BILBAO. Stereosonik, con la colaboración del Ayuntamiento, ha organizado este fin de semana la primera edición de Getxo Sound Fest., que contará con "las mejores bandas de ayer y hoy surgidas desde el propio municipio, además de con dos importantes grupos estatales como cabezas de cartel", explican. Se celebrará en un espacio cubierto de 4.000 metros cuadrados con capacidad para 3.000 asistentes diarios y con "una dotación técnica de lujo para asegurar la calidad del sonido".
El festival arrancará hoy con El Inquilino Comunista, a las 17.30 horas, y le seguirán Los Brazos (18.30), Dead Bronco (19.30), Viva Suecia (20.45) y La M.O.D.A. (22.15). McEnroe, a las 18.00 horas, abrirá la cita de mañana, que proseguirá con Tulsa (19.15), Smile (20.45) e Iván Ferreiro (22.15). El bono para las dos jornadas cuesta 45 euros y entradas de día, 32 y 35, respectivamente.
El movimiento musical de Getxo es "una de las expresiones más sobresalientes de la vida cultural de nuestro municipio", defiende el alcalde, Imanol Landa, tanto hoy como a principios de los 90, en época de un Getxo Sound que Juancar Parlange, líder de Los Clavos y ahora en Bonzos, ve como "una burbuja que estalló" tras el cierre de la sala Gwendolyne. "Fue una etiqueta de marketing, una forma de vender un producto, ya que había grupos que no tenían nada que ver con otros", explicó en el documental 160 metros: una historia del rock en Bizkaia.
Más benévolo es Álvaro Heras, músico de Bonzos y Painkillers que colaboró con el Ayuntamiento en la edición de un libro y doble CD homónimo, que avala la labor municipal y sus ayudas ("pioneras a nivel europeo") a las bandas de antaño y la iniciativa Getxo Zuzenean, que programa actuaciones semanales en bares desde hace años. Heras reconoce que la etiqueta Getxo Sound, "de origen incierto", nunca fue aceptada por los grupos.
"Más que un estilo o sonido similar, lo único que permitía agrupar a las bandas bajo un mismo denominador común fue su ubicación geográfica y temporal, y una tendencia generalizada a cantar en inglés", defiende Heras, para quien Los Clavos fueron "los inspiradores de todo lo que vino después", y El Inquilino Comunista "el grupo bandera de toda una época". Llegaron a censarse hasta 400 grupos en los 90.
Javi Letamendia, bajista de El Inquilino, coincide con Heras en la influencia de Sonic Youth, la Velvet, Pavement, Hüsker Dü, Yo la Tengo... "Confluyó con un gran movimiento de referencias comunes. Los discos rulaban y las influencias eran las guitarras y la distorsión", recuerda a DEIA. La etiqueta la acuñó el Ayuntamiento, según Leta, que sí ve puntos de unión entre pasado y presente. "Bonzos sigue ahí y Ricardo con McEnroe. Y el cantante de Smile solía ir a ver ensayar a Lord Sickness hace dos décadas", explica. "Hoy sigue habiendo muchas bandas, más que en los 90, aunque algunas no se identificarán con la etiqueta, como antes", según Leta.
Ricardo Lezón, bajista "muy malo" en los 90 en grupos perdidos y hoy líder de McEnroe, también ve puntos de unión. "Somos amigos de El Inquilino e íbamos a sus conciertos", rememorar para este diario. "Y seguimos ensayando en un caserío por el que han pasado miles de grupos en las tres últimas décadas. "Lo que unía a todos era la ubicación, Getxo, y, por tanto, ahí sí estaba bien puesta la etiqueta. No así en lo de Sound, ya que no había un sonido único. Es lo bueno de la ciudad, que siempre ha tenido grupos de muchos palos, cada uno con su personalidad", concluye Lezón.