El coste la ampliación del Museo Guggenheim Bilbao en dos sedes distintas de Urdaibai, que estarían ubicadas en las localidades de Gernika y Murueta, ha sido cifrado en cerca de 130 millones de euros. El estudio neoyorquino de arquitectura Cooper Roberston ha sido el encargado de redactar el informe sobre las necesidades arquitectónicas y magnitudes económicas que se estiman para el proyecto que sigue siendo una prioridad para la Diputación Foral de Bizkaia. De hecho, hace un mes, Elixabete Etxanobe, candidata del PNV a diputada general, anunció que la licitación de los trabajos de derribo de la antigua fábrica de Dalia ya estaba en marcha y preveía que pudieran comenzar tras el verano. No obstante, de momento, el estudio de la ampliación por parte del Patronato de la Fundación Guggenheim Bilbao continúa en análisis.

El anhelo de instalar un museo que extrapole el llamado efecto Guggenheim a Urdaibai nació en 2008 de la mano del entonces diputado general José Luis Bilbao. La primera idea fue ubicarlo en Sukarrieta, en el edificio diseñado por Ricardo Bastida que acoge las colonias de la BBK. Aunque el proyecto no prosperó -entre otras cuestiones, debido a la crisis económica, la falta de apoyo del lehendakari Patxi López (de 2009 a 2012) y un planteamiento que no convenció-, en aquella ocasión también fue el despacho neoyorquino el que redactó el informe. Esta vez ha actualizado aquel estudio para adaptarlo a las nuevas ubicaciones en dos sedes.

Así, el coste estimado, desglosados por apartados, prevé una inversión de 80 millones para la construcción de las dos sedes -previstas en la antigua fábrica de cubertería Dalia de Gernika y en los astilleros de Murueta-, otros 40 millones para equipamientos, honorarios y licencias, y otros 7 u 8 millones para el desarrollo del proyecto. Anteriormente se barajó un costo de unos 120 millones de euros, con lo que la actualización lo incrementaría en 8, un 6,66% más.

Por lo que se refiere a las superficies que ocuparían los edificios, el estudio del gabinete neoyorquino contempla unos 5.000 metros cuadrados construidos en Gernika y unos 7.000 en Murueta. A esto habría que añadir 10.000 metros cuadrados más de zonas exteriores en Gernika y unos 35.000 metros cuadrados en Murueta. Por su parte, la construcción de la senda peatonal que uniría las dos sedes del Museo no entraría en la financiación del proyecto, ya que al tratase de un espacio público la tendrían que asumir las instituciones competentes.

Fase de análisis

El contenido detallado de la actualización llevada a cabo por la asesoría fue dado a conocer a los miembros del Patronato de la Fundación Guggenheim Bilbao en la reunión que tuvo lugar el pasado miércoles, 14 de junio. No obstante, no se tomó ninguna decisión al respecto, por lo que el estudio de la ampliación continúa en fase de análisis. En declaraciones a Efe, el director del Guggenheim Bilbao, Juan Ignacio, señaló que lo positivo del informe del despacho Cooper Roberston es que “confirma los planteamientos que manejábamos hace 12 años y que las magnitudes económicas que manejábamos entonces se pueden mantener, aunque adaptadas a estas nuevas ubicaciones”.

Según confirma Vidarte, se ha tratado la actualización del proyecto, “pero todavía no se ha tomado la decisión por parte del patronato de avanzar en el proyecto y, por tanto, hasta que eso no ocurra, el proyecto sigue en fase de estudio, no se le ha dado luz verde”. El director de la pinacoteca bilbaina también ha recordado que “la aportación de los fondos necesarios para llevarlo a cabo todavía no está completamente comprometida, ya que falta que el Gobierno vasco tome su decisión, que todavía no lo ha hecho” y que el Gobierno de España confirme los 40 millones comprometidos de los Fondos Next europeos.

El pasado 14 de marzo, el consejero vasco de Cultura y portavoz del ejecutivo de Gasteiz, Bingen Zupiria, indicó que para la puesta en marcha del proyecto había numerosos elementos “pendientes” entre los que citó el “plan de financiación” de la ampliación y aplazó a “antes del verano” el establecimiento de las “necesidades” del proyecto de modo que se haga una “cuantificación económica” del mismo, lo que ha hecho el estudio del gabinete Cooper Roberston. 

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Vidarte ha agregado que “tampoco está definida la estructura de financiación que tendría el proyecto”, por lo que faltan estas dos cuestiones: la decisión del Gobierno Vasco, socio de la Diputación de Bizkaia en el Patronato del Guggenheim Bilbao y la estructura de financiación del proyecto. De hecho, el director del museo advierte de que es necesario que el Gobierno vasco dé luz verde a la iniciativa para avanzar a la siguiente fase: la convocatoria de un concurso arquitectónico internacional.

Por su parte, la Diputación de Bizkaia, una de las instituciones que más interés ha manifestado en el proyecto, “tiene avanzado un acuerdo con el Gobierno de España para comprometer una financiación (de fondos europeos y una participación en la financiación con 40 millones de euros), pero creo que todavía no está aprobada, ni firmada”. Paralelamente la administración foral tiene reservados otros 40 millones de euros para acometer el proyecto.