OLANDA Mazkiaran (Altsasua, 1965), licenciada en Filología inglesa y máster en Dirección de Cine, siempre ha sentido fascinación por Mari, el gran mito de la Gran Dama vasca. Recuerda que cuando era pequeña su aita le contaba cuentos de leñadores y de una gran señora de pelo muy largo que vivía en las cuevas vascas. Así que durante los últimos años ha compaginado su tarea de docencia con la investigación sobre la diosa Mari, que ha plasmado en el documental Anderea, que se estrenó en la Filmoteca Navarra y se presentó en la Azoka de Durango.

Durante 78 minutos, el documental presenta entrevistas a estudiosos de la mitología sobre la deidad más poderosa de toda la cosmogonía de Euskadi. “Tenía interés por recuperar la memoria de Mari, un personaje que permanece en nuestra memoria colectiva, pero del que, en general, la gente sabe muy poco”, explica la realizadora navarra.

Mari, Anderea, Dama, Señora, Amari… ¿Pero qué sabemos de este misterioso mito? Mari hace referencia a una divinidad de sexo femenino que se aparece, a veces en forma de mujer ricamente vestida, o envuelta en llamas, o en un caballo que lleva consigo las nubes de tormenta. También se la ha descrito como a un árbol que por un lado parece mujer. Según la leyenda, tiene dos hijos, Atagarri y Mikelatz, dos genios siempre enfrentados, que se corresponden con la visión cristiana de la lucha del bien y el mal.

Habita en diversas cavernas de las montañas, y se le conocen tres moradas: la cueva de Supelegor, la cueva de Anboto y la sima de Larrunarri; aunque según otras versiones, la tercera morada de Mari se ubica en la sierra de Aizkorri. En Bizkaia, su vivienda favorita es la cueva de Marienkobia, situada en la pared vertical de la cara oriental del Anboto.

Yolanda Mazkiaran detalla que, a pesar de su remota antigüedad, puede tener 30.000 años o incluso más, nos muestra una cosmovisión que está de moda en la actualidad. “Anderea es un símbolo de una mujer libre y empoderada. Mari ha sobrevivido a grandes ataques, a las invasiones indoeuropeas, al cristianismo, a la revolución industrial y a la globalización. La Dama vasca por excelencia, personificación de la naturaleza, que tiene el poder sobre las tormentas y la meteorología continua libre y soberana”.

entrevistas

Fue el antropólogo, etnólogo y arqueólogo vasco José Miguel Barandiarán el primero que comparó a Mari con la madre tierra, amalurra y el primero que habló del posible origen paleolítico de La dama de Anboto. Pero ha habido muchos estudiosos que han investigado su figura. Yolanda entrevista en su documental a eruditos en mitología vasca, entre los que se encuentran Felix Guerenabarrena y Jose Inazio Hartsuaga; a escritores y escritoras como Toti Martinez de Lezea, Josu Naberán, José Ramón Zubimendi, Guillermo Piquero; artistas como Enrike Zelaia, Ixabel Millet; al fraile Pello Zabala, que desde Arantzazu mantiene con la naturaleza una comunión solo al alcance de quienes se toman el tiempo de escucharla y conocerla...

Los primeros relatos de Mari son de la Edad Media, pero yo si creo que el mito es muy anterior a los textos escritos. Me he atrevido a ir hasta 30.000 o 35.000 años atrás”, explica Yolanda Mazkiaran.

El mito de Mari es muchísimo más antiguo que el cristianismo, proviene por lo menos del Neolítico, como defiende Hartsuaga. Es más, el historiador Josu Naberán afirma que el mito de la dama es más antiguo que el Neolítico y lo traslada al Paleolítico. Naberán defiende la hipótesis de la arqueóloga lituana, Marija Guimbutas, donde Mari es heredera directa del culto a la diosa que se realizaba en el paleolítico-neolítico y cuyo testimonio son las más de 30.000 venus paleolíticas y neolíticas que se han encontrado en la franja que va desde el Cantábrico hasta Siberia.

Tal y como se relata en el documental, la arqueóloga lituana se interesó por la cultura vasca y defendió la hipótesis de que Mari es la última reliquia viva del culto a la Diosa que se celebraba en toda la vieja Europa. La escritora Toti Martinez de Lezea añade que nuestros más remotos ancestros adoraban a una diosa mujer creadora de vida porque la vida era lo único que importaba a nuestros antepasados.

Según explica Jon Uranga, que ha trabajado también como productor en el documental, Anderea se ha estrenado en la Filmoteca Navarra, en el Centro Cultural Iortia de Altsasua (tanto en euskera como en castellano). “En las tres ocasiones, las entradas se agotaron y a raíz de ello estamos recibiendo muchas llamadas para presentarla en numerosas localidades de la geografía vasca”, añade.