El Bellas Artes de Bilbao ha vuelto a salir al encuentro de sus visitantes. El programa de divulgación artística La Ruta del Arte BBK Artearen Ibilbidea comienza su cuarta temporada con una nueva itinerancia que, en esta ocasión, tiene como objetivo mostrar la imagen de Bizkaia a través de 36 obras realizadas por 30 artistas en diferentes periodos de la historia del arte. De este modo, Miradas a Bizkaia traza un “retrato” del territorio a través de manifestaciones artísticas que recorren una amplia cronología, desde las últimas décadas del siglo XVIII hasta la primera del XXI. 

Desde hoy, las reproducciones de las 32 pinturas, tres carteles, dos fotografías y un collage se pueden ver en la Gran Vía de Bilbao, frente a la sala BBK. La iniciativa está patrocinada por la Fundación BBK, Patrono de Honor y miembro del Comité Ejecutivo del museo junto con las tres instituciones fundadoras desde 2001.

Bingen Zupiria, consejero de Cultura y Política Lingüística de Gobierno Vasco y presidente de la Fundación Museo de Bellas Artes de Bilbao, agradeció a la Fundación BBK que haga posible que estas reproducciones de obras de arte salgan de sus paredes y puedan recorrer el territorio para acercarse a la ciudadanía. “Y tan importante como la colaboración de la BBK es el compromiso de todos los ayuntamientos de Bizkaia que van a acoger esta muestra. Es un buen ejemplo de colaboración entre una entidad privada como es BBK, instituciones públicas y el propio museo”, ha explicado Zupiria.

“Tanto 2023 como 2024 van a ser años muy importantes para este museo, que está acometiendo su ampliación para ganar espacio y enriquecer su oferta expositiva. Pero el museo está haciendo un esfuerzo muy importante para mantener su actividad. Esta exposición es una muestra de este esfuerzo”, ha señalado el consejero. 

El director general BBK, Gorka Martínez, ha añadido en la presentación “que esta exposición itinerante tienen como objetivo acercar a la ciudadanía la colección del Bellas Artes, enfocándola cada año de una manera diferente. En 2022 tuvo a la mujer como protagonista y esta vez es una mirada a Bizkaia; la selección de estas obras plasman la realidad de Bizkaia, los vizcainos y vizcainas van a ver cómo se refleja su geografía a través de estas obras de arte. Evidentemente, no son las obras originales del museo, pero son de una altísima calidad, realizadas por Estudios Durero; parecen igual de reales que los cuadros”.  

Enclaves rurales, urbanos, idiosincrasia...

El conservador José Luis Merino Gorospe ha explicado que, a la hora de plantear esta exposición, se partió de la idea de enfocarla a través del paisaje de Bizkaia, “pero nos dimos cuenta de que servía a los artistas para aportar una serie de miradas con trasfondos culturales e incluso ideológicos. De esta manera, fuimos conformando una visión poliédrica de Bizkaia, con mucho más contenido. Tenemos una vistas espectaculares de Bilbao, desde Artxanda, de los Jardines de Albia, de Urdaibai, de paisajes de Ondarroa... Pero también tenemos, por ejemplo, el mural espectacular de Agustín Ibarrola que entró a formar parte de nuestra colección en 2001, una versión del Guernica de Picasso”.  

Las imágenes recogen la iconografía y la geografía vizcainas, desde los enclaves rurales, la costa cantábrica y sus puertos (Bermeo, Elantxobe, Plentzia o El Abra), hasta los paisajes urbanos e industriales (Bilbao, Erandio o las localidades mineras) de municipios y comarcas como Durango, Balmaseda, Gernika-Lumo, Busturialdea-Urdaibai. A su vez, la presencia humana, el paisanaje, en palabras de Unamuno, se funde con el paisaje en actividades que retratan la idiosincrasia de Bizkaia: el trabajo de las gentes del mar, de los aldeanos y obreros, las procesiones y el misticismo, el ocio en romerías y regatas, en el juego de bolos y el bertsolarismo… la cultura y la historia. Un enorme friso que va desde las escenas idealizadas de Luis Paret hasta la denuncia política de Agustín Ibarrola.  

Según explican desde el museo, la amplia cronología de la propuesta permite apreciar la mirada personal sobre el paisaje vasco y sus habitantes de distintos artistas, en ocasiones ligados a los movimientos creativos de cada periodo. Este “álbum” de Bizkaia comienza con el magisterio rococó de Paret y sus delicadas vistas de Bilbao y Bermeo. La descripción de tipos y ambientes propia del academicismo costumbrista se refleja en las elocuentes escenas de Lecuona y Asarta. La pincelada suelta y los efectos atmosféricos de la luz cambiante del impresionismo protagonizan las obras de Guinea, Regoyos, Amárica o Guiard. La geometría cubista afecta a las composiciones de Arteta y Lagar, y, filtrada por la fantasía y el diseño, al gran tríptico de Tamayo. El simbolismo resuena en las pinturas de los Arrue y los Zubiaurre, y el realismo mágico lo hace en las de Herrerro y Ucelay. Mientras, la influencia de la fotografía se concreta en los encuadres de Losada, Tellaeche, Guezala y en el gran panorama urbano de Lazkano, y se hace explícita en las obras de Basilico y Cobo. Por último, el gran mural de tramas geométricas que Ibarrola dedicó al Guernica de Picasso recuerda el gran drama bélico de nuestra historia reciente.

La exposición se podrá ver en la Gran Vía bilbaina hasta el lunes 29 de mayo luego permanecerá una semana en cada municipio vizcaino.