Bilbao - Más de 300.000 bebés fueron robados durante décadas a lo largo de todo el Estado. Desde el franquismo en la década de los 40 hasta 1990, ya en plena democracia. Nombres de niños que no aparecen en los documentos oficiales, nombres que figuran solamente en la memoria de los familiares, que fueron declarados fallecidos en la mayoría de casos. Precisamente para reflejar y criticar esa lacra que todavía hoy en día sufren miles de familias, La Pacheca Colective ha producido la obra de teatro Camiselle, del autor Ángel Mirou, dirigida por Bea Insa y protagonizada por Loli Astoreka junto al actor Juanjo Otero.

Tras estrenar la obra en la sala Arimaktore de Barakaldo el pasado fin de semana, el elenco ofrecerá las dos últimas funciones el sábado y el domingo, a las 21.00 y 19.00 horas respectivamente. La obra pretende “hacer una crítica de la situación y remover sentimientos”, como asegura la actriz Loli Astoreka. Como ella misma cuenta, “los casos narrados no están basados en la realidad al 100%, y es que lo que se refleja es la situación, no la particularidad de cada uno”. En sus manos está el trabajo de dar vida a sor Teresa, lo que podría ser la sor María de la realidad. Según Astoreka “me ha costado muchísimo dar vida a este personaje porque quería humanizarlo, como todo lo que hago, pero en este caso el personaje es como un bloque de hielo. No puede empatizar, ni humanizarse, ni mostrar sus emociones, parece que hayan desaparecido. Y todo esto, ¿por qué? ahí esta la cuestion de la obra”, advierte la actriz.

Conmovidos por estas historias, la compañía vasca La Pacheca Colective ha querido llevar a escena este oscuro episodio de la historia reciente con su nueva obra de teatro, Camiselle. Una “pesadilla inspirada en hechos reales”, como describe la actriz Loli Astoreka.

Aunque la obra narre una situación “dolorosa”, eso no impide que tenga tintes de humor. Y es que, como destaca la protagonista de Camiselle, “en los momentos más críticos y de dureza siempre hay momentos de risa. Ese es el humor que puede haber, porque cuando menos te lo esperas hay una parte para relajarse, añadiendo un poco de humor negro”.

Además, como admite la actriz vizcaina, “por mucho que parezca que lo que contamos es exagerado, la realidad supera a la ficción de lejos”. Para conseguir esa dualidad entre ficción y realidad, la obra “se cuenta de forma onírica”. De ese modo, el autor logra que “nunca sepas con lo que te vas a encontrar”. También se le añaden tintes de cine negro, donde “los buenos no son tan buenos ni los malos son tan malos. En la hora que dura la función te cuenta una historia y te hace adentrarte en ella”, reconoce Astoreka.

El objetivo es poner el tema en el candelero para que no se olvide, ejercer una crítica, así como remover emociones ya que, como admite Loli Astoreka, “la compañía está involucrada en el teatro social, por eso intentamos llevar a los escenarios un tema social que normalmente no abre el telediario y está en las páginas interiores de los periódicos”. “Son muchos los años que llevan luchando y cada vez se encuentran con una traba diferente, Sin embargo, con esta obra la ciudadanía también podrá empatizar con ellos”, asevera.

Muestra de esas trabas, de esa “mano que mueve los hilos”, es Camiselle, un personaje que, según Astoreka, es “metafórico”, alguien que nombran en multitud de ocasiones pero que nunca aparece, y que encarna a “los poderes fácticos” que evitan que la verdad de los bebés robados salga a la luz.

Para dar voz a estas historias, el hilo conductor de la obra es la de una monja y un camionero que tienen la necesidad de vender un bebé. Al mismo tiempo, ambos cuentan la historia de sus vidas y otra trama paralela, “en la que el autor juega con confundir realidad y ficción, porque en realidad es una pesadilla”. A lo largo de esa noche real o imaginada, camionero y monja visitarán a posibles compradores del bebé y, poco a poco, irán desenredando una trama que implica a madres solteras, médicos, familias adineradas...

Asociación Itxaropena Tras la función del sábado, tal y como hicieron en las dos funciones del pasado fin de semana, Itxaropena, asociación vasca de afectados por trata de bebés, compartirán sus experiencias y el estado actual de estos casos, y es que todos ellos son parte de los miles de afectados con bebés robados. Según Astoreka, ”la obra es un foco más para que esos casos sigan en el candelero”, casos que se abordan en los coloquios que duran media hora y que han logrado reunir aproximadamente veinte historias.

La Pacheca Colective Este nuevo montaje es el tercer trabajo de La Pacheca Colective, grupo del que la actriz y directora Bea Insa y el autor de Camiselle, Ángel Mirou, son cofundadores, tras el cortometraje Embarazada y la obra de teatro Paradigma, en la que denunciaban la actual situación de la mujer en las sociedades supuestamente avanzadas, que aún continúa con su gira con funciones en Madrid y Barcelona, próximamente. Y es que sus trabajos giran en torno al teatro social, poniendo así en escena las injusticias o problemáticas candentes en la sociedad en cada momento.