“Fue una gran noche”, aseguró ayer miércoles Raphael en el BIME Pro, aludiendo a una de sus canciones fetiche, Mi gran noche, y refiriéndose a su participación en el festival indie Sonorama, en su edición de 2014. “Ahí confirmé que el público ha ido variando en los últimos años, que los jóvenes se mezclan en mis conciertos con la gente anterior. Vamos, que es un lío”, indicó entre risas en su comparecencia.

Raphael, que está celebrando una carrera iniciada hace 61 años avalada por 335 Discos de Oro y 50 Discos de Platino, aseguró que puede que esa reciente conexión con la gente joven se deba a que “no soy nada nostálgico y que no hable del pasado, ya que creo que lo importante es el futuro”, explicó a Leyre Guerrero, de Radio 3. El veterano cantante, que fue recibido en el Palacio Euskalduna entre aplausos, dijo estar bien de salud y contento de que las cosas “vuelvan a su sitio”.

En su caso, terminará el año como es habitual en él, con conciertos masivos, algunos al aire libre y otros dos en el WiZink Center de Madrid. “En el festival Sonorama, ante gente con vaqueros y que bebía alcohol, me enfrenté con las mismas ganas de siempre; y ellos me recibieron igual, con las mismas ganas”, explicó. “Salí a matar, como hago siempre en todos los lados. Esa es mi obligación”, prosiguió.

Preguntado por Guerrero sobre el secreto de su éxito, dijo desconocerlo, pero destacó que su carrera se ha ido asentando “poco a poco y durante muchos años”, una trayectoria musical marcada por “el respeto, el cariño y la pasión” a la profesión y a sus seguidores, los llamados raphaelistas. “Hay que cuidarse mucho para estar siempre de diez; si no lo estás, no salgas al escenario”, dijo.

Raphael mostró en Bilbao su tristeza ante la falta de autores y canciones. “Es cierto que Manuel Alejandro sigue vivo, pero yo me estoy rodeando de gente joven que me ofrece sus canciones, como Bunbury”, indicó. “Todas mis canciones me definen, en algún momento se refieren a mí”, prosiguió antes de reflexionar su presencia escénica y teatralidad. “Se lleva dentro, se tiene. Aquí nunca las ha habido. Hay artistas muy buenos, pero que carecen de ellas”, concluyó.