El Museo Guggenheim Bilbao se ha convertido en el primer museo a nivel internacional en medir y certificar su huella de carbono, incluyendo emisiones indirectas. Así, además de las emisiones directas, el museo ha calculado la huella de carbono de una parte sustancial de sus emisiones indirectas durante el año 2019 y la cifra total asciende a 4.313 toneladas, equivalente al que produce la actividad de 120 familias vascas al año o 172 vuelos en avión Bilbao-Madrid.

Coincidiendo con la celebración de su 25 Aniversario, el director general del Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, ha presentado un plan de sostenibilidad "pionero" en el sector museístico, encaminado a minimizar el impacto ambiental de su actividad a través de la implementación de soluciones energéticamente sostenibles y procesos no contaminantes, y promoviendo una actividad orientada a la ecoeficiencia. El cómputo de las emisiones indirectas, que se conoce como 'Alcance 3', resulta "clave para identificar oportunidades de eficiencia energética y ahorro" en su actividad diaria.

El Museo ha calculado y certificado la huella de carbono relativa al transporte de las obras de arte y los desplazamientos del personal, que corresponde a un tercio del total de las emisiones.

A raíz de esta verificación, el Museo ha consolidado algunas iniciativas y va a implantar nuevas acciones para reducir el consumo energético y de materias primas involucrados en la organización de las exposiciones, entre las que destacan priorizar el alquiler de embalajes para las obras de arte, frente a la fabricación de nuevas cajas.

Asimismo, compartirá con otras instituciones los transportes de obras de arte evitando los embarques exclusivos siempre que sea posible y priorizar la supervisión virtual frente al desplazamiento de personas y limitará la fabricación de nuevos muros reutilizando o adaptando las escenografías de las exposiciones.

Además, compartirá con otras instituciones del entorno local como Bizkaikoa o Bilbaoarte elementos museográficos como pedestales, peanas o vitrinas para su reutilización.

Como parte del despliegue inicial del Marco Estratégico, se ha creado recientemente el grupo Gu-Zero, un equipo interdisciplinar de personas que trabajan en las diferentes áreas del Museo, con la misión de informar, sensibilizar e implicar a la plantilla en la apuesta por la sostenibilidad, identificar mejoras y oportunidades, impulsar las acciones recogidas en el programa anual de sostenibilidad y hacer seguimiento del mismo.

El Plan de Acción para 2022 incluye, entre otras iniciativas, la Programación Expositiva del Museo para este año 2022, que cuenta con una línea de actuación que reflexiona sobre el medio ambiente y promueve la sensibilización ecológica.

Desde el Museo Guggenheim Bilbao han destacado que trabajando para reducir su impacto ambiental desde sus inicios y, a lo largo de los años, ha puesto en marcha diversas iniciativas en ese sentido, como la sustitución, entre 2015 y 2021, de todas las luminarias del Museo por tecnología LED.

Según han apuntado, el cambio de iluminación supone una reducción considerable de la huella de carbono del Museo, ya que se evita la emisión a la atmósfera de un total de 335 toneladas de CO2 al año, lo que redunda en un ahorro del 25% por la reducción del consumo de energía eléctrica.

Además, desde 2020 el Museo aplica en sus campañas gráficas de exterior un tratamiento especial que contribuye a purificar el aire de la ciudad de manera comparable a la que realizan los árboles.