Bilbao - La actriz Verónica Forqué encabeza el reparto de la obra Las cosas que sé que son verdad, del autor australiano Andrew Bovell, dirigida por Julián Fuentes Reta, que se representa desde ayer hasta el domingo en el Teatro Arriaga de Bilbao. Se trata, según explicó Fuentes Reta en la presentación de la pieza a los medios, de una historia intergeneracional contada a través del proceso vital de una familia de clase media australiana formada por el matrimonio y sus cuatros hijos a lo largo de las cuatro estaciones de un año decisivo para el grupo en las que se van enfrentando a distintas problemáticas.

La obra hace un repaso a distintas problemáticas sociales en su recorrido desde los años 50 del pasado siglo, la época de la generación de los padres, hasta el presente, con sus retos y problemas, agregó su director. Acompañan a Forqué en el reparto los actores Julio Vélez (Aquí no hay quien viva, El secreto de Puente Viejo), que encarna al padre de la familia, Pilar Gómez, Borja Maestre, Candela Salguero y Jorge Muriel, quien también se ha encargado de su adaptación al español.

Estrenada el pasado mes de noviembre en los Teatros del Canal, de Madrid, con éxito de público y crítica, se representa ahora en Bilbao, primera plaza en la que se escenifica desde su estreno, donde se ofrecerán cuatro funciones de una obra que prosigue la saga iniciada por el australiano Bovell con Cuando deje de llover, que también montó Fuentes Reta en 2014 y con la que consiguió 3 premios Max.

Julián Fuentes Reta explicó que esta pieza teatral es "mucho más compacta" que Cuando deje de llover, en la que "nada es lo que parece y que según se va desarrollando te va dando bandazos y sacándote de tu zona de confort, que es algo que Bovell hace muy bien".

Aunque el texto se basa en una familia australiana, lo que les ocurre es algo que podría pasar en cualquier país y ciudad del mundo, precisó Verónica Forqué quien agregó que su papel es el de una madre "potente, fuerte, con carácter, divertida y vital, que no tira la toalla". La actriz explicó que la obra es más una tragicomedia que una comedia, por lo que les ha sorprendido que "el público se ría tanto, cuando se tiene que reír", algo que agradeció porque "la risa es el mecanismo de unión entre los actores y el público".

La actual sensibilidad por todo lo que se refiere a la naturaleza, y más en un país como Australia, víctima de una oleada de voraces incendios que está devastando sus bosques y fauna desde hace días, también está presente en la obra de Bovell.-