Bilbao - Las instituciones socias del Museo de Bellas Artes de Bilbao -el Gobierno vasco, la Diputación de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao- han retomado este año el presupuesto para adquisiciones de la colección del museo con 300.000 euros, lo que ha permitido incorporar diferentes obras a la colección, entre ellas 19 de artistas vascos. “Con estos 300.000 euros hemos podido cumplir con compromisos anteriores y abrir nuevas vías, una de ellas muy importante, la que tiene que ver con la perspectiva de género, no solo desde el punto de vista de la colección, sino también de las actividades que se realicen en el museo”, explicó ayer Miguel Zugaza, durante la presentación de las nuevas adquisiciones y de las donaciones recibidas por la pinacoteca bilbaina. En conjunto, según informó Zugaza, en los últimos tres años el museo ha adquirido o recibido en donación 172 obras. El valor de las donaciones supera los 3 millones de euros, con lo que el valor patrimonial de la colección propia del Bellas Artes alcanza ya los 24 millones. “Es la secuencia de apoyo filantrópico más importante que ha tenido el museo en su historia más reciente. Hay un momento dulce para el museo, pero que exige mucho trabajo y esfuerzo para convencer a particulares e instituciones para que realicen donaciones y regalos”, aseguró Zugaza, que estuvo acompañado en la presentación por Miriam Alzuri, técnica del departamento de Exposiciones, y Javier Novo, responsable del departamento de Colecciones.

“De esta manera, cumplimos los objetivos que nos hemos planteado en torno a la colección en el Plan Estratégico, que es incrementarla tanto con nuevas adquisiciones como con donaciones y regalos”, explicó Zugaza. Todas las piezas adquiridas o recibidas en donación recientemente, muchas de las cuales no han sido aún mostradas al público, se exhiben en las distintas salas que forman la exposición permanente de obras de la colección propia del museo titulada ABC. El alfabeto del museo de Bilbao.

‘El aldeano de Bakio’ Una de estas adquisiciones es El aldeano de Bakio, de Adolfo Guiard, por la que el museo pagará a plazos 170.000 euros. El cuadro, que fue propiedad de Ramón de la Sota en un principio, visitó como obra invitada el museo en 2016, para regresar después a la colección privada de San Diego, a la que pertenecía. La pintura está considerada como una de las obras más interesantes del artista bilbaino, para quien el mundo rural vizcaino con su paisaje, habitantes y costumbres era su tema predilecto, y del que la pinacoteca cuenta con piezas emblemáticas como La aldeanita del clavel rojo.

Guiard pintó el cuadro tras su marcha a Bakio, donde comenzó a prestar atención a las costumbres vascas y a la temática de la pintura al aire libre, aunque pintaba en el taller. En su momento, la obra desencadenó una polémica muy fuerte entre los defensores y los detractores de su técnica a la que llegaron a sumarse intelectuales como Miguel de Unamuno. Las discusiones en torno a El aldeano de Bakio dibujan una idea del papel que esta obra jugó en la modernidad de la pintura.

Zugaza destacó también la compra este año de un aguafuerte de Paul Gaugin realizado en 1891, en el que retrata a su amigo y poeta Stéphane Mallarmé.

Otras adquisiciones que enriquecen la presencia del arte vasco en la colección son las obras de José Ramón Anda y Pablo Milicua. Según explicó Javier Novo, la pinacoteca ha adquirido dos fotomontajes y 16 fotografías originales de Nicolás de Lekuona, “que además han propiciado la donación de una pintura y de un importante conjunto de objetos que pertenecieron al artista”.

Entre las donaciones destacan por su importancia dos de las realizadas el año pasado: la escultura Bilbao (1983), de Richard Serra, cedida en memoria de Martín García-Urtiaga y Mercedes Torrontegui por sus nietos; y la pintura de Luis Paret El triunfo del amor sobre la guerra I (1784), por Alicia Koplowitz.

De Paret, es también la Vista de Bermeo, adquirida gracias a la aportación de los Amigos del Museo y al patrocinio de BBK en 2017, “lo que reaviva la implicación de la sociedad civil y de diversas instituciones y entidades en el crecimiento patrimonial de la colección”, indicó el director del Bellas Artes.

Por otro lado, el pintor Eduardo Arroyo donó hace dos años diez obras sobre papel y dos esculturas, La tirana y Joséphine Baker, ambas de 2016, que se exhiben en la sala C (ciudadano) de la exposición ABC. El alfabeto del museo de Bilbao. El año pasado, poco antes de morir, Arroyo donó otro conjunto de 115 estampas. Entre las donaciones de artistas con especial vinculación al museo destaca también la de la bilbaina Mari Puri Herrero, que en 2018 cedió doce planchas de grabado y una estampa.

Arte hecho por mujeres Uno de los objetivos de los responsables del Bellas Artes es incrementar la presencia del arte hecho por mujeres en su colección. Por ello, en su plan estratégico, incorporaron el Programa Emak, una iniciativa del museo cuyo objetivo es dar visibilidad al trabajo de mujeres artistas, según explicó Miriam Alzuri.

Con este fin, el Bellas Artes ha adquirido piezas de Isabel Baquedano -dos pinturas de comienzos de los 70 que podrán verse a partir del próximo día 30 en la gran retrospectiva que el museo prepara sobre la pintora; La melena (1986) de Elena Mendizabal, exhibida en la muestra Después del 68. Arte y prácticas artísticas en el País Vasco 1968-2018, y, junto a ellas, las de María Luisa Fernández, “quizás la gran desconocida de la nueva escultura vasca”. La lista la engrosan Miren Arenzana, “que pertenece a la brillante generación de esculturas vascas”, junto con Idoia Montón o Gema Intxausti, a las que la pinacoteca también ha adquirido obras. De coleccionistas de nuestro entorno, proceden la donación de dos esculturas de Remigio Mendiburu y un retrato en terracota del joven Picasso realizado por Pablo Gargallo.