El "sentimiento de aislamiento" sufrido durante la pandemia inspiró al compositor, guitarrista y cantante bilbaino Pablo Amann en la composición de su cuarto disco, el autoeditado Hymns of hope and rage, tercero de su discografía grabado en estudio junto a su banda, The Wayward Sons. El álbum, publicado el mismo día 1 de enero, ofrece canciones repletas de "rabia y esperanza" con la Americana y el rock clásico como columna vertebral.

La banda liderada por Pablo Amann, que cuenta con el apoyo de Adrián Lombardi y Emi Barés a las guitarras, debutaba en 2018 con el álbum Free soul, primera entrega del grupo que cautivó a la prensa especializada y que motivó que formaran parte de la edición de ese año del BBK Music Legends Festival, sumándose asimismo al cartel con artistas internacionales reconocidos mundialmente como Ben Harper, The Beach Boys, Suzanne Vega, o Watermelon Slim.

Al año siguiente llegó Drive home, un segundo disco que Pablo Amann y su banda grabaron en los Estudios Tio Pete de Urduliz, en riguroso directo, reviviendo el estilo tradicional de producción de bandas míticas de las décadas de los 60 y los 70. Ahora, tras un álbum registrado en directo en Bilbao y publicado el año pasado, con el arranque de 2022 editan su cuarto álbum, Hymns of hope and rage, ya a la venta en plataformas digitales y tiendas.

Amann creó el repertorio, que integra ocho temas nuevamente autoeditados por el grupo, durante la pandemia, "en pleno confinamiento". De ahí que el sentimiento de aislamiento sufrido por el líder del grupo le hiciera profundizar en "las sensaciones elementales que contemplábamos desde la incomunicación". Ese fue el embrión principal de estos nuevos himnos de los músicos bilbainos, canciones que "nacen de la rabia y el desánimo para inclinarse hacia la esperanza", explican.

Amann y sus Wayward Sons siguen a lo suyo en lo musical, sin sacar sus botas del rock más clásico de los 60 y 70 y de la Americana y sus diferentes afluentes. El repertorio sigue combinando una faceta más rock y blues, a veces eléctrica y pesada, en canciones como Devil knows muy name o I just wanna go my way, siguiendo, como ellos mismos reconocen, la estela eléctrica y blues-rock de Gary Clark Jr. o Tyler Bryant & The Shakedown, con temas más calmos, sosegados y melódicos, caso de Once I'm gone, que incluye un sentido coro gospel. Estos himnos, que también incorporan arreglos country-rock, ofrecen también sendas versiones eléctricas y acústica de la canción Feel it in my bones.