McEnroe, uno de los grupos favoritos de la música alternativa en el Estado, regresa a la actividad tras la pandemia con un concierto que tendrá lugar en el teatro Victoria Eugenia este domingo. “Nos gusta tocar en teatros y la intimidad que se crea, aunque será una putada hacerlo con butacas y mascarillas”, explica a DEIA su líder, Ricardo Lezón. En su opinión, “si vivir de la música era una quimera antes, ahora más”.Solo, en su casa getxotarra de Azkorri y cerca del mar, cuyo olor se colaba en su pequeño jardín. Así ha vivido Lezón el confinamiento, que ha aligerado con lecturas, películas, cocinando bizcochos y vodka con tónica. “Un poco desastre”, resume el músico, a quien le ha afectado no poder ver a sus hijos, que viven con su madre en Madrid. “No me cuesta estar sin gente, de hecho me gusta estar aislado, pero no estar con ellos... Tambien ha sido jodido ver cómo se caían los conciertos y la precaria estabilidad en la que me apoyaba. Compagino la música con mi trabajo en hostelería y de un día para otro los dos se fueron al carajo. Fue duro de digerir”, apostilla.

Aunque ha vivido unos meses “poco productivos en lo artístico a pesar del tiempo y la soledad, porque no he tenido inspiración ni ganas de ponerme a ello”, Lezón regresa este domingo con sus compañeros de McEnroe a la carretera, para presentar su último disco, La distancia. “El repertorio girará sobre el disco, con ese título tan lamentablemente apropiado, pero también tocaremos temas antiguos, los que más se puedan adecuar a un recinto como el Victoria Eugenia. !Ojalá acertemos!”, desea el compositor y vocalista.

concierto atípico

“Estoy muy emocionado con la posibilidad de poder tocar en el Victoria Eugenia. Ha sido inesperado y ha supuesto un chute brutal”, según Lezón, que tenía previsto acudir al teatro donostiarra a ver a Tindersticks en marzo, recital que tuvo que suspenderse. “Ahora resulta que el primer concierto que daremos será allí. !Que cosas!”, reflexiona. “No será un concierto normal, pero trataremos de trasladar la ilusión que tenemos a quien se acerque. Nos gusta tocar en teatros y la intimidad que se crea. Lo de las mascarillas y las butacas separadas sí que es una putada, pero bueno, es lo que toca”, apostilla.

El líder de McEnroe, que ha empezado ya a desbrozar el futuro con algunos poemas y nuevas canciones con el teclista Jaime Arteche, ve complicado el futuro aunque espera con ganas su concierto de septiembre en Madrid, en La Riviera. “Iremos poco a poco porque el último disco está cerca, aunque sí tenemos algo de hacer algo pronto”, adelanta Lezón, que habla de “verano complicado”, ya que asegura que “no creo que toquemos mucho; como siempre, ya que no somos muy festivaleros”.

“El sector cultural está tocadísimo, en shock y digiriendo el golpe. Tengo la esperanza de que podamos salir de esto con la ilusión, el ingenio y las ganas que son la base de todo esto. Hay mucha gente sufriendo, desde los técnicos, los trabajadores, quienes hacen posible que todo esto funcione, los músicos y los emprendedores, y habría que salir todos juntos, no unos antes que otros ni otros a costa de unos”, reflexiona sobre el momento actual.

“Vivir de la musica es muy complicado, casi una quimera, y ahora lo será más. Las ayudas del Ministerio, si no me equivoco, iban dirigidas a quien no recibiese ningun tipo de ayuda, incluido un ERTE. Es decir, a quien viviese exclusivamente de la música y cobrando en A. De esos conozco a pocos. Para ayudar, hay que conocer primero”, concluye el getxotarra.