PONER voz a uno de los géneros musicales más populares y folclóricos de México no es nada fácil. Sin embargo, el vizcaino Iker Aramburu -más conocido artísticamente y entre los amigos como Iker Rubio- ha sido capaz de conquistar Estados Unidos cantando rancheras. “Cuando era pequeño mi padre me ponía a Antonio Aguilar, Vicente Fernández? y fue ahí cuando me empecé a enganchar a las rancheras, pero era muy tímido y no cantaba delante de nadie, solo bajo la ducha, como todo el mundo”, dice entre risas. Nació en Murueta y cuenta que hasta hace exactamente un año sus vecinos no se habían enterado de que tenían a un mariachi con acento vasco entre ellos. Nadie se lo imaginaba, ni tan siquiera sus padres, aunque “desde hace tiempo ya sabían que convivían con un apasionado de la música mexicana”.

Para llevar cantando poco tiempo en público, y sin haber recibido clases de canto, ha llegado a lo más alto en tiempo récord. En sus planes no entraba recorrer miles de kilómetros para presentarse a uno de los concursos de talento con más éxito de América: Tengo talento, mucho talento. Lo hizo cuando se vio con fuerzas para arrasar y tal fue la energía que depositó encima del escenario que finalizó en segundo lugar. “No gané, pero estar en la final ya era suficiente porque era el único vasco”, expone.

Con un sombrero de ala ancha en su cabeza y vestido con bordados charros en su traje Iker es feliz. Es ese momento cuando se transforma en mariachi, pero no olvida sus raíces. Las rancheras le hacen viajar a su infancia y rememorar los grandes momentos que le ha ofrecido este género musical. “Mi madre, cuando me llevaba al colegio, me ponía a Pedrito Fernández y me gustaba mucho. Me animaba la mañana”, recuerda. Sin embargo, pasaron unos cuantos años hasta que dio el paso de exponer su voz en público. Asegura que fue a los 25 años y fue ahí cuando alguien le descubrió y le empezaron a llamar para cenas privadas, eventos... “No tenía mucha confianza en mí mismo porque tampoco estaba seguro de que lo hacía bien”, comenta. Siempre ha contado con el apoyo incondicional de su familia que le animaba a presentarse a concursos de canto. “No quería presentarme a La voz. Creo que aquí este género está un poco olvidado así que hace cinco años empecé a seguir Tengo talento, mucho talento. Viéndolo me daba pistas de cómo podía progresar”, dice el cantante.

karaoke Dio sus primeros pasos como mariachi en un karaoke en Bilbao, pero cuando se vio preparado no se lo pensó dos veces. Recorrió 7.500 kilómetros para hacer cola en uno de los concursos con más audiencia de Estados Unidos. “Pasé todas las pruebas del concurso que siempre veía desde mi casa y llegué hasta la gran final. Habían pasado 5.000 participantes o más y yo estaba encima de ese escenario cantando con mexicanos. No me veía con posibilidades de ganar”, confiesa. No quedó en primera posición, pero sí ocupó el segundo puesto. No todo fue fácil. Durante las audiciones tuvo que hacer frente a varios obstáculos. “La ranchera es un estilo bastante exigente y además parece que cuando canto imito a Vicente Fernández, pero no es así. De hecho, en el concurso me lo criticaron y me lo tomé a bien para seguir evolucionando y buscar así un estilo propio”, comenta el mariachi.

Dos mexicanas y un vasco En la gran final se vio las caras con dos mexicanas, pero Iker ya sentía que había ganado. “No fue ninguna decepción. Estar allí ya era mágico. No todo el mundo tiene la oportunidad de cumplir sus sueños y yo lo hice. Estando en el programa he mejorado mucho aunque todavía sé que me queda mucho por aprender. Que me admitiesen como un mexicano más siendo vizcaino me llenó de orgullo”, confiesa. Una vez finalizó el reality, Iker volvió a casa donde sus amigos y familiares, esos que le seguían detrás de la pantalla y le animaban en la distancia, le recibieron con los brazos abiertos. Ahora cuando pasea por la calle o se encuentra con viejos conocidos no dudan en pararle para decirle lo bien que canta o para preguntarle qué hacía en un programa de televisión estadounidense. Ellos no son los únicos sorprendidos, ya que él es el primero, porque nunca imaginó llegar hasta donde ha llegado.

Ahora graba el videoclip de su nuevo disco con la productora Estrella TV, también de Estados Unidos. En ese nuevo álbum abundarán canciones escritas de su puño y letra, porque además de cantar, el vizcaino también compone. “Lo hago desde hace poco. Nunca había compuesto una canción, pero durante este tiempo me he dado cuenta de lo importante que es para tener identidad propia”, relata.

Aunque confiesa no tener muchas canciones escritas, el cantante no da muchos detalles sobre lo que sus seguidores podrán encontrar en breve en su nuevo trabajo. “Ya lo tengo todo acordado con la productora y tengo muchas ganas de seguir trabajando porque es una gran oportunidad y no quiero desaprovecharla”, concluye Iker, mientras subraya lo importante que es perseguir los sueños.