Desde que abrió al público la exposición de arte y coches comisariada por Norman Foster el pasado viernes día 8, el museo está consiguiendo cifras de visitantes de récord. El pasado fin de semana más de 8.900 personas pasaron por el Guggenheim para contemplar los fabulosos 38 coches, objetos de culto, muchos de ellos nunca vistos hasta ahora por el gran público, que se muestran en el museo. Las cifras demuestran que la exposición Moción. Autos, arte, arquitectura está levantando una gran expectación no solo en Bilbao, sino en toda Europa, ya que el 44% de los visitantes son extranjeros.

Durante estos días de Semana Santa, la gran afluencia de público se está repitiendo en el museo. Y de seguir así, se podría convertir en una de las más vistas de la historia del museo, que este año cumple 25 años. El gran número de personas de todas las procedencias que se está acercando al edificio de titanio de Gehry confirma el tirón de la exposición y la recuperación del turismo internacional.

Primer puesto, motocicletas

La muestra, que celebra la dimensión artística del automóvil a la vez que revisa más de un siglo de creación automovilística en diálogo con otros ámbitos artísticos como son la arquitectura, la escultura, la pintura, el cine y la fotografía, se podrá ver hasta el 18 de septiembre. Mientras tanto, otra exposición dedicada al movimiento ostenta el primer puesto en el ranking de las 10 tops del Guggenheim.

El arte de la motocicleta logró récord de visitas en 1998 en Nueva York y repitió éxito, incluso triplicó, en Bilbao un año después. Más de 870.000 personas visitaron esta exposición única que asombró al mundo y que planteó un recorrido cronológico por la historia de la motocicleta. El arquitecto Frank Gehry convirtió la instalación en un insólito circuito por el que el público circulaba mientras observaba las motocicletas instaladas en pedestales o islas situadas a lo largo del recorrido.

Algunos no pudieron entender cómo el Guggenheim abría sus puertas a una muestra de estas características. Eran otros tiempos. "Esto no es arte, es espectáculo", se oyeron algunas voces. Pero los responsables del Guggenheim enseguida salieron en su defensa. "¡Ojalá tuviéramos muchas exposiciones como la de la motocicleta. Desde el punto de vista de investigación fue magnífica", aseguraba entonces el director del museo Juan Ignacio Vidarte. Los datos y las favorables críticas de todo el mundo le dieron la razón.Las 'sombras' de Warhol

Andy Warhol y sus sombras se han convertido en la segunda exposición más vista de la historia del museo. Llegó al museo en 2016 y en siete meses fue visitada por más de 820.000 personas.

A la edad de 50 años, Warhol, el irreverente icono del arte Pop y cronista de toda una época, se embarcó en la producción de una obra monumental titulada Sombras (Shadows) con la ayuda de su entorno de la mítica Factory. Estos 102 lienzos, de tonos brillantes y alegres, que daban forma a exploraciones en torno a la abstracción que había estudiado previamente, fascinaron a los visitantes.

No era la primera vez que el museo dedicaba una exposición a Warhol. En 1999 celebró su segundo aniversario con una gran retrospectiva que abordaba todas sus facetas artísticas, la pintura y la fotografía, el cine y las ilustraciones, el diseño de modas y la grabación de voces creados en los tres talleres que él abrió en vida, a los que bautizó como factorías.

Bill Viola

El videoartista Bill Viola descubrió su alma en la exposición retrospectiva producida por el Guggenheim Bilbao con motivo de su vigésimo aniversario y el público lo premió. La muestra, dedicada a uno de los artistas contemporáneos más relevantes y pionero en el desarrollo del videoarte, fue visitada por casi 710.000 personas.

Viola presentó una reflexión sobre la existencia, el nacimiento, la muerte, el renacimiento para la que empleó medios como el vídeo, el sonido y las luces, así como multitud de posibilidades electrónicas, permitiendo ir más allá de la percepción que muestran nuestros ojos.

En 2019, el Guggenheim reunió por primera vez en el mismo espacio las inconfundibles pinturas de Morandi y una selección de obras de los Maestros Antiguos que influyeron en su práctica artística a lo largo de su carrera. La muestra atrajo a 702.000 aficionados del arte.

Richard Serra, uno de los grandes de la escultura moderna y contemporánea, creó para el museo La materia del tiempo, una de las instalaciones más importantes de las últimas décadas que el museo presenta en la planta baja. Y en 1999, le dedicó también una exposición que ocupa un lugar destacada del top ten del Guggenheim

Louise Bourgeois

Las celdas de Louise Bourgeois se abrieron al público en el Guggenheim en 2016. Conocida en Bilbao, sobre todo, por su celdasMama, la gigantesca araña -mitad madre, mitad monstruo depredador- que custodia el Guggenheim, la escultora estadounidense de origen francés, Louise Bourgeois (1910-2010) es una de las creadoras más interesantes e inquietantes del siglo XX y XXI. Sus obras consiguieron transmitir al espectador dolor, ansiedad, culpa, trauma, angustia, represión, obsesión, soledad, maternidad, miedo al abandono... Fueron vistas por más de 679.000 personas.

El espejo invertido: Arte de las Colecciones de la Fundación la Caixa y del MACBA ocupa el siguiente lugar en la lista. Medio siglo de arte, 93 obras y 52 artistas como Tàpies, Saura, Schnabel, Bruce Nauman, Andreas Gursky, Sigmar Polke, Jeff Wall o Michelangelo Pistoletto formaron parte de esta selección de obras que pudieron verse por primera vez fuera de su sede.

Holzer y Vasconcelos

Veintiún años después de instalar en el Guggenheim sus conocidos leds, el museo dedicó una retrospectiva a la artista estadounidense Jenny Holzer. La artista de las palabras expone en los museos más famosos del planeta y proyecta sus mensajes en calles, plazas y edificios emblemáticos; también proyectó sus mensajes en la fachada de titanio del Guggenheim.

Joana Vasconcelos desplegó en 2018 su arte colorista y divertido en Bilbao y consiguió colarse en la lista de las exposiciones más interesantes del mundo.

Arte ruso

La retrospectiva dedicada al arte ruso más importante que se ha realizado hasta el momento se convirtió en la décima exposición más vista. Más de 621.000 personas visitaron a lo largo de seis meses esta muestra, que recorrió ocho años de siglos de arte ruso y reunió más de 800 obras de arte desde los iconos medievales a las instalaciones contemporáneas.

Chillida y Oteiza

El museo también abrió sus puertas a Chillida y a Oteiza. Chillida expuso en dos ocasiones en Bilbao, unos pocos meses antes de morir y en 2006 cuando un total de cuarenta y tres artistas homenajearon al escultor donostiarra. Oteiza, a pesar de que en vida dijo que nunca mostraría su obra en el Guggenheim, el museo le rindió un emotivo homenaje en 2005 con una exposición que atrajo a numeroso público tanto local, como estatal y extranjero.