'OLVIDADO temor de Dios' ha sido todo un reto para Aritz F. Urchaga. Es su primera novela histórica (Ediciones Abanta) y es el primer tomo, de 670 paginas, de una trilogía que va a recoger la historia de Bizkaia en el siglo XIV, un tiempo tumultuoso donde las peleas entre linajes y familias supusieron casi una guerra civil a nivel de toda la península por la importancia que tenían los señores de Bizkaia en la corona castellana y sus posesiones por toda la península.

La protagonista de esta trilogía es María Díaz II de Haro que a través de su historia rememora cómo, al matar a su padre Juan Díaz de Haro, tuvo que huir del Señorío de Bizkaia y refugiarse en un convento de Baiona donde fue criada desde los seis años, su regreso al Bizkaia, su casamiento con Juan Nuñez de Lara, la guerra civil en la que tomó parte el matrimonio en representación del Señorío...

Pero también hay otra protagonista, su abuela, María Díaz de Haro, apodada La Buena y a la que Aritz dedica esta primera parte de la trilogía. “Era tan buena su historia que no podía dejarla de contar”, confiesa el autor. Para ello utiliza la técnica de los flashbacks en los que la nieta recuerda lo ocurrido mientras gobernaba su abuela.

La Buena se ganó el sobrenombre su implicación en el desarrollo de Bizkaia con la fundación de villas como Lekeitio, Portugalete u Ondarroa, la creación de la Hermandad de Vizcaya, una agrupación que luchaba contra los malhechores, o el dictado de ordenanzas que mejoraron la vida de los vizcainos de entonces.

Fue además la que refundó la villa de Bilbao tras la primera acta de fundación de 1300 de su tío Diego López V de Haro, apodado El Usurpador o El Intruso, al ser el que le arrebató el Señorío a su legítima heredera. Porque, como recuerda la novela, María Díaz de Haro tomó posesión del territorio ya en 1289 tras la muerte de su padre, Lope Díaz III de Haro, y su primogénito y hermano Diego.

El autor, con su libro, en la bilbaina calle María Díaz de Haro. Oskar M. Bernal

El escritor indica como “el autor intelectual de la fundación de Bilbao fue su tío Diego López V de Haro, pero la fundación legítima, por así decirlo, fue de María”. Ya aquí tenemos una muestra de lo belicoso que era el territorio entonces ya que el tío usurpó el Señorío de Bizkaia gracias al apoyo de familias poderosas castellanas, como los Lara, y el propio apoyo de la corona, vacía en ese momento tras la muerte del rey Sancho IV, y regentada por su viuda, María de Molina.

Fue a la muerte de Diego López V de Haro en 1310 cuando su sobrina retoma el poder y ejerce su dominio durante 24 años, con un pequeño interludio de retiro en un convento durante cuatro años. Tras abandonar su cargo cediendo el Señorío a su nieta en 1334, finalmente falleció por causas naturales en 1342 con 70 años “una edad muy avanzada para la época”, remarca el autor.

Con las fuentes primarias

Como medievalista que es, Aritz ha querido construir una novela histórica pero “acudiendo a las fuentes primarias, no basándome en lo que se ha dicho, quería ir a la base” revela aunque “creo que lo presento de forma coloquial, amena y entretenida”.

Su compromiso con la fidelidad del relato histórico es tal que en la parte final del libro ‘Olvidado temor de Dios’ incluye los textos originales en ese castellano antiguo tan peculiar en que se basan los hechos principales de la trama novelada.

El objetivo de esta trilogía es, según su autor, “dar a conocer una historia atractiva, basada en hechos reales y local”, aunque también se desvela como los señores de Bizkaia también tenían muchas posesiones en la península. “Fueron obtenidas en las guerras de reconquista contra los árabes, en Sevilla, Jaen... llegaron a regentar más de 80 villas y castillos en los reinos de Castilla y León por concesiones de los reyes”, indica Aritz F. Urchaga. De ahí que “un enfrentamiento por el Señorío de Bizkaia era casi una guerra civil en la península”, apostilla.

La excepción en ese afán expansionista fue precisamente María Díaz de Haro, La Buena. “Fue una de las pocas que estuvo asentada aquí, en Bilbao desde donde gobernaba todo el territorio”.

El relato recoge también como el promontorio de San Juan de Gaztelugatxe fue protagonista de un asedio entre facciones rivales por el Señorío. El autor explica como “el islote le suena a mucha gente de cómo se convirtió en Rocadragón en la serie Juego de Tronos pero no sabe que se usó como bastión para que un puñado de caballeros defendiera la territorialidad de Bizkaia de la invasión del rey Alfonso XI en 1334”. Un asedio que duró más de un mes donde se utilizaron ingenios de guerra pero que finalmente fue en vano al tener que retirar sus tropas el rey por el aguante de los asediados.

Un episodio histórico que “bien merece un recuerdo en forma de placa conmemorativa en el lugar” expone el autor ya inmerso en la escritura del segundo tomo de la trilogía, ‘El mar de los renegados” que publicará en el plazo de poco más de un año.