Pieza a pieza, puntada a puntada, robando a la noche horas de sueño, María José Ardanaz confeccionó con amor los trajes para que su hija, la bailarina Teresa González Ardanaz, los pudiese lucir sobre los escenarios. "Me uní a su proyecto de vida y fui aprendiendo a crear los trajes con ilusión y mucho amor", apunta a DEIA María José Ardanza. Aquellos vestidos inspirados en las grandes obras de ballet, -algunas réplicas- fueron guardados con cuidado y mimo en un armario.

Pero el destino, unido a esa pasión de Teresa dedicada a la docencia desde hace dos décadas han hecho posible que todo aquel amor que María José le regaló en forma de patrones haya visto la luz. Las fotos se pueden ver en la exposición con imágenes del artísta parisino, Laurent Leger, expuestas en formato XL en la calle Ercilla de Bilbao. Esta muestra que permanece en la céntrica calle peatonal desde la pasada semana cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Bilbao a través del área de cultura y enmarcado dentro del programa 'Bilbao Aurrera'.

Pero además y, gracias a la colaboración de la Asociación de comerciantes y hostelería, BilbaoCentro, el público puede disfrutar de esos vestidos en una muestra que se ha organizado en la sede de la calle Indautxu: "Jamás pensé que estos trajes que los hice para mi hija algún día podrían formar parte de una exposición. Estoy muy agradecida por haber podido vivir esto", cuenta emocionada María José Ardanaz.

La muestra está compuesta de 12 trajes inspirados en grandes montajes de ballet clásico como 'La Bella Durmiente', 'El Lago de los cisnes' o 'Sueño de una noche de verano', entre otras. Algunos son réplicas, otros son creación propia de la artista quien de manera artesanal y con sumo cuidado les fue dando forma. "Hubo veces que la propia Teresa me ayudó a coser y a pegar las piezas", explica esfozando una sonrisa.

Con este evento que luce con mucho más brillo en el local de la asociación BilbaoCentro, la capital vizcaina se une al World Ballet Day, (Día Mundial del Ballet) que se conmemora todos los años. "La exposición de la calle Ercilla y esta muestra es un regalo maravilloso. Me encantaría que esto tuviese continuidad. Bilbao es una ciudad sensible con el arte y con el ballet. En la villa hay mucha gente amante de esta disciplina y esto es una oportunidad para acercarla todavía más a un mayor número de personas", concluyó la coreógrafa y bailarina, Teresa González Ardanaz.