Fue un momento que cambió la historia de Francia y que ayudó a la construcción de la democracia en dicho país. Eso es lo que “simboliza”, en parte, el hito en el que se basa la nueva obra en la que han colaborado la Orquesta Sinfónica de Euskadi (OSE) y el Malandain Ballet Biarritz, que aborda la vida del monarca Luis XVI y de su mujer, María Antonieta, antes y durante la Revolución Francesa de 1789. Es este hecho histórico el que aborda el nuevo proyecto conjunto de ambas instituciones, Maria-Antoniette. Croissant, plié y relevé, estrenada la semana pasada en la temporada de abono de la OSE en el Kursaal donostiarra, mientras que mañana lo hará en el Baluarte de Iruñea y el jueves en el Euskalduna de Bilbao. La obra fue presentada en la capital guipuzcoana por el director general de la OSE, Oriol Roch, y por el director del ballet, Thierry Malandain. Posteriormente, entre el 29 y 31 de marzo, viajará a un escenario que no puede ser más propicio, al Château de Versalles, en el que, coincidiendo con el día de la boda de Luis XVI y María Antonieta, en 1770, fue inaugurada su Ópera Real.

En un encuentro con la prensa, Roch, Malandain y la directora musical, Mélanie Levy-Thiébaut, expusieron los pormenores de esta producción que sigue los pasos de la archiduquesa de Austria, encarnada por la bailarina Claire Lonchampt -con una presencia sobre el escenario casi absoluta a lo largo de toda la representación-, desde su adolescencia -se casó con 14 años-, su vida adulta y su trágico final. Un relato de una vida que ha sido ubicada, en esta producción, dentro de Versalles, la jaula de oro de la reina consorte. Jaula que, además, se explicitará mediante unos paneles dorados que en determinados momentos rodearán a Lonchampt. “Ella sí quiso salir, dejar un poco esa jaula de oro”, expuso el coreógrafo.

Para marcar las tres épocas de su vida, Malandain ha seleccionado una serie de piezas de Joseph Haydn que, a juicio de Levy-Thiébaut, están “muy bien” elegidas. Se trata de las tempranas sinfonías 6, 7 y 8, conocidas como La mañana, El mediodía y La tarde, que en Maria-Antoniette. Croissant, plié y relevé sirven para contar la niñez, la época adulta y la maternidad y el final bajo la guillotina. La OSE, desde el foso, también interpretará La caza, de Haydn, “un guiño” a la afición de Luis XVI por esta práctica. A su vez, interpretará Orfeo ed Euryduce, de Christoph Willibald Gluck, artista que conoció personalmente a la archiduquesa de Austria, ya que fue su maestro de música.

Asimismo, Malandain sopesó incluir coreografías de quien fuera profesor de baile de María Antonieta, Jean-Georges Noverre, e incluso pensó que fuera el personaje principal de la producción. No obstante, la “complejidad” que entrañaba esta propuesta hizo que el francés la descartara. “El último ballet en el que Noverre participó en Londres fue el día en que Luis XVI fue guillotinado”, expuso el director del Malandain Ballet Biarritz.

La directora musical, por su parte, alabó también “la mirada” que aporta coreógrafo hacia María Antonieta. Para Levy-Thiébaut, esta fue una “mártir”, pero la obra aborda, sobre todo, su vida en pareja. “Se centra en los problemas a los que se tiene que enfrentar esa niña de 14 años cuando se casa: el problema del sexo, del placer”, expuso la batuta.

El ballet presenta una versión “conmovedora” de la que fuera reina consorte quien, aunque “cometió tonterías, se le disculpan por su juventud”. La obra también capta la evolución de este personaje y su “maduración” a partir del momento en que se convierte en madre y también el “duelo” que tiene que asumir tras la muerte de su marido en la guillotina.

el presagio de medusa Mientras la orquesta toca la Sinfonía número 6, el ballet se encargará de representar el día de la boda de María Antonieta con Luis Augusto, aún delfín de Francia, ya que subiría al trono cuatro años después, en 1774, tras la muerte de su padre. Después de su boda comenzaron a representarse en el teatro obras para que María Antonieta adquiriese conocimiento del repertorio francés. Entre ellas estaba Perseo, de Philippe Quinault y Jean-Baptiste Lully, que recordaban el mito griego en el que Perseo cortó la cabeza a Medusa, una curiosidad muy premonitoria. Según explicó el director del ballet, incluyó este hecho en su obra tras haber descubierto el dato en el propio libreto de Lully digitalizado y colgado en la página web gallica.bnf.fr. “Leí esa escena y pensé en incorporarla. Si no, había pensado añadir otra de pastores y pastoras”, expuso.

Este es el cuarto proyecto que la OSE realiza junto al Ballet de Biarritz en los últimos años, tras Magnifique (2011), La cenicienta (2013) y La bella y la bestia (2015). A juicio de Levy-Thiébaut, vieja conocida de la OSE, las orquestas deben ganar “frescura” mediante su implicación en nuevos y variados proyectos como los que establecen con el ballet de Biarritz. “Es importante que las orquestas salgan de su rutina. Eso las enriquece”, apuntó.

“tempo exacto” Por su parte, Oriol Roch subrayó la dedicación de la batuta principal para esta producción y aseguró que emplea el “tempo exacto” en todas las funciones que permite a los bailarines sobre el escenario: “Sabía que Mélanie era una profesional excelente”.

En este sentido, la directora musical respondió que “claro que el tempo es importante”, pero sobre todo remarcó la importancia de la “energía”. En clave de anécdota, relató que una de las bailarinas de Malandain la halagó recientemente al decirle que con ella en el proyecto son los bailarines quien siguen la batuta y no al revés, como suele ser habitual. “Se trata de que hay un intercambio de energía”, explicó. A su vez, el director general de la OSE puso encima de la mesa que la orquesta “tiene el lujo” de tener al ballet de Biarritz cerca, lo que le permite profundizar en su apuesta de conjunto versátil y también de afianzar proyectos en clave de país.

Desde un punto de vista menos musical y más social y político, Malandain consideró que el hito que recrea este proyecto sí influyó en la conciencia democrática de la posterior sociedad francesa, aunque reconoció que no está seguro de haber “ganado mucho con el cambio”. A renglón seguido indicó que en Francia acabó instalándose la burguesía, “el peor poder posible, una clase hipócrita y sin cultura cuyo único interés es el beneficio”. “Eso es una tragedia con consecuencias que han permanecido hasta hoy”, sentenció el coreógrafo, quien criticó de forma muy dura las consecuencias que tuvo para la danza el auge de una “corriente oscurantista” como la burguesía. “La primera decisión que tomó Luis XIV un siglo antes fue la de crear la Academia Real de la Danza de París en 1661. Está claro que Emmanuel Macron no haría algo así, cuando vemos ahora mismo que ha habido modificaciones en la educación de los niños y la danza ha quedado completamente fuera de los programas de enseñanza”, recordó.

función adicional Con gran parte de las entradas vendidas en los pases en Donostia y debido a la buena acogida de la producción por parte del público, la OSE abrió al público general una función pensada inicialmente para escolares. De esta manera, además de los asistentes provenientes de colegios o escuelas de danza, se dio la oportunidad de, por un precio de 20 euros, acudir a la sesión del día siguiente. Un lujo y una suerte.