El Gremio de Editores de Euskadi mostró ayer su insatisfacción por las medidas adoptadas por el Gobierno vasco para ayudarles a capear la crisis económica en la que les ha sumido el cierre por el coronavirus y asegurado que, si no hay apoyos económicos, va a cerrar el 13% de las librerías existentes.

Así lo manifestó el director de esta asociación patronal, José Manuel Díaz, que reveló la precaria situación económica en que se encuentran las librerías de Euskadi, entre 250 y 270, ya que el 95% de ellas ha presentado un ERTE para sus empleados.

Díaz quien expresó su “malestar” y “enfado” porque en las medidas anunciadas el miércoles “para ayudar fundamentalmente a los creadores y técnicos de las artes escénicas, el sector editorial y del libro, volvimos a quedar fuera, una vez más”. Díaz mostró su respaldo a dichas medidas, por las que se crea una nueva línea de ayudas para el sector cultural vasco de 2,5 millones de euros, porque “permitirán a los autores y creadores que se han quedado sin ingresos sobrevivir al parón”. Sin embargo, se han olvidado de crear líneas de apoyo a la industria y “sin industria, dónde van a crear esos autores, en quién se van a apoyar”. El presidente del Gremio de Editores de Euskadi mostró su preocupación por este “olvido” del sector editorial porque “ya intuimos que va a haber un cierre del 13 % de librerías en Euskadi, pero de continuar la cosa así el porcentaje de cierres será mucho mayor y se dañará a toda la cadena del libro, desde distribuidores a pequeños editores”.

Díaz explicó que hace unos días se reunieron con el viceconsejero vasco de Cultura, Joxean Muñoz, a quien le expusieron sus demandas para ayudar a reflotar el sector editorial vasco en dos aspectos: el primero, inyectar liquidez en el sector, mediante incentivos fiscales, ayudas y créditos específicos para el sector editorial, empezando por las librerías que llevan cerradas ya un mes y no se sabe cuándo volverán a abrir.

Otra línea de medidas solicitadas sería promover la reactivación del consumo editorial por dos vías: la institucional, incrementando la dotación económica para la compra de libros para las bibliotecas públicas en librerías y por la creación de algún tipo de bonolibro, además de alguna campaña en prensa para fomentar el consumo de estos artículos en las librerías.

Pedía que la primera de las líneas estuviese dotada con 2,5 millones de euros para créditos específicos para el sector del libro y la segunda, con un millón más, para las campañas de fomento del consumo de libros y el bonolibro, concretó Díaz.

“En lo relacionado con las medidas para inyectar liquidez al sector, nos remitieron a las ayudas generales dispuestas por el Gobierno vasco a través de Elkargi, pero nada particular para el sector editorial y las librerías”. La única respuesta positiva a sus demandas fue incrementar un 14 % de la partida destinada a la compra de volúmenes para las bibliotecas públicas, señaló. “Del resto, nos comentaron que están estudiando otra serie de medidas para implementar mayor dotación económica, pero, de momento, lo único claro es ese incremento para la adquisición de libros para las bibliotecas”, señaló.

También criticó al Departamento de Educación que no les respondió a sus demandas de ayuda económica para la edición y venta de libros de texto en euskera para el próximo curso, fundamentales dado que “muchas librerías necesitan el libro de texto para sobrevivir”. También reconoció que el sector editorial está algo mejor al no haber resultado tan afectado por el cierre de la actividad laboral decretado con el estado de alarma, pero advirtió que si se prolonga un mes más esta situación, muchas empresas editoriales tendrán que recurrir también a los expediente de regulación temporal de empleo.