En 1968, el diseñador vasco Cristóbal Balenciaga se retiró de la moda huyendo del prêt-à-porter. El “único auténtico couturier”, tal y como se refería a él Coco Chanel, abandonó su trabajo porque la manera de vivir que permitía la existencia de la alta costura ya se había acabado, era un lujo imposible en aquella época. Cuatro años después, el creador guipuzcoano fallecía de un infarto y la maison Balenciaga se vendió a una compañía alemana que intentó reflotar la firma, pero sus intentos no llegaron a buen puerto. Su atelier pasó de compañía en compañía y fue en los años 80, cuando una de las firmas contrató al diseñador italiano Lorenzo Riva, que realizó apenas dos colecciones para la maison. Cuando Lorenzo Riva se marchó de la compañía, además del finiquito económico, solicitó los 8.363 dibujos y documentos que Balenciaga y su equipo habían realizado entre la década de los 40 y los 60. Riva ha conservado durante todo este tiempo esta colección privada, que en la actualidad constituye un importante fondo documental relacionado con la Casa Balenciaga de París.

En diciembre de 2021, se realizó el primer contacto con el diseñador de nacionalidad italiana Lorenzo Riva, propietario de la colección, y la empresa Art Consulting, encargada de dar difusión al mismo. Desde el Museo de Getaria y del departamento de Cultura y Política Lingüística se pusieron en contacto con el diseñador y tras un estudio pormenorizado del archivo documental que incluyó varias visitas a los fondos para revisar in situ el archivo y verificar la autenticidad del fondo, incluidos los más de 1.500 originales de su puño y letra o que muestran anotaciones manuscritas del propio Balenciaga, la negociaciones llegaron a su fin. 

"El importante fondo se ha adquirido por 650.000 euros, una partida presupuestaria que fue aprobada en el último consejo de gobierno de 2022. Los 8.362 documentos se encuentran ya en el Archivo Histórico de Euskadi, donde serán digitalizados. y más adelante pasarán al Museo Cristóbal Balenciaga. Con esta adquisición, se ampliará y enriquecerá el patrimonio documental de Euskadi”, ha explicado el consejero de Cultura y Política Lingüística y Portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, que ha estado acompañado de la directora del museo de Getaria, Miren Vives.

Bocetos, ideas, documentos, tejidos...

Entre la documentación adquirida, se encuentran bocetos de trabajo de colección, en los que se especifican modelos, complementos, tejidos, el atelier encargado... Más de 1.000 incluyen muestra de tejido, incluso con sus alfilres orginales, la mayoría de los años 60. También se encuentran bocetos de ideas previas, con esbozos de algunas de las líneas más emblemáticas que inició Balenciaga en esa época; para presentaciones, con anotaciones de fechas y lugares concretos, bocetos relativos a sombrerería y complementos, órdenes de trabajo, documentos personales... También se han encontrado figurines para teatro, de mediados de años 40. “Este fondo documental nos ayudará a entender la manera de trabajar de Cristóbal Balenciaga y de sus equipos y de cómo era el proceso de creación en aquellos talleres de costura.Por la información que contienen son también una forma muy ilustrativa y de gran valor documental para conocer cómo era una parte de la sociedad de mediados del siglo XX. Será la primera colección de Balenciaga de este tipo que esté en manos públicas. El resto está en manos privadas, concretamente, en poder de la marca Balenciaga París, por lo que resulta muy enriquecedor desde el punto de vista patrimonial para la conformación del patrimonio cultural vasco”, ha señalado el consejero de Cultura.

Vives ha manifestado que el fondo se encuentra en “bastante buen estado” pese a no haberse conservado con técnicas propias para proteger el papel. "Estas nuevas aportaciones van a dar lugar a la generación de nuevo conocimiento sobre el proceso creativo de Balenciaga que ayudará a entender su filosofía de trabajo”.

Una vez el Archivo Histórico Vasco digitalice todo el fondo, para la conservación preventiva de sus soportes originales y garantizar que se pueda consultar sin recurrir a su manipulación directa, se siglarán los documentos provisionalmente y se dará inicio a los trabajos de estudio y catalogación.

A continuación, el archivo documental pasará al Museo Cristóbal Balenciaga de Getaria, centro referente para el estudio de la figura del modisto y que tiene como objeto principal promover, difundir y potenciar la trascendencia de su figura y de su obra, tanto en el mundo de la moda y de la alta costura, como en el ámbito de la creación artística en general.

Según ha anunciado la directora del museo, en primavera se organizará una exposición con aproximadamente 150 bocetos, para visibilizar esta importanta documentación que configura una “colección sin precedentes”.