ARA recordar a Elías Amézaga, un titán de la cultura vasca y titánrara avis, como le define el historiador José Luis de la Granja, el escritor vasco será homenajeado el 23 de septiembre en un acto en la Biblioteca de Bidebarrieta de Bilbao, en el que participará el periodista José Manuel Alonso, al crítico de teatro Pedro Barea, Joseba Agirreazkuegana, conocido y reconocido investigador vasco, y su biógrafo y nieto Abraham Amézaga.

Será el preludio de otros actos con motivo del centenario de su nacimiento. Así, la SGAE y el Ayuntamiento de Bilbao, que le nombró el primer ilustre de la villa en época del alcalde Iñaki Azkuna, llevarán a cabo un evento de memoria. Será una lectura desdramatizada de la obra de Elías sobre los últimos momentos de Miguel de Unamuno, que tanto gustaba a Azkuna. Ya a finales de octubre, el día 29, el municipio de Getxo, donde vivió, le rendirá un homenaje en un importante acto que está preparando el área de cultura del municipio. "Se trata de aprovechar este año para que que las nuevas generaciones sepan quién era Elías Amézaga y sobre todo del trabajo que hizo, de su legado", explica a DEIA su nieto y biógrafo.

Sus amigos le recuerdan dando datos, muy generales, de su enorme obra. Sesenta y dos libros; 35 obras colectivas, 19 obras de teatro; 10 traducciones y adaptaciones; 100 preámbulos; 200 conferencias e informes; 700 artículos; 1.000 referencias y aportaciones. "Una obra inconcebible", relata su biógrafo.

Elías Amézaga fue reconocido en vida con numerosos homenajes y reconocimientos por su labor. Él mismo, como relata el periodista José Manuel Alonso, galardonado con el Premio del Colegio de Periodistas del País Vasco por su dilatada trayectoria profesional, recuerda que Amézaga "era un autor que escribía e investigaba todo, nunca se negó a hacerlo para aquel que se lo pidiera".

Además, Elías fue un destacado colaborador de la prensa vasca, en la primera etapa en nuestro diario DEIA, donde finales de los 70 a los 80 escribió con asiduidad. Después participó en otras publicaciones vasca y españolas. "No hubo prácticamente diario o revista que se le resistiera", sostiene sonriente su nieto.

Desde muy joven, además de teatro escribió novela, ensayo, historia, política, periodismo, biografías. "En buena medida para cubrir descuidos culturales", reconocía Elías.

Le interesaban los temás-tabú, los personajes controvertidos (Van Gogh, Enrique IV, Lope de Aguirre...), situaciones por resolver en la historia, viendo su otra cara, la oculta, la que da cauce a la intuición, a la adivinación como posible descubrimiento de la realidad.

Después se fue centrando en rescatar y poner el foco en autores vascos, "como un deber". En estas décadas surgirán los libros Mis años... con fueros... cien sin, Los vascos que escribieron en castellano, Euskadi: al cruce de tres culturas....

Su inquietud por ahondar en otras áreas de la cultura le hizo abandonar la búsqueda de plumas vascas y retorna al teatro. A pesar de todo terminó, quizás su obra cumbre, el diccionario Autores Vascos, que ocupa más de cuarenta mil páginas, donde incluyó, siguiendo un orden alfabético, a más de doce mil hombres y mujeres, junto a sus fichas bio-bibliográficas. Una obra a la que dedicó más de un cuarto de siglo de su trabajo. "En sus inicios, sin ordenadores; todo lo escribía a mano, antes de pasarlo a maquina", explica su nieto Abraham.

Apasionado también de los ensayos políticos, él mismo relataba que "se situaban en medio del campo de batalla de las banderías procurando en todo momento salvaguardar la independencia".