donostia - Lo memorizó como si lo fuera, pero Donald Sutherland no hizo un papel más cuando anoche recibió el Premio Donostia a su carrera. Un galardón que lo agradeció en euskera en una intervención en la que reconoció que era “un gran honor” recibir una distinción como la que acababa de recoger de manos del director del Zinemaldia, José Luis Rebordinos. Emocionado, repitió lo que en tres ocasiones dijo cuando estuvo sobre el escenario: “Mila esker, Euskal Herria!”.

“Gabon denori, mila esker. Ohore handia da hemen egotea”, abrió Sutherland, que nada más entrar en el escenario del Kursaal se dirigió al micrófono bajo la atenta mirada de Rebordinos, que ya tenía el premio en la mano listo para entregarlo. Sutherland reconoció ya en inglés que era “un gran honor estar en Euskal Herria”.

“Os he honrado, admirado y observado. Tengo un gran respeto por vosotros y siento una gran alegría por estar aquí con vosotros”, señaló el veterano actor que, con traje gris oscuro, camisa blanca, corbata azul y bastón, declaró tener “un enorme respeto por ustedes”. Emocionado, Sutherland repitió en tres ocasiones y con la mano al corazón “mila esker, Euskal Herria!”.

Sutherland, que pidió al Kursaal rápido y sin éxito que se sentara, terminó recogiendo el galardón de manos de Rebordinos y el actor tuvo tiempo para bromear, ya que hizo el amago con que se le caía la miniatura de la icónica farola de La Concha con ocho brazos. El actor canadiense regresó entonces al micrófono y repitió que para él aquello era “un gran honor” que le tenía “deslumbrado”.

Antes que su aparición por la noche, por la mañana compareció ante la prensa en el mismo Kursaal, Sutherland, que ha pasado “por el museo de Gehry” en referencia al Guggenheim y por Chillida-Leku, en la capital guipuzcoana se lo ha pasado “fantásticamente” y ya chapurrea palabras en euskera: “Arratsalde on, mila esker, Donostia y eso es todo”. Como evidenció por la noche, no era todo el euskera que ha llegado a saber, pero sí dijo que si alguien le ofrece algún papel en una cinta que se grabara en Donostia, “estaría encantado”. Para entonces, la respuesta a la primera pregunta que escuchó (en qué rodaje se divirtió más) evidenció por dónde iba a ir la mañana: “No puedo responderla. Es como preguntarme por mi hijo favorito. Tengo cinco y si dijera uno de ellos, los otros cuatro me matarían”. Y preguntó entre risas si había respondido bien. No se mojó, pero le dijeron que bien respondido, a lo que él apostilló: “Pero me encantó trabajar con (Federico) Fellini”.

Divertido, Sutherland preguntó si estaba respondiendo “a alguna de las preguntas...”, a lo que él mismo exclamó: “¡Qué desastre de rueda de prensa!”. Mientras le formulaban la siguiente cuestión, el veterano actor manejaba su teléfono móvil: “Estoy apagando mi móvil porque no quería que me interrumpieran”.

El actor, que ha participado en cintas como Doce del patíbulo; M.A.S.H., Como plaga de langosta, Gente corriente, Novecento, La invasión de los ultracuerpos, Amenaza en la sombra, Klute, Casanova y Los violentos de Kell, recordó sus inicios a mediados del siglo XX: “Cuando empecé nunca tuve más intención que ser un actor de teatro. Me dieron un trabajo en la televisión en 1960, había trabajado durante ocho años en el teatro”. A partir de ahí se le abrieron las puertas de la pantalla grande: “Lo pasaba maravillosamente. Eran películas que se grababan en celuloide y se cambiaba el carrete cada once minutos. Ahora todo es digital y cambian lo que introducen en la cámara? no sé cómo se llama? cada 58 minutos y a veces lo dejan”.

cambio climático y brexit Al otro lado de la pared que tienen a sus espaldas los protagonistas de las ruedas de prensa hay un pasillo para subir y bajar de las terrazas del Kursaal, donde se realizan los photocall. Pues bien, alguien había ahí hablando -fuera de la sala de prensa- que Sutherland pidió que alguien les llamara la atención mientras le preguntaban sobre su opinión acerca de la política migratoria de la Unión Europea. “No tengo una opinión sobre eso, pero ¡hablemos del Brexit! ¡O del cambio climático!”, señaló sobre una pregunta que no tenía vinculación con la trayectoria cinematográfica del artista, que era el objeto de la comparecencia. No obstante, concedió que “la situación de los refugiados es algo desesperada, porque el sistema de refugiados en la frontera sur de EEUU es increíble”, aunque de nuevo giró hacia el cambio climático: “Lo único que puedo darles es mi opinión sobre el cambio climático, porque tengo hijos y nietos, y el mundo que les voy a dejar no es un mundo en el que van a poder vivir”. Y dejó el titular: “La actitud de la ONU es una mierda”.

Cuando le preguntaron por qué seguía madrugando a su edad para seguir rodando películas, arrancó de nuevo con un tono ligero “no tengo mucho dinero para hacer lo que dice usted y alimento a muchas bocas”, pero terminó por dejar una de las respuestas con más calado: “Primordialmente lo hago porque mi vida es mi trabajo. El trabajo de un actor es buscar el siguiente trabajo”.