De buceo en los archivos de Blondie
Editada una caja con sus discos entre 1974 y 1982, que se completa con 36 inéditos, tomas alternativas, maquetas y versiones de un grupo clave del rock, el pop y el punk
Debbie Harry va camino de los 80 años pero todavía se declara “una punk en Nueva York”. Ella, con el guitarrista Chris Stein, lidera todavía hoy Blondie, la tercera pata, junto a Talking Heads y Ramones, que encabezó la eclosión del punk y la nueva ola en Estados Unidos. Todavía en activo, el grupo ha optado por buscar en sus archivos y rescatar en varios formatos toda su discografía oficial entre 1974 y 1982, que se completa con 36 inéditos, tomas alternativas, maquetas, instrumentales y versiones de un grupo clave del rock, el pop y el punk. “Es un placer escuchar estos intentos por capturar nuestras ideas en un equipo relativamente primitivo”, explica la abuela del punk neoyorquino.
El artefacto, un tesoro para sus seguidores, lleva el título de Blondie 1974-1982: Against The Odds, y se publica en hasta cuatro formatos, en varios compactos, vinilos y en una caja plateada súper de lujo que agrupa hasta 124 canciones, de ellas 36 inéditas, además de una discografía ilustrada de 120 páginas, decenas de fotografías inéditas, dos volúmenes de ensayos y comentarios de cada tema a cargo de los miembros del grupo. Recordar que además de su dúo líder, durante muchos años también pareja sentimental, incluye al legendario batería Clem Burke, el teclista Jimmy Destri, los bajistas Gary Valentine y Nigel Harrison, y el segundo guitarrista, Frank Infante.
Además de grabar éxitos inolvidables de la fusión del pop y el rock con el espíritu punk de la época como Heart of glass, Call me, One way or another o Hanging on the telephone, la discografía grabada por Blondie en sus primeros ocho años –después se disolvieron y regresaron a la actividad, hasta la actualidad– sigue siendo una de las músicas más atemporales de su época, con múltiples himnos de la música popular, impulsados por el deseo de su líder de “vivir en Nueva York y ser artista”, según explica Debbie en sus suculentas memorias, De cara (Cúpula).
Esta caja de archivo, la primera colección autorizada por la banda en sus 50 años de historia, se muestra como un momento colectivo para celebrar su legado y sumergirse en el universo sonoro de Blondie, que dinamitó los géneros musicales. Incluye sus seis primeros álbumes de estudio grabados para Chrysalis: Blondie, Plastic letters, Parallel lines, Eat to the beat, Autoamerican y The hunter. Esta media docena de álbumes pioneros se han ampliado para incluir más de cuatro docenas de maquetas (incluida la primera sesión de grabación del grupo), versiones alternativas y grabaciones de estudio, creando un documento casi completo de las sesiones de estudio de Blondie antes de su parón de 1982.
“Es realmente un placer ver lo lejos que hemos llegado cuando escucho estos primeros intentos de capturar nuestras ideas en un equipo relativamente primitivo. Afortunadamente, la esencia de formar parte de una banda a principios de los 70 mantenía algunas de las energías antisociales y de contracultura de los grupos que influyeron en los 60”, indica Debbie sobre este lanzamiento. “Estoy entusiasmada con esta colección. Cuando escucho estos viejos temas, me siento como una viajera en el tiempo. Por muy malo que fuera a veces, también era igual de bueno. No me arrepiento, más música”, apostilla.
Por su parte, Stein, el espíritu musical y compositivo líder de la banda, hace hincapié en la foto inicial que muestra la caja sobre canciones luego coreadas en todos los continentes, ya que la banda ha vendido más de 40 millones de copias en este medio siglo. “Tengo la esperanza de que este proyecto ofrezca un vistazo al proceso y a parte del viaje que hicieron las canciones desde la idea hasta la forma final”, explica el guitarrista.
“Algunas de estas cosas y viejas cintas son como los primeros bocetos, como cuadernos primitivos. Lo más difícil fue siempre sacar las melodías de mi cabeza y llevarlas a la realidad, y los cambios que se producían por el camino, prosigue Stein. Por su parte, el batería Clem Burke considera “increíble” esta publicación mientras que el productor Ken Shipley afirma que “desde el momento en que entré en el granero de Stein y vi una pared llena de cintas supe que estábamos ante algo extraordinario”.
En un granero
Todo el material inédito de esta caja ha estado almacenado en un viejo granero a las afueras de Woodstock (Nueva York) durante dos décadas, “20 húmedos veranos y otros tantos gélidos inviernos, entre 20.000 roedores”, explica el productor del proyecto, Steve Rosenthal.
El archivo, compuesto por un centenar de cintas, media docena de casetes, algunos contenedores llenos de discos, material promocional, flyers o una ilustración perdida de Warhol, parte de la primera sesión discográfica de Blondie con tres canciones: su versión de Out in the streets, sencilla, con guitarras tímidas y clara deuda con el pop de los 60; The disco song, primer boceto funky y muy naif de Heart of glass, sin sintetizadores aún y claro anticipo de su posterior deriva disco y bailable, también advertible en la funky Sexy ida.
Además de Platinum blonde, el primer tema compuesto por Debbie e influenciado por las actrices Marilyn, Jean Harlow, Lana Turner o Jaymen Mansfield, que suena glam y rockera, hay tomas iniciales de las maquetas de The thin line; curiosidades como la latina Puerto Rico o el instrumental Theme from Topkapi, con caja de ritmos; singles exclusivos de la arrebatadora X offender o la vertiginosa In the sun; una intro de In the flesh; una mezcla desconocida de la popera Denis, que también aparece cantada en francés; un Hanging on the telephone con Stein al micrófono; un instrumental de Union City Blue; Call me en spanglish; una demo de Angels on the balcony con el productor Giorgio Moroder sin Debbie; remezclas realizadas por el guitarrista; o una versión garajera y que suena como Suicide –sin sintetizadores– del clásico de Johnny Cash Ring of fire. El paraíso para los fans de Blondie. l