y la conexión que aun siente hacia ellos. En su obra memorialística explora los muchos aspectos de la relación con unos progenitores negligentes y poder así comprender y perdonar.