the Rolling Stones estaban en la cumbre artística a finales de los 60, aunque su conflictiva vida personal, mediatizada por las drogas, los escándalos e intercambios amorosos, iba dando tumbos y afectando a sus integrantes. Su disco Let it bleed (ABKCO. Universal), que contenía Gimme shelter o You can't always get what you want, y de cuya publicación acaba de cumplirse medio siglo, marcó su entrada en los agitados años 70 y el cambio de Brian Jones por Mick Taylor. Ahora se reedita remasterizado y en una edición de lujo.

Si dejamos de lado otros discos destacables, principalmente Sticky fingers, Let it bleed forma parte de una trilogía casi insuperable de los Stones, ubicado entre Beggars banquet (1968) y Exile on main street (1972), que incluyeron clásicos como Sympathy for the devil, No expectations, Tumbling dice, Street fighting man, Rocks off, Happy, Shine a light... El relanzamiento actual del álbum coincide con su 50º aniversario. Editado a finales de 1969, fue nº 1 en Reino Unido y nº 3 en Estados Unidos.

Su repertorio, solo nueve canciones, ha sido remasterizado por el ingeniero ganador de un Grammy Bob Ludwig, y ahora se puede adquirir como un álbum independiente, en compacto, vinilo y digital, así como en una edición de lujo. "Ningún otro álbum de rock'n'roll de finales de los 60 encarnó las contradicciones y las turbulencias de la época, de la creación y de la banda", escribe David Fricke en el libro de tapa dura de la edición de lujo, que incorpora también el disco en estéreo y mono, en CD y vinilo, un single de Honky tonk women y You can't always..., litografías y un póster.

"Si lo escuchas en unos buenos altavoces o auriculares, oirás cosas sutiles en el fondo que antes estaban algo ocultas", explica Ludwig sobre la remasterización del octavo disco de los Stones. El grupo vivía un momento crítico y comercial importante. Estaban en la cima pero la vida de sus miembros se dirigía hacia profundas y oscuras simas, especialmente la de Brian Jones, guitarrista, compositor y co-fundador. De hecho, fue despedido durante la grabación de Let it bleed, aquejado de profundas depresiones, supuestamente provocadas por la ingesta de drogas.

Cambio A Jones, que apareció muerto en su piscina en pocas semanas, le dio tiempo a tocar la armónica en You got the silver y la percusión en Midnight rambler. Pero hay mayor espacio para el nuevo integrante, el guitarrista Mick Taylor, que solo tenía 20 años y provenía de The Bluesbreakers, la banda de John Mayall. "No nos sorprendió lo bueno que era. Juntos hicimos cosas geniales, algunas de las mejores del grupo. Lo tenía todo: el toque melódico, un sostenido maravilloso, una movida que conmovía", explica Richards en su biografía, Vida (Global rhythm).

Los Stones habían publicado Honky tonk women (un clásico "funky y sucio", según Keith) como single previo a Let it bleed, contrapunto equidistante al Let it be de The Beatles. Son solo 9 canciones... pero todas inolvidables. Empezando por su versión, en clave de blues acústico, de Love in van, de Robert Johnson, y siguiendo por sus propios temas, del mítico Gimme shelter de riff inolvidable, que Keith escribió "un día de tormenta", al r&b con saxo Live wiht me y la versión vaquera y rural de Honky tonk women titulada Country honk, que Keith y Jagger escribieron en un rancho de Río de Janeiro, como vaqueros, "con las botas apoyadas en la barandilla, como si estuviéramos en Texas".

El disco incluye también otros temas míticos, como la canción de título homónimo, también de raíz country, y el largo Midnight rambler, un crudo blues de Chicago que tiene su embrión en un titular sensacionalista de la época, pasando por You got the silver, el primer tema cantado por Keith que escribió "solo, de arriba a abajo", el desconocido r&b Monkey man y la inolvidable You can't always get..., joya de inicio acústico y crescendo perfecto con coros gospel ideales para los directos.

Contexto social Aunque Keith reconoce que resulta difícil recordar esos finales de los 60 porque "una extraña bruma lo envolvía todo y había mucha energía por todas partes", tanto él como Jagger reconocen que el contexto social y político de la época, incluida la guerra de Vietnam, se advierte en las canciones de Let it bleed. Esa "realidad que iba calando" y que antes había dado pie a Street fightin' man les impulsó a grabar un clásico del rock ("fue una buena época para componer, muy creativa, y las canciones iban fluyendo", según Keith), a pesar de la dolorosa marcha de Brian Jones, las tiranteces amorosas entre ambos líderes, con Anita Pallemberg de por medio, o los problemas de esta y el guitarrista con la heroina.