"Buenas canciones, gran amistad y ausencia de egos". Esa es la fórmula del éxito de Hombres G, según su compositor, cantante, bajista y líder, David Summers, que sigue al frente de la banda 40 años después de firmar himnos como Venezia, Voy a pasármelo bien o Devuélme a mi chica. La banda, que está a punto de publicar un nuevo disco titulado La esquina del Rowland, actuará este domingo en el pabellón Bilbao Arena de Miribilla, en el marco del Bilbao Musik Fest, que cuenta con el patrocinio de DEIA. "Se necesita tesón, suerte y carisma, pero sin buenas canciones no resistes 40 años", explica el músico en esta entrevista.Víctor Jara cantaba que "la vida es eterna en 5 minutos". En su caso, son casi cuarenta años de carrera, pero seguro que los ha vivido como un suspiro.

—Pues sí, la verdad. Siempre he tenido la sensación de que la vida pasa demasiado rápido; será porque lo he pasado muy bien.

Con los 60 años en el horizonte, ¿mantiene las mismas ganas?

—Las ganas, sí. Las fuerzas no son las mismas, pero la ilusión por hacer canciones y encarar proyectos sigue intacta.

¿Y el grupo sigue con el mismo objetivo, pasarlo bien aunque la música se haya convertido en su profesión? Dinero ha entrado mucho a lo largo de los años, así que imagino que si siguen en activo será por convicción, no por necesidad.

—Para mí, seguir haciendo música es totalmente vocacional. Es lo único que sé hacer en la vida y lo que más feliz me hace; por eso sigo haciéndolo.

¿Qué ve si mira por el retrovisor?

—No veo nada de lo que arrepentirme, todo lo contrario. Me siento un privilegiado por la vida que he tenido, y todas las cosas que he hecho en el pasado me han llevado a lo que soy ahora mismo. Y en este momento de mi vida me siento bien, tranquilo y feliz.

¿Qué es lo más loco que les ha pasado? A buen seguro que fue en Latinoamérica, donde su música despertó pasiones en los años 80 y 90.

—Nuestra vida fue un torbellino de locura durante muchos años, es difícil para mí resaltar anécdotas, porque la simple vida diaria era totalmente surrealista. En nuestro libro Nunca hemos sido los guapos del barrio lo contamos todo.

Parálisis Permanente, La Mode, Nacha Pop, Pegamoides, Mecano, Gabinete Caligari... Y solo nombro a algunos de los grupos de los 80. Les han sobrevivido a todos. ¿Cómo se consigue, cuál es el secreto?

—Buenas canciones, gran amistad y ausencia de egos, ese es el secreto.

Es cierto que todos esos grupos, excepto Mecano, nunca lograron su éxito masivo. Aquí, ¿a quién vende mucho se le mira mal? Hay cierto complejo del 'loser' ¿no cree?

—Si, en este país somos muy envidiosos.

El hecho de seguir los cuatro miembros fundadores y ser amigos quizá tenga algo que ver con su éxito ¿no cree?

—Si quieres que un grupo te dure, hazlo con tus mejores amigos, aunque toquen peor que otros cuya vanidad y egolatría te crearán problemas más graves.

¿Cómo se consigue ser (o al menos parecerlo) un tipo normal tras el furor que levantó el grupo y sus ventas millonarias?

—Puede ser que tenga que ver con que mis padres me educaron bien, me enseñaron a ser buena persona y a tratar a todo el mundo con cariño y respeto.

¿Las buenas canciones son suficientes para resistir 40 años?

—También se necesita cierto carisma, mucho tesón y algo de suerte pero, indudablemente, si no tienes buenas canciones no tienes nada.

¿Qué diría su padre, el cineasta Manuel Summers, si hubiera visto que Hombres G ha acabado recibiendo la Medalla de Oro al Mérito a las Bellas Artes?

—Teniendo en cuenta que no somos un grupo que reciba muchos premios, es el precio de nuestra libertad e independencia. Me siento muy honrado por esta distinción, la más importante que se le concede a un artista. Mi padre se sentiría muy orgulloso de mí, estoy seguro.

El premio se lo dieron los Reyes. Como a The Beatles...

—Fue un auténtico honor.

Hablando de grupos clásicos, a este paso van a durar más que los Stones... Por cierto, dado el fallecimiento reciente de Charlie Watts, si fallara algún Hombre G tendría sentido seguir adelante?

—No sería lo mismo, pero espero que la salud nos permita seguir juntos mucho tiempo.

Hablemos de presente y futuro. Hay un disco nuevo. Cuénteme, creo que está grabado en su casa y tiene un título que remite a sus inicios, ya que se refiere al bar en el que se reunían cuando eran jóvenes.

La esquina de Rowland, nuestro nuevo disco, saldrá el próximo 8 de octubre. Grabado en mi casa, sin límite de tiempo ni presupuesto, me ha permitido, en primer lugar, cuidar al máximo las letras y músicas, y al grupo cocinar las canciones con una dedicación y cariño inusuales. La pandemia y el confinamiento nos ha dado esta oportunidad; algo bueno hemos podido sacar de este horror.

'Se me sale el corazón' es el adelanto del disco, un tema en clave de reggae-pop. ¿Es un indicador del sonido del resto del repertorio?

—No, es una canción muy bonita, como el resto del disco, pero es un reggae circunstancialmente. Nosotros no tenemos problema en probar distintos géneros, si nos gusta el resultado. El objetivo es tener un sonido y personalidad definida, un sello propio, pero el ritmo o la onda de la canción puede ser cualquiera que nos guste.

La canción la han compartido con el mexicano Carlos Rivera, quien, por cierto, abrió el Bilbao Musik Fest en el que tocarán ustedes. ¿Hay más colaboraciones en el disco?

— No, solo aparece Carlos. Es un buen amigo y le invitamos a cantar con nosotros.

El disco llega también con una serie y un libro...

—El libro ya salió a principios de año. Estamos ahora mismo en pleno rodaje de una película, titulada Voy a pasármelo bien, y la serie se está preparando para empezar a rodarla en junio del año próximo.

¿Cómo son los conciertos actuales de Hombres G? ¿El repertorio suele ser el habitual aunque no se pueda saltar y bailar?

—El repertorio es el habitual y salimos a darlo todo durante hora y media, como si no pasara nada. El público lo pasa genial aunque esté sentado y con mascarilla. Lo que más me incomoda es no ver las caras, no saber si están sonriendo, cantando o qué... Eso sí, les oímos cantar y aplaudir, aunque no ver su expresión es bastante raro.

Para finalizar, ¿qué hace que se le salga el corazón, para bien y para mal?

—Para bien, ver a mi chica, mis hijos y mis perros después de una larga ausencia. Para mal, prefiero no pensarlo...