- Mitos y leyendas. Historias de nuestros ancestros, rumores y verdades. De todo ello hay en ciertas dosis en la biografía de Miguel Joaquín Eleicegui, el Gigante de Altzo, nacido en 1818 y que vivió poco y con grandes sufrimientos hasta que falleció a la edad de 43 años, tras una azarosa vida que revivió recientemente gracias a la película Handia, con la que los directores vascos Jon Garaño y Aitor Arregi consiguieron 11 premios Goya en 2018.

El destino del cuerpo del gigante era también objeto de debate, casi de cuento, con relatos que varían según quién sea el narrador. Dice la leyenda que alguien robó sus huesos, pero también hay quien dice que expertos llegados de Inglaterra los reclamaron para llevárselos. No lo consiguieron, ante la negativa de la familia.

Ayer por fin, se desveló el misterio. Investigadores de la Sociedad de Ciencias Aranzadi han constatado que el gigante de Altzo está enterrado en el cementerio de su pueblo.

El Ayuntamiento de Altzo decidió encargar a la Sociedad de Ciencias Aranzadi iniciar un trabajo arqueológico para dar con los restos óseos de Eleicegui. Un grupo 15 personas de la Sociedad Científica Aranzadi, encabezada por Paco Etxeberria y Lurdes Errasti, ha trabajado desde el pasado miércoles 12 de agosto en labores de excavación en el cementerio de Altzo, buscando los huesos de un hombre que pudo medir 2,42 metros, que fue exhibido en espectáculos en varios países europeos y que llegó a ser presentado a Isabel II en España y a la reina Victoria en el Reino Unido. El viernes, tras tres días excavando en el terreno del panteón familiar, se dio por agotada esa vía.

Pero el sábado, como la arqueóloga Lourdes Errasti avanzó, las labores de búsqueda iban a proseguir en el osario del pequeño camposanto de Altzo Azpi, donde se acumulan huesos de fallecidos que han sido extraídos de sus tumbas para dejar sitio a nuevos enterramientos.

confirmación

La noticia la confirmó ayer Pilar Unsain Eleizegi, descendiente del Gigante, en el programa Amarauna de Euskadi Irratia. Según explicó , el sábado recibió la llamada de Paco Etxeberria, que dirige la investigación junto a Lourdes Errasti, para que se personara en el cementerio, porque tenían novedades. “Me comentó que el alcalde estaba de camino y yo llamé a mi hermano”, explicó. “Y en el cementerio, nos confirmaron que habían encontrado los restos y nos enseñaron unos huesos”.

La propia Pilar Unsain confirmó que el hallazgo se produjo en el osario del pequeño cementerio de Altzo Azpia, que se encuentra tras la iglesia y que desde que se construyó un cementerio en la parte de arriba del pueblo ha quedado en desuso. Unsain reconoció que el encuentro con los restos de su antepasado le removió algo en su interior. Además, mostró su satisfacción porque el éxito de la excavación ha permitido descartar la duda que durante varias generaciones ha albergado la familia.

En este investigación, que comenzó el miércoles, ha participado un equipo de 15 personas entre arqueólogos, historiadores y expertos en criminalística. Aunque hoy se ofrecerán todos lo detalles del hallazgo en la rueda de prensa que se realizará en el mimo cementerio, probablemente lo restos se llevarán a las instalaciones de Aranzadi para contrastarlo mediante la prueba del ADN.