- Los responsables del Festival de Cine de Donostia mantienen la idea de celebrar la 68ª edición en las fechas fijadas, del 18 al 26 de septiembre, y aunque saben que este año puede ser distinto, lo que no se plantean es hacer un certamen on line. “No queremos hacer un festival digital, pero igual sí se puede con algunas secciones o actividades. Lo que es seguro es que la Sección Oficial y New Directors, cuyas películas son premières absolutas, no las haríamos nunca digitales”, afirmó el director del Zinemaldia, José Luis Rebordinos.

Rebordinos señaló que apartados como Made in Spain, que reúne filmes españoles ya estrenados, sí podrían exhibirse on line para posibilitar que, en el caso probable de que se reduzcan los aforos, haya más pases de las películas de la Sección Oficial. Si los títulos que optan a la Concha de Oro y los que compiten por el premio de Nuevos Directores no se pueden programar en sala en las fechas previstas, serían trasladados a otras posteriores, señaló. “Y si no se puede hacer así, no se hace”, indicó Rebordinos, que admitió que ahora mismo analizan “todos los escenarios”, desde el cambio de fechas a un festival “con restricciones”, e incluso la suspensión.

“Si de pronto las autoridades sanitarias dicen que hasta diciembre no se puede celebrar ningún festival ni actos con aglomeraciones, pues ya se ha acabado. Pero a día de hoy, seguimos trabajando con todo abierto, haciendo selección, con el fin de poder hacer algo que se parezca al festival, pero con muchas dudas”, puntualizó. Cuentan por ejemplo con la probabilidad de que los 180.000 espectadores que suelen sumar en cada edición, en la próxima edición pasen a ser 40.000. Con que no haya sesiones en la gran pantalla del velódromo de Anoeta y que el auditorio del Kursaal, con 1.800 butacas, solo pueda acoger a 600 personas por sesión.

“Si en el Kursaal solo puede haber el 30 o el 50% de público, así lo haríamos. Pocas o muchas, queremos que haya proyecciones públicas. Regularíamos las entradas para intentar que a todo el mundo le llegara algo, aunque algunos no puedan ver cuarenta películas como veían antes. Nuestra idea es que el público siga disfrutando de una manera o de otra del festival”, manifestó.

Lo que Rebordinos considera “más fácil” organizar de forma telemática son las actividades de la industria cinematográfica, entre otras razones porque da por hecho que se van a producir “dificultades” con los desplazamientos de los invitados de otros países. “Parece que si no hay un rebrote, la gente podrá viajar, pero ¿querrá viajar? De Europa y otras partes de España probablemente sí vendrán, pero de Estados Unidos y Asia tendrán miedo e igual no viene tanta gente”, comenta.

El aplazamiento de otros certámenes a causa de la pandemia del covid-19, con Cannes pospuesto y sin saber aún qué planes tiene, nutriría los meses de otoño de citas cinematográficas, aunque Rebordinos opina que no se van a pisar.

“Seguimos trabajando con todo abierto, haciendo selección, con el fin de poder hacer algo que se parezca al festival”

“Nuestra idea es que el público siga disfrutando de una manera o de otra del festival”

Director del Zinemaldia