A sus 80 años de edad, el batería John Steel, uno de los fundadores del grupo británico de los 60 The Animals, junto al cantante Eric Burdon y el teclista Alan Price, sigue en la carretera, en una gira sin fin que hoy lunes llega a Bilbao, al Teatro Campos, donde volverán a sonar éxitos como The house of the rising sun, I put a spell on you y The house of the rising sunI put a spell on you Don't let me be misunderstood"Esas canciones son clásicos, nunca envejecerán", explica Steel en esta entrevista, en la que asegura que sigue subiéndose a los escenarios porque continúa disfrutando de la música. "Los músicos solo nos jubilamos si físicamente no podemos seguir tocando", apostilla.

Usted fue uno de los miembros fundadores de The Animals y el teclista Mickey Gallagher lleva en la banda más de medio siglo. ¿Qué les impulsa a seguir adelante, sienten las mismas ganas de la juventud? ¿Cómo viven la profesión a su edad?

—Sigo tocando a mis 80 años porque lo disfruto, no tiene sentido de otra manera. Tengo suficiente dinero para mis necesidades, así que no se trata de eso. He de decir que me siento muy afortunado de seguir viviendo esta vida.

La mayoría de la gente espera con ansia la jubilación aunque disfrute de su trabajo. No sucede lo mismo con muchos músicos. ¿No se jubilan nunca? Ahí está el ejemplo de los 'bluesmen'...

—Así es, los músicos solo se jubilan si físicamente ya no pueden seguir tocando. Este parón que hemos vivido en nuestras vidas a causa del covid ha sido para mí una muestra de lo que es la jubilación. Y tengo que decir que no la he disfrutado.

¿Cómo recuerda aquel movimiento conocido como 'British Invasion', en el que las bandas de rock y pop británicas de los 60 conquistaron Estados Unidos?

—Recuerdo aquel movimiento como algo muy divertido. Hasta entonces, cuando llegamos nosotros, había sido un tráfico unidireccional de músicos desde Estados Unidos a Europa. The Beatles le dieron la vuelta a ese estatus y el resto nos lanzamos tras ellos.

Ya sabemos quiénes se llevaron el éxito: The Beatles y The Rolling Stones, pero también estaban The Who, The Kinks, ustedes... ¿quiénes eran los mejores?

—Todas esas bandas a las que te refieres, incluidos The Animals, son grandes grupos. Yo no diría que existe alguien mejor, por encima del resto, ya que es algo personal. Si crees que una de esas bandas es mejor que la otra, entonces esa es tu mejor banda. Es una opinión personal.

Los más parecidos a ustedes eran The Rolling Stones, compartían sus influencias negras, las del r&b. Quizás ustedes tenían también ciertas raíces del jazz ¿no cree?

—Tienes razón, teníamos influencias de la música negra ambos grupos. Y en el caso de los Stones, sí, tanto Charlie Watts (fallecido recientemente) como yo compartíamos el amor por el jazz, lo que creo que aportó un cierto sabor a nuestra música.

Ellos acabaron siendo millonarios, ustedes apenas tuvieron un corto periodo de éxito. ¿Qué pasó con la banda que provocó la marcha de Eric Burdon y la creación de War? ¿Tuvieron las drogas algo que ver en la disolución del grupo original?

—Creo que la mala gestión de nuestra carrera y los contables estafadores que tuvimos gestionando nuestras finanzas causaron la ruptura. Y también tuvo que ver la atracción de Eric por el LSD, que le llevó a una dirección musical diferente a la del resto del grupo.

Fue una pena porque 'The house of the rising sun' llegó a superar en las listas de su país a The Beatles. ¿Es cierto que la grabaron en una sola toma, en un día libre en una gira?

—Sí, es cierto lo que dices de la grabación de la canción, salvo que no fue un día libre, sino la noche entre Liverpool y Southampton de la gira que estábamos haciendo en ese momento con Chuck Berry. Describí aquella mítica sesión de grabación en una carta a mi novia. Por cierto, ella las guardó todas y todavía las conservo.

¿Cómo está hoy el litigio legal sobre el nombre del grupo? ¿Ha concluido ya? Recuerdo que sendos jueces les dieron la razón a ustedes y a Eric Burdon. Debían presentarse como The Animals & Friends ¿no?

—La disputa legal es mejor olvidarla porque nunca debería haber ocurrido. En lo que a mí respecta se podría haber solucionado con una comida y una buena botella de vino.

Independientemente de ello, ustedes no han dejado de tocar en las últimas décadas ¿verdad?

—Así es. ¡Y todavía seguimos en ello!

¿Cómo analizan el momento actual de la música? ¿Creen que goza de buena salud o piensan que los años 60 fue el mejor periodo de la música rock?

—Reconozco que no trato de estar al tanto de lo que ocurre y no intento analizarlo.

Lo cierto es que hoy el rock (y si lo consideramos un río, sus afluentes) ha perdido influencia entre la juventud y ante estilos como el hip hop, el reggetón, la electrónica...

—Cada nueva generación piensa que su música es la mejor y así debe ser, ya que es la banda sonora de su juventud.

¿Cómo ha cambiado su público y sus actuaciones en el último medio siglo? ¿Acude también gente joven a verlos?

—A nuestros conciertos acude mucha gente que creció escuchando a The Animals y a todas esas grandes bandas, pero también mucha gente joven que parece disfrutar de lo que hacemos.

¿Qué se podrá ver en Bilbao? ¿Cómo está la banda de salud? Imagino que estarán asegurados todos los éxitos del grupo. Por cierto, ¿no pesa tocar 'The house of the rising sun' tantas veces? ¿La mística de esas canciones no se acaba nunca?

—Estamos todos en buena forma y con ganas de tocar en Bilbao. Tenemos con nosotros a Danny Handley, que es un líder estupendo, tiene una gran voz y es un muy buen guitarrista; además de a Roberto Bobby Ruiz al bajo. Quien acuda a vernos podrá escuchar todos los éxitos y mucho más. Y sí, tienes razón, nunca me canso de tocar esas canciones clásicas, nunca envejecerán.