Coincidiendo sin pretenderlo con el 40º aniversario de su formación, Hertzainak anuncia su despedida definitiva con dos conciertos que tendrán lugar el 16 de diciembre en el BEC de Barakaldo y en enero en Gasteiz, en un recital “más íntimo” cuyo espacio y fecha todavía están sin concretar. Junto a Gari y Josu Zabala, que ya vivieron esa “resurrección colectiva de los recuerdos” en 2019 en Euskalduna y el Kafe Antzokia, estará en esta ocasión el batería Txanpi. El trío contará el refuerzo de otros músicos en una fiesta que busca “reforzar el patrimonio de nuestra cultura euskaldun”, explica Gari en esta entrevista. “Estos conciertos serán sanadores y pondrán el lazo a la trayectoria de Hertzainak”, apostilla el vocalista.

De nuevo en los escenarios…

Esto viene a raíz de la experiencia vivida en Euskalduna Jauregia y en el Kafe Antzokia, que fueron unos días muy especiales para nosotros y el colectivo. Una vez finalizados pusimos sobre la mesa concluir el proyecto, surgido de la improvisación, con una gira por las capitales de Euskal Herria y siempre con su final claro y definido en Gasteiz.

Y la pandemia se ocupó de que no sucediera.

Eso es, no pudo ser. Además, el estado físico de Josu no nos lo permitía. Y ahora hemos retomado esos planes. No sé si es una deuda, llámalo como quieras, pero es fruto del impacto que tuvimos tras esos conciertos llenos de energía. Pensamos que podía ser un buen momento para definir un adiós de otra manera

¿En qué sentido?

Como todo el mundo sabe, Hertzainak fue banda muy complicada, de puertas adentro y hacia el exterior, y nosotros necesitábamos como experiencia vital cerrar aquello de manera adulta y sensata, siendo capaces de sobrevivir a toda aquella energía de los 80 con una experiencia positiva y que nos uniera desde un punto de vista más humano y cercano. Queremos revivir esa experiencia sanadora para nosotros.

Y para el público también.

Por ende, vimos que el público fue uno con nosotros en aquellos conciertos. Es ponerle el lacito, ya que no somos toreros y no vamos a volver más. Esto se acaba ya, por muchas razones en las que no vamos a entrar. Soñamos que sea algo positivo y bonito, y que no sea solo una fiesta de Hertzainak.

¿Qué ha pasado para que la idea previa se concrete ahora solo en el BEC y en Gasteiz?

Economía de mercado… Hemos sido pragmáticos y elegido Bilbao por la relación especial que tenemos con la ciudad. Hoy estamos aquí, en Euskalduna (la rueda de prensa ha tenido lugar en Itsasmuseum), que tiene un significado especial para nosotros debido a su pasado industrial y también por el presente. Y lo innegociable era finalizar en Gasteiz.

Ya lo advierte el lema de la gira, ‘Azken gure alde’. Allí surgió el grupo, no se podía faltar.

Eso es, la ciudad supuso una lucha reivindicativa para nosotros, para un proyecto punk de lo más extraño que creció en un espacio donde el euskera era prácticamente inexistente, al contrario que hoy, donde ya está más normalizado. Éramos unos bichos raros, no solo en Gasteiz, supusimos una ruptura. Hoy, ese testigo lo llevan otros muchos talentos y me gusta poner el foco en ellos.

¿Por qué no se conoce aún la sala de la ciudad donde actuarán?

Son tiempos de incertidumbre máxima. Solo con asomar la patita del proyecto de estos dos conciertos la respuesta ha sido increíble en toda Euskadi, incluida Iparralde, así que estamos a la expectativa de la respuesta. En base a ella, se verá qué tipo de propuesta lanzar.

En los conciertos previos, al estar solo usted y Josu, tenían reticencias a presentarse como Hertzainak. Ahora no, ¿debido a la suma de Txanpi al proyecto?

Las reticencias venían de Josu, no por mi parte. Creo que quedó más que demostrado que éramos Hertzainak en los conciertos de Euskalduna y el Antzokia. Ahora, somos otros Hertzainak, un proyecto distinto y es importante que Txanpi vuelva a tocar la batería con nosotros. Es distinto e igual, a la vez, ya que el reto es el mismo: vivir una experiencia y una emoción colectiva importante que podamos compartir.

¿Qué aporta su batería al grupo?

Es un activo importante, claro, y estamos entusiasmados con él. Cada miembro era muy disperso en lo personal y musical, tenía características especiales. El proceso actual pasa por crear un lenguaje común y otro mundo sonoro.

Incorporar al guitarrista Kike Sainz ¿ha sido imposible?

Tuvo las ideas muy claras desde el minuto uno, ya que no se veía capacitado para tomar parte en los conciertos previos porque lleva muchos años sin tocar la guitarra. Hemos seguido insistiendo y no sabemos qué ocurrirá.

¿Dejan la puerta abierta?

Nos gustaría que pudiera estar con nosotros y compartir, aunque fuera lo mínimo, este proyecto. Sin duda alguna. La banda se completará con dos miembros de mi grupo, Maldanbera, el guitarrista Miguel Moyano y el bajista, Oir Aldekoa.

O sea que Josu no tocará el bajo.

Bueno, a ver… ahora está mucho mejor de salud que en los conciertos de 2019, nada que ver, afortunadamente. No sabemos, quizás veamos a Josu tocando el bajo también otra vez.

Algunos verán estos conciertos como una cita nostálgica, pero también tiene su punto de reivindicación, imagino.

Eso es. Pondremos el modo fiesta lo que significa nuestro patrimonio euskaldun, conformado por una cadena llena de eslabones en cada etapa, artistas que han roto muchos tabúes y tirado puertas y ventanas, y abierto nuevas vías. Nosotros somos parte de esa cadena. El momento es muy bonito y el concierto no deja de ser una excusa.

El eslabón de Hertzainak es ya historia de esa cadena, de la mejor música popular euskaldun.

No voy a hablar de eso. Me parece muy bien, pero por encima tenemos la responsabilidad de pertenecer a una cultura muy pequeña y vivimos en un mundo en el que cuesta poner la luz sobre ella. Hemos demostrado todos, cada eslabón, que somos capaces de actualizar la cultura euskaldun. A día de hoy, existen muchas propuestas de gran talento y con perspectivas completamente distintas, lo que es muy enriquecedor. De verdad, Hertzainak es un eslabón más, pero sí queremos aprovechar nuestro tirón para montar un proyecto grande en el que nuestro patrimonio se vea reforzado.

¿Cómo se van a concretar esas sorpresas y músicos invitados a los dos conciertos?

Poco se puede adelantar, solo decir que vamos a hacer un repaso al repertorio del grupo con músicos invitados. Tendremos un cuarteto de cuerda muy potente y una sección de metales. Apoyándonos en ellos, podremos trasladar ese mundo sonoro tan dispar y ecléctico de Hertzainak, desde el mundo tradicional al punk, pasando por el rock, el ska, el pop… Tendremos esos apoyos aunque la idea es crear una gran fiesta donde tomen parte algunos artistas anteriores a nosotros y otros posteriores. Que sea una excusa para poner en valor esta cultura.

La vida sigue… Usted está a punto de publicar un disco nuevo.

Así es. Ahora tengo muchos frentes abiertos, pero estoy con ganas en ambos casos. El disco en directo con mi grupo actual saldrá para noviembre y tenemos ya muchas fechas. Hay que conjugar esos mundos tan distantes.