La lluvia agua el aperitivo del BBK Live en Hirian
El barrio bilbaino se entrega a Hirian a pesar de que la lluvia obliga a cancelar o retrasar varios de los conciertos previstos
Prometía ser una jornada multitudinaria que llenara el barrio de Basurto de melómanos dispuestos a disfrutar del aperitivo del Bilbao BBK Live. Y lo fue. Sin embargo la lluvia aguó el día en el que tuvieron que suspenderse gran parte de los conciertos previstos, incluso algunos de los más esperados como el de Nena Daconte. Solo se celebró al completo la programación del escenario de Basoa. La mañana comenzó con normalidad, pero pasadas las 15.00 horas la banda Mirua tuvo que parar su bolo por la tormenta. Unas horas después pudo salvarse el concierto de Los Chikos del Maiz. Los raperos valencianos actuaron frente a cientos de personas sedientas de música en directo. “Ha sido una faena porque teníamos grandes expectativas para esta fiesta en el barrio”, se lamentaba Sara Fernández, una vecina del barrio al saber que todos las actuaciones posteriores iban a suspenderse.
Las donostiarras Clara y Sara llegaron a primera hora de la tarde con el cartel bien estudiado para ver a bandas como Vatocholo o Nerve Agent, aunque no pudo ser. Fueron dos de los grupos que no actuaron. “Tenemos las expectativas altas. El año pasado estuvimos en Santutxu y se lo curraron mucho con el sonido y la seguridad, estaba muy bien cubierto”, expresaron estas jóvenes de 20 años que aún no han conseguido subir a Kobetamendi pero no se pierden el programa gratuito. “La asistencia al festival es muy cara para nosotras”, confesaron estas estudiantes, que tienen previsto acudir a la versión originaria del festival, la de pago, tan pronto como se pongan a trabajar.
Estaba previsto que más de 20 artistas –algunos no pudieron actuar– convirtieran ayer el barrio de la capital vizcaina en una fiesta diurna con una oferta musical que, desde Last Tour International, responsable del festival, tildaron “de vanguardia, ecléctica y abierta a todos los gustos”. Es la quinta edición de un programa que se vio interrumpido por la pandemia justo cuando empezaba a alzar el vuelo. La iniciativa, que pretende llevar la música a todos los rincones de la ciudad, se ha celebrado hasta ahora en Bilbao La Vieja (2018), Deusto (2019) y Santutxu (2022) –en 2020 se llevó a cabo en espacios cerrados por la pandemia–. Se trata del aperitivo que viene a completar el gran menú que se servirá los próximos 6, 7 y 9 de julio, cuando Florence and The Machine, Artic Monkeys, The Chemical Brothers, Phoenix o Pavement sonarán bien alto en una edición para la que aún están disponibles los últimos bonos.
Quienes no faltarán a esa cita serán Sandra, María y Yera. De Valladolid, Santander y Santutxu, estas tres amigas son el claro ejemplo de que lo que el festival ha unido no hay nada que lo pueda separar. “Nuestro grupo de Whatsapp se llama BBK Live. El primer plan que hicimos juntas fue ir al festival. Es un plan que nos gusta mucho. Con esto vamos entrando en faena”, explicaba una de ellas mientras sonaba Airu en el escenario de La Perrera y antes de que empezara Laura Sam y Juan Escribano. Después de haber vivido en Bilbao, Sandra y María han elegido este fin de semana para volver de visita. “Nos ha salido bien”, afirmaron entre risas, antes de reconocer que al margen de los grupos más populares no conocían al resto que conforman el cartel. “Pero estas iniciativas siempre están bien para descubrir a otras bandas”, expusieron.
Gonzalo y Aida salieron ayer bien pronto de casa, donde la música entraba a través de las ventanas. “Más cerca imposible. Normalmente no suele haber muchos conciertos en Basurto, además. Ahora a lo mejor con La Perrera se dinamiza un poco más, pero no es un barrio que tenga mucha juventud...”, consideró Aida, mientras Gonzalo afirmaba que estirarían la jornada todo lo posible.
La onda expansiva de la música llegaba –y ese es uno de los objetivos de Hirian, que no instala barras propias en las que se sirva comida y bebidas– hasta los locales de hostelería colindantes, nada habituados a un zafarrancho de combate más propio de Aste Nagusia. En la cafetería Alain, Amaia hizo hueco a los marianitos y a los bocatas entre los cafés y los bollos que despacha habitualmente. Desde el Beltz, Ángela aseguró que estaba preparados para lo que pudiera llegar. “Basurto tiene sus fiestas, pero se hacen más arriba, ahora ha quedado un hueco muy grande en el que entran miles de personas que no se aprovecha tanto”, consideró la hostelera en referencia a la avenida de Sabino Arana después de que eliminaran el viaducto.
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