- El Patronato de la Fundación Guggenheim Bilbao, bajo la presidencia del lehendakari, Iñigo Urkullu, se reunió ayer para analizar la situación de la programación de exposiciones temporales y la actividad ordinaria del centro tras la crisis generada por la pandemia del coronavirus. Una reunión diferente a la habitual -algunos de sus miembros tuvieron que participar por vía telemática ante la imposibilidad de desplazarse hasta la capital vizcaina-, pero en la que se abordaron cuestiones tan importantes como la repercusión del cierre temporal del museo y el reajuste de la programación artística para lo que queda de año y para el próximo 2021.

Fue el director general del Guggenheim Bilbao, Juan Ignacio Vidarte, quien informó al Patronato del balance de la actividad del museo durante los cinco primeros meses del año. "Los resultados se han visto muy afectados por el cierre de las instalaciones. Ello ha supuesto que, pese a que todos los indicadores habituales del museo se hallaban en los niveles presupuestados, o incluso por encima (por ejemplo, la cifra de visitantes a 14 de marzo se situaba un 20% sobre las previsiones, con 128.242 personas), el parón forzoso ha tenido una importante repercusión en los ingresos que la institución logra por vía de venta de entradas y actividades, eventos, productos de la tienda, etc.", explicó el director general del Guggenheim.

Por todo ello, la dirección ha considerado necesario llevar a cabo un exhaustivo análisis de los parámetros clave de funcionamiento, como la programación artística o los gastos operativos, realizando significativos recortes al objeto de garantizar la sostenibilidad económica del museo.

Así, dado que las cuatro exposiciones abiertas entre mediados de febrero y mediados de marzo estaban recién inauguradas, el museo ha conseguido reorganizarlas, prolongando dichas muestras al menos hasta después del verano. Se trata concretamente de Olafur Eliasson: en la vida real; Richard Artschwager, Lygia Clark. La pintura como campo experimental, 1948-1958, y William Kentridge: 7 fragmentos.

Además, el Guggenheim Bilbao ha decidido aplazar, y no cancelar, exposiciones como la retrospectiva dedicada a a Vasili Kandinsky que iba a protagonizar este verano, incorporándolas al calendario expositivo del último trimestre. Así, está previsto que en otoño llegue al museo una de las más importantes exposiciones dedicadas hasta ahora al pintor ruso, que incluirá un conjunto excepcional de piezas de este artista fundamental nunca antes vistas en Bilbao. La exposición forma parte de las muestras bianuales producto de la renovación del Acuerdo de Gestión firmado con la Fundación Solomon Guggenheim de Nueva York y estará patrocinada por la Fundación BBVA.

En este reajuste de exposiciones en las que trabaja el museo está incluida también para este año la muestra Color vivo, dedicada a la estadounidense Lee Krasner, seudónimo masculino de Lena Krasner, cuyo arte fue fagocitado por su marido, Jackson Pollock. La pintora se libró de la invisibilidad tras la muerte de su esposo, ocupando su papel como influyente artista del expresionismo abstracto en la segunda mitad del siglo XX.

El Guggenheim Bilbao trabaja también para poder presentar en 2021 la obra de la pintora estadounidense Alice Neel, conocida por los retratos que realizaba a amigos, familiares, amantes, poetas, artistas y extraños.

El Guggenheim apuesta también por el arte vasco para el año próximo. Para ello prepara una exposición dedicada a artistas del País Vasco y, en concreto, a la pintura en Bilbao durante la última parte del siglo XIX y comienzos del XX, De momento, se pospone una monográfica del creador guipuzcoano Ibon Aranberri que estaba prevista también para el año que viene.

El Guggenheim también apuesta fuerte por el arte creado por la mujer. Además de la muestra dedicada a Alice Neel, en 2021 sacará a la luz una exposición sobre la contribución de las mujeres artistas al lenguaje de la abstracción, entre las que se encontraba, por ejemplo, Sonia Delaunay.

La programación artística de la próxima campaña se completará con una exposición de la colección permanente y otra muestra dedicada a la creación en los "locos años 20", centrada en Berlín y París, que inicialmente estaba prevista para finales de este año.

A estas muestras se sumarán videoinstalaciones de Alex Reynolds, Cecilia Bengolea y Fischli & Weiss que refuerzan la programación de la sala Film & Video.

Además, el Museo Guggenheim aceptó recibir en préstamo a largo plazo la obra de Lucio Fontana Estructura de neón para la novena edición de la Trienal de Milán, que cederá a Bilbao la Fondazione Lucio Fontana. Esta obra estuvo presente en la muestra dedicada a este artista presentada en el museo bilbaino el año pasado.