¿Por qué no hay grandes mujeres artistas en los libros de Historia del Arte? La periodista, editora, comisaria y crítica de arte Rosa Olivares presentó ayer lunes en el Bellas Artes de Bilbao Ellas. Diccionario de mujeres artistas hasta 1900, Ellas. Diccionario de mujeres artistas hasta 1900que incluye 717 creadoras que realizaron sus obras entre los años 1060 y 1900, procedentes de más de 50 países, y que conforman una historia del arte paralela a la oficial. Un diccionario que era necesario y que rompe con la idea sexista de que la pintura y la escultura fueron hasta los confines del siglo XX un mundo exclusivamente masculino.

Rosa Olivares estuvo acompañada en la presentación en la pinacoteca bilbaina del comisario e historiador Mikel Onandia y de la artista Damaris Pan. "La idea era sistematizar y reunir la información que está muy dispersa, además no hay ninguna publicación de estas características en castellano. Un equipo de ocho personas hemos estado trabajando durante ocho meses para destacar la presencia y la ausencia de las mujeres en la Historia del arte y la importancia de su recuperación. Ahora, estamos preparando un segundo diccionario con las creadoras de 1901 a 1950", anunció la editora.

La primera mujer que aparece en este diccionario -"que se lee casi como una novela", según explica Olivares- es la fotógrafa vasca Eulalia Abaitua. Por él desfilan artistas como Claricia, que firmó en 1200 un autorretrato en un salterio en el sur de Alemania, pero también se incluyen artistas esenciales en su momento histórico como Angelika Kauffmann o Rosa Bonheur, por supuesto Artemisia Gentileschi, y Claude Cahun; pero también Alice Austen y Tina Modotti, Georgia O'Keefe, y Marie Laurencin, y Madame Yevonde, o Consuelo Kanaga; Gabriele Münter y Nahui Olin, las hermanas Sorolla y Luisa Roldan, o Paula Modersohn-Becker.

Siempre hubo mujeres artistas, y muchas veces, tuvieron carreras deslumbrantes, aunque lo habitual ha sido que se olvidaran de sus nombres muchas veces, se les robase la autoría de la obra y se les adjudicara a hombres. La publicación recoge un conjunto de artistas, movimientos, tendencias, estilos, géneros artísticos y lenguajes plásticos que confirma la presencia y la importancia de estas artistas a través de la historia.

En el diccionario están todas las grandes, algunas más conocidas como Artemisia Gentileschi, que se desvaneció para prestar sus lienzos a su padre Orazio. Y otras menos conocidas todavía, y sin embargo, extraordinarias, sobre todo en los siglos XVII, XVIII y XIX. "Muchas de ellas no firmaron, por eso ha habido muchos problemas de adjudicación de las obras, han pasado por hechas por sus hermanos, por su padres. Ahora se está haciendo un trabajo más amplio de recatalogación, pero la autoría de muchas obras jamás se va a aclarar. Y otro problema además es que en muchos casos no tuvieron continuidad como los hombres, algunas se casaron tarde como Angelika Katharina Kauffmann, que triunfó en toda Europa, fue una de las fundadoras de la Royal Academy, pero se casó con 45 años y dejó el arte. Lo que hemos hecho es recopilar el máximo de información existente para dar a conocer a mujeres, de las que casi un 90% no son conocidas", explica Rosa Olivares.

Para el segundo volumen, que incluirá a artistas entre 1901 y 1950, hay muchos más nombres. Un diccionario que se une al intento en diferentes ámbitos por visibilizar el trabajo de la mujer. "Espero que no sea una moda nada más", confía Olivares.