LAS luces del Mundaka Festival se apagaron anoche con la actuación de Optigan I. Hasta entonces, el pueblo costero no dejó de vibrar, tanto de noche como de día. La última jornada gastronómica en la atalaya fue de cinco tenedores. Se celebraba el Altune Egune y por ello, en los tres talleres que se impartieron, el atún fue el protagonista.

A las 11.30 horas comenzó el sushi-show con atún rojo Balfegó. En el taller, que duró aproximadamente una hora, se explicaron las propiedades del atún, su correcto tratamiento y varias curiosidades que mantuvieron al público muy atento. Además de la charla explicativa, los asistentes pudieron degustar los diferentes cortes de esta joya gastronómica en crudo.

Garbiñe Zaio y María Eugenia Luzarraga disfrutaron de este taller y contaron a DEIA su experiencia. “No conocía nada del atún rojo, lo poco que había probado del sushi no me había gustado y hoy me ha parecido maravilloso. La charla ha sido francamente muy interesante, ha estado muy bien explicado todo y ha sido muy visual”, detalló Zaio.

participación Luzarraga fue la afortunada del taller, ya que tuvo la oportunidad de probar a hacer sushi ella misma y, aunque ya conocía la técnica de cómo hacerlo, aseguró que el taller organizado fue muy enriquecedor. “Yo ya había probado el sushi, me gusta muchísimo, conocía la técnica y los cortes pero la verdad es que me ha ayudado a aclarar ciertos aspectos de elaboración que quizás antes no tenía del todo matizados”, apuntó.

Al taller de sushi le siguió la actividad estrella de la sección gastronómica del Mundaka Festival: la charla que impartió Josean Alija, chef del restaurante Nerua de Bilbao, distinguido con una estrella Michelín y tres Soles Repsol y número 56 en la lista The World’s 50 Best Restaurants. Alija acercó la esencia de su cocina al Mundaka Festival, la del Nerua: el uso de producto local, la temporalidad, los vegetales, el mar.

Tras las explicaciones, se repartió un marmitako hecho por el chef que, según Nacho Sagazketa, uno de los asistentes al taller, estaba “espectacular”. Sagazketa acudió junto a su mujer Sorne Zaldunbide y sus dos amigos Jon Ortiz de Zárate e Isabel Elorriaga. Respecto al taller, los cuatro coincidieron en que fue “muy interesante”. “Es una forma de aprender cosas nuevas y de forma muy amena. Todo lo que ha comentado Alija ha sido muy interesante”, apuntaron. Aunque Zaldunbide destacó que “se ha guardado los secretos”.

En el taller pudieron degustar, además del marmitako, el corazón del atún que había sido desangrado durante doce horas y conservado en sal para después cocerlo en caldo de cebolla y hierbas aromáticas. Sagazketa y Zaldunbide ya lo habían probado y según explicaron, no les pareció “nada de otro jueves”. Sin embargo, era la primera vez que Elorriaga y Ortiz de Zárate probaban el corazón de atún. “Es un sabor muy fuerte que cuesta soportar”, precisó Elorriaga.

Las actividades de la última jornada gastronómica de la cuarta edición del Mundaka Festival la cerró el taller Musicatún tún tún de la mano de Xabier Gutiérrez, responsable de I+D del Restaurante Arzak, con tres estrellas Michelin, tres soles Repsol y número 30 en la lista The World’s 50 Best Restaurants. Bajo la carpa de los talleres Gutiérrez fusionó música con cuatro platos diferentes de atún. Marian Baraiazarra, Loli Miller, Jose Mari Baraiazarra y Joseba Erkoreka esperaban expectantes a que comenzara el taller. “Nos han invitado y la verdad es que no sabemos muy bien de qué va a ir por eso lo cogemos muy expectantes”, explicaron. Respecto a la idea de la actividad, fusionar comida con música, destacaron que “es muy interesante, es muy imaginativo”.

Experiencias Gutiérrez explicó durante el taller que “en la gastronomía el oído es el más desplazado, es como el patito feo de los sentidos, por lo que vamos a intentar hacerle protagonista”. Para Irune López el taller fue “muy entretenido”. “Ha sido una forma diferente de comer que ha conseguido que la gastronomía se convierta en divertida, y que además, se sienta más con los sabores y el crujido de algunos alimentos”, señaló.

Además de los talleres, en la atalaya de Mundaka también se pudo disfrutar en la segunda jornada de la feria de productos Esencias de Urdaibai. Allí estuvieron Xabier y Mikel Vázquez, dos hermanos que cada año viajan desde Bilbao para disfrutar del festival. Acuden tanto a los conciertos nocturnos como a las jornadas gastronómicas y destacaron, mientras comían un entrecot Eusko Label, que han disfrutado mucho de todo. Confesaron que sus padres son organizadores del evento pero apuntaron que “aunque no lo fueran, también vendríamos. Es un festival diferente que tiene muy buen ambiente”.